Bien dicen por ahí que, para comprender el presente es necesario echarle aunque sea un vistazo al pasado, una mirada realista para entender qué es lo que nos está pasando como sociedad. Uno de los temas más recurrentes en el imaginario mexicano es el narcotráfico, es inevitable no llegar en cualquier conversación a este punto. Partiendo de esta premisa y tomando como referencia a la serie inspirada en Pablo Escobar, en 2018 Netflix estrenó en su plataforma Narcos: México, la cual nos muestra el camino torcido de Miguel Ángel Felix Gallardo (interpretado por Diego Luna) y Kiki Camarena –un agente infiltrado de la DEA–.
Gracias al éxito que tuvo la primera parte de trama, el gigante del streaming decidió renovarla para una nueva historia. Justo antes del estreno de la nueva temporada de Narcos: México, tuvimos chance de platicar con Diego sobre esta nueva historia, la evolución de su personaje y el enorme reto que es llevar a las pantallas de prácticamente todo el mundo, una trama que involucra un tema tan sensible como lo es el narcotráfico en nuestro país.
En la primera temporada de la serie vemos el ascenso de Miguel Ángel Gallardo Félix de un simple agente de la desaparecida Policía Judicial Federal, a convertirse en el máximo capo de la droga en México, gracias al Cártel de Guadalajara a principios de los 80. Ahora, en esta segunda parte de Narcos: México vemos al mismo personaje justo como terminó, teniendo un imperio enorme pero a la vez lidiando con un montón de conflictos, no solo con los narcotraficantes que están buscando la forma de quitarle el poder, a nivel personal también tiene problemas.
Su familia poco a poco lo abandona y él, en medio de la soledad que implica el estar involucrado en un negocio tan turbio como ese, termina buscando maneras desesperadas no solo para mantenerse como el jefe de jefes de la droga, sino también para conservar su esencia como persona. Para Diego Luna este fue un reto y sabía que su personaje tenía que evolucionar e inevitablemente, debía sacar la peor cara de un ser humano que encontró en este mundo una manera de salir adelante, aunque claro, esto no quiere decir que esté bien:
“Cuando arrancamos la temporada vemos a un personaje que era un policía en Sinaloa y después se convierte en todo lo que conocemos. Para un actor esto es algo muy interesante poder hacer eso, un personaje que cambia profundamente, que tiene un recorrido así de largo. Ahora está metido en las entrañas del poder y tratando de sobrevivir en esa jungla del narcogobierno, tratamos de llevar la historia y a Miguel Ángel hasta las últimas consecuencias sin perder la objetividad, sin perder el piso”.
Como mencionábamos más arriba, la segunda temporada de Narcos: México se sitúa a finales de los 80, casi después de que termina la primera y mucho más cercana al México actual. Curiosamente, Miguel Ángel va tomando una nueva personalidad, más fría y calculadora, mientras que la vez está buscando cómo hacer para que su negocio perdure, sumándole la presión de un montón de narcotraficantes que a la vez están buscando cualquier mínimo error que él tenga para poder derribarlo:
“De alguna forma van a tener presente de donde viene el personaje, todo lo que le termina pasando y a la gente que lo rodea influye, y Miguel Ángel empieza a darle la espalda a los que lo habían acompañado de alguna forma. Es una historia que acerca hacia 1988, hacia esa elección que yo creo que hoy se tiene todavía muy presente. Digamos que peligrosamente la trama se va acercando a los 90, y lo digo así porque se va acercando mucho a nuestra realidad, al México en el que vivimos. Ahí están los nombres que empezaremos a escuchar, son personas que están todavía ahí, algunos aún siguen en posiciones de poder y tomando decisiones. Creo que eso es lo más importante de esta nueva historia, que se acerca más a nuestro presente que a nuestra realidad”.
Es conocido el enorme impacto y público que tienen las narcoseries en nuestro país, que alrededor de ellos se genera un enorme culto a estos personajes, como si se trataran de verdaderos ídolos y estereotipos de falso éxito. En Narcos: México la cosa no va por ese lado, pues se centra más en adentrarse en qué es lo que pasa con estos seres humanos, qué es lo que viven y qué fue lo que los llevó a convertirse en esta clase de personas:
“Siempre es bueno recordar que estamos interpretando a seres humanos que también tienen una cotidianidad, una relación familiar, debemos encontrar esas cosas que nos permitan humanizar a estos personajes que son muy fáciles de llevar a la caricatura. Es muy fácil llevarlos al terreno de lo blanco y negro, pero es eso, debemos recordar que de este personaje se han dicho y contado mil historias, pero también es una persona que tiene hijos, tiene relaciones y que camina el mismo piso que nosotros. No se puede generalizar, debe haber muchos proyectos que hablan sobre el narcotráfico que no aportan nada, es normal que suceda, pero con esta serie sin olvidar que es entretenimiento se logra darle la complejidad del problema, ayuda a entender que no es una historia de buenos contra malos, sino de toda una estructura que funciona de la cual participan todos ellos pero también el gobierno, los militares y la policía. De alguna forma pocas veces se habla justo de eso, una historia que parece lejana pero no lo es”.
Ya para terminar, Diego Luna tiene claro que esta temporada comienza a hilar todos los acontecimientos respecto al narcotráfico que nos han llevado a vivir esta situación. Con esta trama buscan evidenciar que son estas mismas personas las que han dividido a nuestro país y si él tuviera que definir la segunda parte de Narcos: México con una sola palabra la llamaría presente:
“Yo diría que presente, porque esta historia es indispensable para entender nuestro presente, para ver lo que tenemos enfrente. El nivel de complejidad y de fractura en el tejido social que vivimos tiene todo que ver, la descomposición en la que estamos viviendo tiene que ver con esta trama”.
Si quieren saber qué es lo que pasará con Miguel Ángel Félix Gallardo, no se pueden perder la segunda temporada de Narcos: México, que se estrenará este 13 de febrero a través de Netflix: