Con el interés de Hollywood en adaptar material proveniente del manga y anime japonés, nosotros los fans nos sentimos muy aprehensivos por esto, pero no podemos negar que existe cierta curiosidad por ver como es que manejarán una narrativa tan diferente a la que estamos todos acostumbrados.
El último título en caer en esto, es el clásico del género cyberpunk, creado por Masamune Shirow, Ghost in the Shell, y por supuesto, de su adaptación animada dirigida por el legendario director, Mamoru Oshii.
Por lo general, cualquier tipo de adaptación parte del material original, pero la película protagonizada por Scarlett Johansson, se basará principalmente en la adaptación de Oshii, la cual es considerada como una de las mejores cintas animadas salidas de Japón, y del mundo de la animación en general.
Pero esto nos trae una cuestión: ¿acaso no el material original debería de ser superior?
Tanto la obra original del mangaka Masamune Shirow, como la adaptación de Mamoru Oshii, nos cuentan la historia de la Sección 9, agencia de Seguridad Pública que se encarga de lidiar con ataques terroristas, principalmente los ocasionados por humanos cibernéticamente mejorados.
El arma principal de la Sección 9, es la Mayor Motoko Kusanagi, humano cuyo cuerpo es totalmente biónico, junto a su equipo conformado por Batou, Togusa, Ishikawa, además de otros miembros encargados de la inteligencia y logística de sus operaciones.
Hasta ahí, queda cualquier similitud entre ambas. La obra de Shirow, se encuentra más cerca de la historia tradicional de cyberpunk japonés, trayendo muchos elementos cómicos a la mesa, los cuales son muy parecidos a su trabajo anterior, Appleseed.
Y esto no solo se queda en el tono de la serie, su versión de Motoko es un personaje con un deseo sexual muy fuerte, teniendo relaciones con hombres y mujeres; ya que para ella el género no importa, sobre todo por el hecho de que su mente puede ser trasladada a cualquier tipo de cuerpo biónico.
Mientras que la obra original se encuentra llena de situaciones cómicas y sexuales, la película de Mamoru Oshii no podría ser más diferente; tocando temas como la identidad y lo que es la realidad, así como cuestionar qué es lo que nos convierte en seres vivos.
“Es nuestro cuerpo el factor para considerarnos como seres vivos, o es nuestra consciencia la encargada de esto?”
Todo esto se irá revelando ante los ojos de Motoko, quien en algún punto se cuestiona su propia identidad, incluso llegando a pensar si su pasado es real o solo una ilusión creada para hacerla creer que fue humana.
Estos elementos han hecho que este filme siga siendo tema de estudio, tanto en carreras como el cine y la animación, así como en la filosofía.
Y es que Ghost in the Shell cuenta con una poderosa iconografía. Para poner un ejemplo, la escena en la cual vemos la creación del cuerpo de Motoko, además de ser magistralmente animada, es acompañada por un canto nupcial japonés para alejar a los malos espíritus; el cual nos enseña el nacimiento y la unión del alma de Motoko (su fantasma/Ghost) y su cuerpo robótico (su carcaza/Shell):
Este es tan solo un ejemplo de la fuerte iconografía que conforma el mundo de Ghost in the Shell, el cual como lo dije con anterioridad, fue animado de manera tan magistral que pocas producciones han logrado imitar, incluso hasta el día de hoy; uniéndose a filmes como Akira, el cual es considerado como uno de los pilares del mundo del cine.
“¿Es la inteligencia o la consciencia lo que nos determina cómo seres vivos?, ¿es nuestro cuerpo lo que nos da nuestra identidad o nosotros somos los encargados de crearla?”
Como podemos ver, Ghost in the Shell es un estudio filosófico sobre el ser, sobre la verdad de nuestra identidad y sobre los engaños en los que podemos caer para obtener la felicidad.
Es por esto y más, que personalmente me siento inquieto por la adaptación que Hollywood está construyendo en estos momentos, ya que el filme animado no es una película fácil de ver, la atención al detalle y a los un tanto pretenciosos diálogos, son como se desenvuelve esta historia.
Si al menos más del 60% de la película estuviera basada en el manga o cualquiera de las series, la probabilidad de tener un filme entretenido sería muy grande, pero el problema es que la mayoría de los que conocen esta franquicia, se debe a la película de Mamoru Oshii, la cual está muy lejana a ser una historia palomera y entretenida.
Aunque, en la parte visual, no se puede negar que Paramount Pictures junto a las demás productoras, han dejado que los encargados de los efectos especiales dejen correr su imaginación, como nos lo demostraron con varios clips lanzados el mes pasado.
Realmente espero que la película sea buena, o al menos entretenida; pero el hecho de que hayan tomado como base el filme de 1995, hace que me sienta muy inseguro sobre la forma en la que se acercarán a este material, ya que para mantener la atención de un público general, deberán de dejar de lado o alivianar la filosofía de Ghost in the Shell, la cual es la razón detrás de su relevancia.
Eso y que muchos la vieron la primera vez por… ¡¡¡BUBIS!!!
En fin, no nos quedará de otra que esperar a marzo del próximo año para ver si Hollywood logró crear una adaptación digna de una adaptación… eso y que no nos hagamos tontos, todos queremos ver a Scarlett Johansson vistiendo un traje así: