Este jueves cinco de enero se estrena la adaptación a la pantalla grande del videojuego Assassin’s Creed, que de por sí tiene una fanbase gigantesca y fiel. Aunque la trama de la película no está estrictamente relacionada con ninguna de la de los múltiples videojuegos, se sigue centrando en la misma historia general. Por un lado están los asesinos, peleando por el libre albedrío de la humanidad y por el otro, los templarios, que creen que la única forma en la que los seres humanos tendrán paz es por el control y el adoctrinamiento.
El equipo detrás de la película, liderado por el director Justin Kurzel, tuvo como objetivo mantener en mente tanto a los gamers como al público nuevo. Esta siempre es una apuesta que corre el riesgo de dejar insatisfecha a alguna de las partes, en el peor de los casos a ambas. Sin embargo, el resultado es una mezcla de ideas surgidas de una consola pero consolidadas en una trama que recoge elementos históricos y personajes complejos.
Sopitas.com conversó con Justin Kurzel y Michael Fassbender sobre el reto de adaptar este videojuego a la pantalla grande y los riesgos de hacer este tipo de películas. Aquí te dejamos la entrevista:
Sin querer develar mucho de la historia, estas son cinco cosas que queremos destacar antes del estreno:
– Assassin’s Creed es una historia doble. Por un lado, tenemos a Cal Lynch (Michael Fassbender), un hombre nacido en los 80 que lleva una vida turbulenta, debido a cosas que vivió en la infancia. Cal es un descendiente directo de Aguilar, que formaba parte de la Orden de los Asesinos en el siglo XV. Michael Fassbender tiene varios diálogos en español porque Aguilar vivió en España.
– Esta no es la primera vez que Justin Kurzel, Marion Cotillard y Michael Fassbender trabajan juntos. El año pasado estrenaron Macbeth, una adaptación cinematográfica de la obra de Shakespeare que se ganó los aplausos de la crítica.
– Los personajes no tienen una sola dimensión. Están llenos de conflictos y a veces las decisiones que toman en búsqueda de cumplir un fin ulterior pueden parecer contradictorias. Sofia, el papel de Marion Cotillard, probablemente ofrezca el mayor ejemplo de esto: es una científica que busca explotar el potencial de los asesinos con el fin de curar a la humanidad de la violencia. Y para lograrlo, tiene algunas ideas muy, muy violentas. La forma en la que la película explora la naturaleza ambigua de las relaciones humanas más básicas resulta interesante.
– El uso de pantallas verdes y recursos tecnológicos para hacer esta adaptación no fue excesivo. Justin Kurzel prefirió que el rodaje fuera más orgánico y que las escenas de riesgo implicaran cierto… riesgo.
– Al final, las cosas que se crearon específicamente para la película fueron tan satisfactorias que Ubisoft, la compañía que desarrolló Assassin’s Creed, está interesada en retomar algunas de estas ideas para el próximo juego. Uno de estos elementos es el Animus. Mientras que en el videojuego se reduce a ser una silla en la que los asesinos pueden conectarse, en la cinta los asesinos tienen un desempeño físico importante.
Las películas adaptadas de videojuegos tienen la fama de no lograr concretarse con éxito y parece ser una maldición de la que prácticamente ninguna se ha logrado librar. Esta es una apuesta interesante, tal vez no perfecta, pero que busca complacer al mismo tiempo que intenta ser visualmente impactante. Hay algunos aciertos, hay cosas que en realidad no funcionan, pero lo que sí es que las secuencias de acción pasarán a la historia del cine y serán usadas como ejemplo en el futuro.
Assassin’s Creed se estrena el próximo jueves 5 de enero y tenemos algunos regalos que les van a interesar.