Para 1990 Tim Burton ya era un director reconocido, sobre todo por la estética de sus cintas que estaba plagado de elementos oscuros, pero muchas veces con tintes de comedia y hasta románticos.
La joya de Beetlejuice llegó en 1988, pero en 1990 Burton nos regalaría una de sus cintas más características y aclamadas tanto por el público como por la crítica, Edward Scissorhands, con Johnny Deep como protagonista.
La película se convirtió en parte de la cultura pop gracias a sus personajes icónicos y algunas de sus escenas memorables, puso en el mapa a Johnny Deep como algo más que una cara bonita, demostrando sus dotes actores, y de aquí la colaboración entre el actor y Tim Burton llegaría hasta nuestros días.
El planteamiento de la cinta era sencillo, Edward era un joven que había sido creación de un excéntrico científico, quien al morir repentinamente dejó al pobre joven con tijeras en vez de manos. Edward es adoptado por Peg, quien decide llevarlo a su casa donde conoce a su esposo Bill, su hijo Kevin y su hija adolescente Winona mi amor Ryder. De aquí se desataran una serie de conflictos por la extrañeza que resulta un ser como Edward, el conflicto amoroso entre él y Kim, y el rechazo del pueblo por ser diferente. Las composiciones visuales de la historia, las texturas y colores utilizados por el director llevaron a la película a ser un éxito rotundo, así como esta temática romántica, que muchas veces resulta deprimente, pero que resalta en las películas de Tim Burton.
Han pasado ya 25 años desde su estreno y hoy en día se ha convertido en un clásico, por eso les presentamos algunas de las escenas más icónicas de la película.
Peg intentando mejorar a Edward
Cuando intenta comer la cena
El momento en que Edward y Kim se conocen, después de echar a perder su colchón de agua
Cuando Edward se convierte en estilista
Edward esculpe una figura en el hielo mientras Kim baila, una de las escenas más recordadas de la película
Ese “Hold me, I Cant’” donde casi lloramos
El final que nos rompió un poquito más el corazón