Uno de los eventos más esperados en el Festival Pixelatl 2015, que se lleva a cabo en Cuernavaca del 9 al 13 de septiembre, fue la presentación del director Mark Osborne, dos veces nominado al Oscar, y director de películas animadas como Kung Fu Panda y El Principito, que se estrenará en unas semanas en nuestro país.
Pero hagamos un pequeño recuento de su trayectoria: Mark tuvo la oportunidad de dirigir Kung Fu Panda, gracias a su trabajo en el cortometraje animado More, que fue exhibido alrededor del mundo y con el que fue nominado por primera vez al Oscar en la categoría a Mejor Cortometraje Animado.
Con este trabajo también obtuvo el Premio del Jurado para Cortometraje en el Festival de Sundance, así como otra docenas de premios.
Osborne también ha sido galardonado con el prestigioso Guggenheim Fellowship, así como con diversos premios por su trabajo en animación y diseño de gráficos para televisión en TBS, E! Entertainment Television, Cartoon Network, Nickelodeon, entre otros.
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Por eso, no podíamos perdernos su presentación en donde nos habló de cómo llegó a realizar la adaptación animada de El Principito. La verdad fue muy emotivo escuchar sobre su relación con esta película.
La historia se remonta a la infancia de Mark, cuando vio Star Wars y esto cambió su infancia. Para ser más específicos, El Imperio Contraataca lo inspiró a dedicarse al negocio del cine. Para eso estudió arte en Brooklyn, y se sentía inspirado haciéndolo.
Las cosas se complicaron cuando aplicó para entrar al California Institute of Arts (CALARTS) y fue aceptado. Su entonces novia Kimb le dio un ejemplar de El Principito de Antoine de Saint-Exupéry, libro que es muy especial y con el cual ambos se mantendrían cerca.
“Solo se ve bien con el corazón, lo esencial es invisible a los ojos”. Esa frase, y en general el libro, se convirtió en parte de su relación y en la conexión que ambos mantendrían a la distancia.
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En CALARTS, Mark experimentó con todo tipo de técnicas con ayuda de su hermano Kent Osborne (escritor y artista de storyboard en series animadas como Adventure Time). Ahí realizó el corto animado Greener, con el que tuvo gran éxito y llamó la atención de los grandes estudios.
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La primera vez que le pidieron hacer la película de El Principito fue hace 5 años. En ese momento rechazó la propuesta pues conocía a la perfección el libro y sabía que era imposible intentar adaptarla con éxito al cine.
Mark y Kimb ya estaban casados y tenían hijos. En un viaje que la pareja realizó a París reencontraron el amor y se enamoraron de la ciudad. Nuevamente le ofrecieron el proyecto.
“Volví a rechazar hacer la película porque no me imaginaba cómo podría hacerlo. Sin embargo, no podía dejar de pensar en ello ni en la cita que me venía acompañando desde hace 25 años: ‘Lo esencial es invisible a los ojos’.
Esa frase fue la que terminó convenciéndome y terminó por convertirse en la base de la película. Descubrí que ya no le podía decir que no”.
Pero ¿cómo abordar este libro en el cine?
Mark decidió proteger el libro haciendo una historia mucho más extensa, cuyo corazón y eje central fuera el libro, pero respetando y blindando su historia.
“Lo primero en lo que pensé fue en mi pequeña hija, alguien que pudiera conectar con la historia desde un punto de vista muy especial. También pensé en Miyazaki, en su tono, estilo y la forma de conectar con la audiencia. Curiosamente la mayoría de sus personajes principales son femeninos, algo que antes de Frozen no era común encontrar en la animación.
Además El Principito es la película favorita de Miyazaki, así que pensé en hacer algo que a él le gustara”.
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“No quiero que mi libro sea tomado a la ligera”, colocamos esa frase de El Principito en el estudio donde trabajábamos y nos la tomamos muy en serio. Nos pusimos a trabajar arduamente y a darle a esta película toda la importancia.
La película trata sobre una niña que escucha la historia de El Principito y le cambia la vida, por otro lado está un Aviador que asegura haber conocido a un niño, pero su historia no le importa a nadie porque el mundo se ha vuelto muy adulto”.
En la película se representan dos realidades, las cuales tienen su propio estilo de animación. Cuando se hace referencia a la historia del libro, la animación usada es stop motion con papel, algo que hizo muy feliz a Mark pues desde que estudiaba era muy fan de usar esa técnica.
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De acuerdo a este director, lo esencial en la historia son las relaciones, como la que tiene la niña con el aviador, o la mamá con la niña.
“El mensaje es mantener las relaciones aún cuando no estemos juntos. Años después viví con mi familia en París y mi sueño se hizo realidad. Dirigí esta película que es tan especial para mi por muchos motivos. Por ejemplo, la voz de El Principito en inglés es la de mi hijo que entonces tenía once años”.
“Hace poco encontré una carta que Kimb me escribió hace 25 años, cuando estábamos por separarnos cuando me fui a estudiar a California. Decía ‘sigue tus sueños, realmente eso debes hacer, te amo y siempre estaremos juntos’. Y terminaba con la frase: Lo esencial es invisible a los ojos.
Al leer eso no pude evitar llorar, ese libro es mágico, ojalá y ustedes encuentren en esta película la misma magia cuando la vean”.
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Con esta emotiva presentación terminamos nuestra cobertura del Festival Pixelatl 2015. Sin duda fue una gran experiencia que nos enseñó mucho sobre animación, comics y videojuegos, pero también sobre el poder de los sueños y la importancia de luchar por ellos.
¡Nos vemos el otro año!
