Este martes 14 de mayo arranca la edición número 72 del Festival de Cannes, quizá el más importante por la curaduría de películas que realiza para su Selección oficial, y el hecho de que funciona como un espacio para que creadores internacionales, den a conocer un tipo de cine que no siempre atiende las etiquetas comerciales o de la industria misma.
Este 2019, Cannes tiene como presidente del jurado a Alejandro González Iñárritu, conocido director mexicano por grandes filmes como Amores perros, Babel, Birdman y The Revenant, entre otras. Iñárritu es el primer mexicano en presidir al jurado de Cannes, el cual está conformado por figuras internacionales como las actrices Elle Fanning y Maimouna N’Diaye, los directores Alice Rohrwacher, Yorgos Lanthimos y Pawel Pawlikowski, los guionistas Kelly Reichardt y Robin Campillo, y el escritor y animador Enki Balil.
Durante la apertura y presentación formal de Cannes 2019, Iñárritu abordó dos temas de suma importancia. Las políticas migratorias de Donald Trump y el rechazo del festival hacia las producciones de plataformas de streaming como Netflix. En cuanto al primero, de acuerdo con Variety, el director mexicano fue claro: “No soy un político. Como artista, soy capaz de expresar mis pensamiento a través de mi trabajo y con el corazón abierto decir lo que pienso. Creo que el problema es la ignorancia. La gente realmente no sabe, y así es muy fácil manipularlas”.
En 2018, Iñárritu se llevó un Oscar muy especial por Carne y Arena, un proyecto virtual que presentaba los obstáculos de los migrantes al cruzar la frontera entre México y Estados Unidos de forma ilegal. En 2017 se presentó en el Festival de Cannes con mucho éxito, llegando a varias ciudades del mundo para intentar definir el fenómeno que representa una de las más grandes crisis humanitarias en la actualidad.
Las decisiones de Trump de intentar cerrar la frontera y construir un muro, han sido rechazadas desde el inicio por Alejandro González Iñárritu. Estas ideas se difunden en redes sociales y puede llegar a ser peligroso. “Sabemos cómo termina la historia teniendo en mente la experiencia. Creemos evolucionar con la tecnología y las redes sociales. Parece que cada tuit es un ladrillo que nos aísla y provoca paranoia”.
El punto más alto llegó cuando habló de la importancia del cine tradicional, es decir, de la experiencia fílmica en una sala de cine. Esto en relación a la separación entre Netflix y Cannes desde 2018 cuando el festival se negó a meter en competencia algunas cintas de la plataforma como ROMA de Alfonso Cuarón, amigo de Iñárritu.
“Soy un creyente de que mirar no es lo mismo que ver una película. Mirar es distinto y ver es otra cosa que no ofrece ninguna experiencia. El cine nació para vivirse como una experiencia integral”. Netflix, la más grande plataforma de streaming, nunca podrá reemplazar la experiencia que ofrece el cine tradicional, dijo. Y tiene razón. No es lo mismo ver una película en un celular, que en una pantalla de grandes dimensiones con sonido envolvente: una película, una experiencia y un individuo forman parte del mismo cuadro. Sin embargo, no podemos negar las ventajas que nos ofrece el streaming y sus producciones: poder de decisión y alcance.
“No tengo nada en contra de ver algo en un teléfono, un iPad o computadora”, dijo. “Pero sé que ver una película ahí no es lo mismo… Netflix está haciendo un gran trabajo, Es grandioso que exista pero, ¿por qué no dar a la gente la experiencia fílmica?”.