Un personaje puede ser plano, poco agradable o sus circunstancias no ser del interés general; sin embargo, si cuentas bien su historia, tienes a las audiencias en el bolsillo. Eso es lo que sucedió con Game of Thrones desde su primera temporada, la más “floja” de todas sin considerar la octava y última.
La historia de Game of Thrones (estamos hablando de la adaptación para la televisión, por supuesto) gira en torno a un reino lleno de intrigas, malas políticas y falta de justicia. Nada nuevo para la televisión, incluso si consideramos los elementos de fantasía que aportaron personajes como Melisandre, Daenerys y sus dragones, The Night King y los white walkers y más. Esa conjunción ya la habíamos visto en producciones fílmicas enormes como la franquicia de El señor de los anillos y The Hobbit.
Entonces, ¿qué fue lo que hizo grande a Game of Thrones?, ¿qué elementos la hicieron la excepción a la regla durante siete temporadas?, ¿por qué la última temporada desilusionó tanto a sus seguidores? Las respuestas se pueden debatir, pero la realidad es que la narrativa fue lo más grande de esta serie de HBO, sus códigos y formas de realidad y discursivos que capturaron la atención de la audiencia. Todo esto, para ser justos, se mantuvo hasta el final de Game of Thrones, pero aflojando la historia y cambiando el ritmo: la historia dejó de valerse por sí misma cuando se rompió, de alguna manera, con la temporalidad.
Todo esto sirve como contexto para comprender por qué los creadores y productores de Game of Thrones, decidieron presentar algunos de sus capítulos para las nominaciones de los Premios Emmy en su edición de 2019 en Dirección, Guión y Fotografía. Aquellos que vieron la última temporada, pensarán que todo estuvo mal, pero no fue así. Lo interesante es saber qué episodios son los que presentarán.
Nosotros apostamos sin dudar, y ganamos, al tercer episodio titulado “The Long Night” cuando los ejércitos del hombre se enfrentaron a los white walkers, y sin olvidar la excepcional participación de Arya contra The Night King. Miguel Sapochnik se llevaría la nominación por Dirección, también por Fotografía y Score… ¿Muy oscuro? Definitivamente. ¿Justificado? Tal vez. No podemos negar el enorme trabajo de producción para esa batalla que, al final, no se pudo ver muy bien ya en la pantalla.
Sin embargo, esa emoción de algunos episodios de las entregas pasadas, estuvo presente en “The Long Night”, incluso más presente que en el último episodio que cerró una historia que tardó casi 10 años en contarse y que también se presenta para nominaciones.
Game of Thrones presentó para Guión, Dirección y Fotografía, el episodio de “The Iron Throne”, el último de la octava escrito por David Benioff y D.B. Weiss. Y volvemos a lo mismo: Game of Thrones fue grande en su producción, pero el final dejó mucho qué desear cuando decidieron resolver a sus personajes de forma inmediata, injustificada y hasta cierto punto ridícula. El discurso de Tyrion Lannister para nombrar a Bran Stark como rey de los Seis Reinos (en vista de que el Norte se mantuvo independiente) es tan cursi, que resolvió miles de años de batallas… y las cosas no funcionan así.
En las categorías de Dirección y Guión, aparece “A Knight of the Seven Kingdoms”, el segundo episodio que se definió por sus discursos y las reuniones que le siguieron al primer episodio. “The Last of the Starks”, el cuarto, fue presentado para Dirección y Fotografía. Para Efectos especiales y Vestuario, aparece “The Bells” el penúltimo capítulo de Game of Thrones.
Para ver todas las propuestas de nominaciones, acceder a este enlace. Los Emmy en su edición de 2019 se realizarán el próximo 22 de septiembre de 2019.