Considerado como uno de los artistas plásticos más suigéneris de la historia, Jeff Koons es visto como una leyenda por sus obras basadas en objetos mundanos, mismos que se pueden encontrar en cualquier tienda.
A pesar de no parecerlo, sus colecciones cuentan toda una historia. Desde los vendedores de aspiradoras que viajaban por todos los Estados Unidos, hasta lo que es el significado del amor y la sensualidad:
Provocativo e inocente a la vez, la obra de Koons puede ser vista por personas de toda edad— claro, no siempre será interpretada de la manera que él desea, ¿pero cuándo no ha sido así con el arte?
Sin embargo, una de las cosas que más lo caracterizan es su percepción de que la gente es la que realmente le da el valor a su arte. Siempre ha existido esta debacle sobre quién es la persona que define lo que es arte o no.
¿El autor?, ¿los críticos?, ¿o los espectadores?
En fin, la mágica obra del Sr. Koons es una muestra de que cualquier cosa puede ser arte… claro, siempre y cuando esta esté bien pensada.