Los estereotipos forman parte de la estructura social en la que nos desarrollamos, y llega a afectar no sólo las relaciones interpersonales de los individuos, sino también otros aspectos como la vida laboral o profesional. Esto sucede, con mayor fuerza, en ciertas industrias como la del entretenimiento ya sea en el cine o la televisión, donde las celebridades dependen, en gran medida, de su imagen y qué tan apegada a los preceptos de belleza se encuentra.
Mantenerse delgado o en forma, llega a ser un requerimiento para obtener un papel, dejando fuera a personas cuyas constitución física (de forma natural no coincide. Sin embargo, muchos de estos estereotipos se han roto con el tiempo, y una prueba de ello es el actor británico John Bradley, conocido por su bondadoso personaje de Samwell Tarly en Game of Thrones. Este hombre de 30 años, como ha comentado, creció con ciertas inseguridades a raíz de su sobrepeso.
Durante una entrevista con Conan O’Brien, Bradley habló con el presentador de la fiesta para anunciar el fin del rodaje de Game of Thrones, la cual se celebró en Belfast, capital de Irlanda del Norte. Esa noche, Conan sirvió como host y tuvo la oportunidad de “conocer mejor” a Bradley cuando el actor dio un emotivo discurso sobre la importancia de la serie y cómo ésta lo ayudó a superar sus inseguridades. También la importancia de que eso lo supieran los fanáticos de la serie.
“Sí. Fue un sentimiento puro. No pensé en qué decir antes de subir a hablar”, dijo Bradley. “Al ser alguien que creció con sobrepeso y un poco infeliz por eso, y que pensaba que la vida no iba a ser importante por lo mismo, o todas las veces que vas a la cama pensando que darías lo que fuera por despertar y ya no tener este peso. De repente, en todo el tiempo en que me sentí así, especialmente cuando tenía entre 19 y 20 años, y pensaba eso de mí mismo, David y Dan –nuestros productores y cualquiera que estuviera relacionado con la serie– me estaban buscando. Me estaban buscando a mi”.
También habló de cómo ellos, personas externas, fueron capaces de ver sus virtudes. Algo que no sucedía con regularidad, ni siquiera en la percepción de Bradley con su persona. “Si hubiera sabido que me estaban buscando y cómo esto iba a afectar mi vida, no lo habría creído”.
La actriz Maisie Williams, quien da vida a Arya Stark como una de las favoritas para quedarse con el Trono de Hierro en Game of Thrones, también ha hablado de un tema similar, pero relacionado a su tipo de belleza poco convencional. En una entrevista con The Irish Times en enero de 2018, Williams dijo:
“Es ahora que me doy cuenta de los personajes que están disponible para mi a raíz de la forma en que me veo, y así, los personajes que no son para mi. Es una industria muy superficial y no me veo como alguien que entra en papeles que están sexualizados. No me malinterpreten. Admiro mucho a las mujeres líderes de Hollywood y me encanta ver a todas estas mujeres hermosas. Pero creo que es triste ver sólo un tipo de belleza en la pantalla”.
Williams y Arya crecieron frente a la mirada de millones de espectadores. Williams tenía 12 años cuando comenzó a filmar la primera temporada de Game of Thrones. Resulta pues, importante, escuchar en propia voz de grandes estrellas (de la producción para televisión más grande de todos los tiempos) sentimientos tan sinceros y honestos respecto a su imagen para así romper de una vez por todas los estereotipos tan dañinos para la sociedad.