Al César lo que es del César: HBO se ha distinguido en los últimos años por ofrecer contenidos para la televisión de mucha calidad. Conforme pasa el tiempo y aumenta la competencia, sobre todo en el streaming, HBO ha dedicado más sus esfuerzos a buscar contenidos que valgan la pena llevarse a la pantalla chica acompañados del mejor equipo en su guión, producción, dirección y elenco.
La mejor prueba de esto son sus números en audiencias, el recibimiento de la crítica y los medios y, por supuesto, las series mismas. Por ejemplo, su serie limitada Big Little Lies, la cual trajo en 2017 a dos de las más grandes actrices del cine (Nicole Kidman y Reese Witherspoon) a un formato de televisión que no dejó espacio para los comentarios negativos. En 2019 se estrenará su segunda temporada con la inclusión de Meryl Streep al elenco.
Ni qué decir de sus joyas escondidas o ya “viejas” como The Deuce, protagonizada por James Franco y Maggie Gyllenhaal; Broadwalk Empire con Steve Buscemi en uno de los primeros papeles que le hacen justicia; Girls de Lena Dunham; True Detective con su primera temporada junto a Woody Harrelson y Matthew McConaughey; Westworld… entre otras. Sharp Objects fue la última gran apuesta de HBO que la colocó, nuevamente, con la plataforma con mejores series y producciones con Amy Adams en el papel protagónico y un guión (reflejado en cada detalle de la producción) que fue aplaudido por la misma autora de la novela en la que se basó, Gillian Flynn.
Otro autor que también está contento con el trabajo que se ha hecho con su obra es George R. R. Martin, genio creador y responsable del universo de Game of Thrones, sin duda, la serie estrella de HBO que se ha convertido en la máxima ganadora de los Emmy con más de 40 premios. Tanto le gusta la serie a Martin, que no quiere que se termine en la octava (y próxima) temporada.
“Pudimos hacer la temporada 11, 12, 13… David y Dan habían estado diciendo por cinco temporadas que la séptima era hasta donde llegaban. Los convencimos de hacer ocho pero no más. Hubo un periodo de hace como cinco años en el que estuvieron diciendo que sólo harían siete temporadas mientras yo peleaba por 10, pero ellos ganaron. Ellos son los que en realidad trabajan en esto”, dijo Martin en entrevista con Variety.
La decisión, como podemos ver, fue de los productores David Benioff y D.B. Weiss, no del elenco ni el creador de Game of Thrones. Pero, ¿existe la posibilidad de un spin off? No, de acuerdo con el mismo director, los actores protagonistas ya deben explorar otros proyectos sumado a que la historia, en ese aspecto, no da para más: “No quieren (los actores) pasar sus vidas interpretando un mismo personaje y eso está bien. Tenemos un elenco maravilloso”, comentó el escritor.
Ahora bien. El creador reveló que el hecho de que Game of Thrones termine, no significa que los escenarios también. Es decir, habrá más proyectos para la televisión relacionados con Westeros y otros periodos –antes y después– de la historia que vemos en la serie de HBO: “Algunos de ellos están ambientados 100 años antes que Game of Thrones y otros 5 mil años después”.
GoT se ha convertido, como mencionamos, en una de las series más aclamadas en la historia de la televisión. Son de esas producciones que nadie, o al menos la mayoría de las audiencias, no quiere que terminen. El anuncio de una octava y última temporada, tomó por sorpresa a los fanáticos de la serie considerando que se ha convertido en todo un programa de culto a diferencia de muchas otras producciones que ya no deberían seguir.
Y con esto nos referimos directamente a The Walking Dead, una serie de AMC que comenzó en 2010, un año antes de GoT, y que está a punto de estrenar su novena temporada. Conforme ha pasado el tiempo, los espectadores han perdido el interés por la historia, al grado que algunos de los personajes principales como Rick Grimes, interpretado por Andrew Lincoln, decidieron que la novena entrega sería su última.
Así que quizá, la decisión de los productores de Game of Thrones sea la correcta: terminar la serie en un momento alto, con el elenco “completo” y con el aplauso del público antes de que todo se derrumbe.