El legendario y revolucionario director de cine francés, Jean Luces Godard falleció a los 91 años de edad, según ha reportado la agencia AFP. Godard es uno de los directores de cine más aclamados del mundo gracias a obras clásicas y revolucionarias como Sin aliento o “Al Final de la Escapada”, esta última elogiada durante la década de los sesenta por ser un filme que “no se parecía a nada de lo que se había hecho previamente”.
Siguieron en su carrera casi un centenar más de cintas y ensayos cinematográficos en donde coinciden obras maestras, otras tantas incomprensibles, así como diversas reflexiones fílmicas sobre la agitación política y social, así como sobre la historia y metamorfosis del cine.
Así como revolucionó la historia del cine, Jean-Luc Godard también influyó de manera incontrastable el arte moderno como historiador, crítico y periodista, siendo esta la primera profesión en la que destacó consolidando con sus críticas y reseñas a la publicación francesa Cahiers Du Cinema, en donde llegó a afirmar que Alfred Hitchcock, era -al lado de Pablo Picasso- el mayor creador de formas visuales del siglo XX.
Entre los directores que citan a Jean Luc Godard como una de sus mayores influencias, podemos encontrar a Quentin Tarantino o Martin Scorsese. Así que se legado no se pone en duda, y frente a la triste noticia de su muerte, recordamos al padre de la Nouvelle Vague.
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Jean-Luc Godard es el padre de la Nouvelle Vague
Godard es señalado también por ser uno de los padres de la Nouvelle Vague, una ola artística surgida durante los 70 en Francia que cambió por completo la manera en la que se hacía cine hasta ese momento. Esto dio paso a que se convirtiera en uno de los movimientos cinematográficos más importantes en la historia del séptimo arte.
Los integrantes de la Nouvelle Vague, como Jean-Luc Godard, denunciaban el deterioro que percibían en el cine convencional que se hacía en aquella época, luchando por cambiar la manera en la que se contaban y se percibían las historias.
Señalaban que el cine “debía ser más consciente de su propia naturaleza” y dejar de ser un medio superfluo que no tuviera nada que decir al espectador. Por lo que la máxima de esta escuela destacó por la búsqueda artística de la verdad humana y exponerla con la mayor sinceridad posible.
“No es dónde tomas las cosas, sino a dónde las llevas”, dijo en alguna ocasión el propop Jean-Luc Godard, quién a lo largo de su carrera cosechó un Oso de Oro y dos de Plata en la Berlinale. También una Palma de Oro especial y un premio de jurado en el Festival de Cannes, dos Leones de Oro (uno de ellos reconociendo su obra completa) y un premio especial del jurado en Venecia, dos premios César de honor franceses, así como un Oscar honorario.
Descanse en paz, Jean-Luc Godard.
