Estos días, en el Palacio de Iturbide puedes visitar dos exposiciones excelentes y bastante contrastantes que te harán olvidar por un momento del ajetreado mundo exterior que es la Ciudad de México usualmente.

Cristobal de Villalpando – Pintor mexicano del barroco  

Al entrar al museo te ves envuelto en el barroco religioso de Villalpando que te recuerda que estás en plena Semana Santa con un lienzo monumental –Moises y la serpiente de bronce– que te hace mirar hacia arriba y sentir minúsculo, mientras contemplas a Jesús ya en su trono celestial rodeado de nubes. El resto de las pinturas son casi igual de imponentes. El artista plasma diversos pasajes religiosos, como El Diluvio, y La Anunciación, y retrata a santos en momentos clave (Santa Teresa recibiendo el velo y el collar de la Virgen y San José).

Cristobal de Villalpando nació aproximadamente en 1649 y murió en 1741. Fue uno de los mayores representantes del barroco mexicano. Su inspiración principal fue la obra de Rubens, aunque sólo conoció sus pinturas a través de trabados copias que llegaban a la Nueva España. Es en sus últimas obras en las que logra plasmar con mayor destreza, no sus habilidades como pintor (que son evidentes desde el principio), sino un lenguaje propio, atreviéndose a experimentar con los colores y la luz.

Flor Garduño – La construcción del instante

Las fotografías de Flor Garduño son una maravilla que se entrelazan con algunas esculturas esparcidas inteligentemente a lo largo de la exposición y crean un diálogo con las temáticas y las impresiones de cada sala. Su obra está distribuida en secciones –La fiera en el jardín,Instantáneas mitológicas, Lo real maravilloso en disputa, Ritualidades, Espejos, La luz de las naturalezas quietas y Otras arquitecturas, otros paisajes– que abordan varias temáticas y adquieren distintos matices, de acuerdo a éstas. La sala dedicada a retratos de artistas como Vicente Rojo, Kati Horna, Francisco Toledo y su xoloitzcuintle en Sentaditos, Margo Glantz y Mariana Yampolski, entre otros, es particularmente especial porque con ayuda de la obra de cada uno de ellos, logra plasmar la esencia de los retratados.

Flor Garduño es una fotógrafa y artista mexicana que nació el 21 de marzo de 1957 en el Distrito Federal y estudió artes en la Antigua Academia de San Carlos de la UNAM. En 1985 publicó su primer libro Magia del juego eterno, y de ahí ha tenido múltiples publicaciones. Ha fotografiado lugares de todo el mundo aunque se nota su amor y predilección por los paisajes y temáticas mexicanos. Si quieren conocer más de su obra, aquí les dejamos su página oficial.

Tienen hasta junio para visitar las muestras, así que hagan un espacio en su agenda, vayan y cuéntenos cuál fue su obra favorita.

Dónde: Palacio de Iturbide. Madero #17. Centro Histórico.

Horarios: Lunes a domingo de 10 a 19 hrs.

Precio: entrada gratuita.

 

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