Entre las nominadas a Mejor Película Extranjera para los Oscar de este 2023, se encuentra una de las cintas más interesantes y desgarradoras de los últimos años. Se trata de EO del legendario director Jerzy Skolimowski en representación de Polonia, sobre un burro que emprende un viaje.
¿Qué tipo de viaje? Es imposible saberlo, el héroe de esta historia es, como dijimos, un burro. No uno que hable o tenga interacción de maneras fantásticas con otros animales o personas. EO es sólo un burro sardo que cruza algunas fronteras mientras se enfrenta a lo mejor y peor de la humanidad.
EO no se parece a otras películas donde los personajes principales son animales al estilo de Hachi en Siempre a tu lado, Marley en Marley y yo o la del perro Enzo en The Art of Racing in the Rain. Es más, ni siquiera es similar a Joe: El gran gorila, Liberen a Willy o Flipper. EO es única con una narrativa experimental que expone las partes más desgarradoras de la experiencia animal.
EO y el viaje iniciático de un burro
Como les contamos, la película está protagonizada por EO, cuyo nombre, con pronunciación en inglés, viene del sonido que emiten los burros (ehhhh-ohhhhh). EO forma parte de un circo en donde realiza un acto junto a Magda, un hermosa joven que lo ama, lo cuida y lo protege.
Y cuando decimos que Magda hace todo eso, es porque su relación con EO, si bien nace de la necesidad de entretener a una audiencia, se sustenta en el acompañamiento. Ahora bien. Entendemos el cariño de Magda a través de sus caricias y susurros, incluso cuando se enfrenta a un hombre que quiere golpear a EO mientras lo utilizan como animal de carga.
Pronto, tras una manifestación de activistas a favor de los derechos de los animales que solicitan la retirada de los animales del circo, Magda y EO se deben separar. Y este momento resulta desgarrador para ambas partes. Ella se desespera y corre detrás del camión…
¿Pero cómo entender el amor de EO hacia ella y el dolor de la separación? No podemos determinarlo, pues no estamos hablando de un perro, animal del cual estamos acostumbrados a su compañía y del cual podemos entender sus formas de mostrar “amor” hacia su dueño.
Estamos hablando de un burro. No muestran el amor que le tienen a una persona como un perro lo haría al mover la cola, por ejemplo. Entonces, la genialidad de EO y del guion de Skolimowski radica en apegarse lo más posible a la realidad de un burro que merodea distintos escenarios, pero aprovechándose de la ficción a través de tres sutiles representaciones de amor entre el animal y la persona.
La primera es a través de una lágrima de EO en el momento en el que se ven obligados a separarse. La segunda cuando EO parece desesperado por perseguir a Magda tras un encuentro fugaz. Y la tercera cuando EO parece aferrarse a una serie de recuerdos de Magda (en forma de flashback) para sobrevivir.
Racionalizar los impulsos de un animal
Si bien EO le da seguimiento al viaje solitario de un burro, sin intervenciones fantásticas o mágicas, su base se encuentra en la interpretación de la audiencia de las situaciones que atraviesa el animal. Es decir, que percibimos dolor o alegría, desesperación y tristeza en EO a partir de que nosotros racionalizamos nuestros impulsos y los convertimos en sentimientos.
Así, si vemos a EO correr en un sendero después de ver a Magda, asumimos que está desesperado por estar con ella, por no dejarla ir. Entonces, ¿cómo interpretar que de la nada el burro se detenga y se desvíe por el camino? Como humanos, decidimos ignorar esa parte y creer que EO busca a Madga. Y esa es la única magia de la cinta y lo que hace a EO una cinta tan bella como desgarradora.
La fotografía y la música de EO
Pero la historia y la presencia melancólica de EO no son lo único que hacen de esta cinta algo especial. El trabajo en la dirección por parte de Jerzy Skolimowski ha de ser intuitivo, lo cual permea a cada una de las escenas de cierta naturalidad a pesar de las rupturas en la edición para mover al burro entre distintos escenarios.
EO no nos explica a detalle, al menos no siempre, cómo el protagonista pasa de un contexto a otro. Pero no es necesario, y la película permite a la audiencia permanecer siempre a la expectativa de la siguiente aventura la cual, es justo decirlo, nos obliga a pensar que siempre va a suceder algo malo.
¿Por qué? Porque los humanos somos volátiles. En el recorrido de EO se encuentra con algunos destellos de ternura con algunas personas que si bien no son Magda, notan la presencia de un animal. Lo acarician, lo tratan con cuidado, le llaman por su nombre.
Pero también está la contraparte. EO se enfrenta a la crueldad y la brutalidad que no sólo se perpetra contra un animal como un burro solitario, sino contra los mismos humanos.
Estas contradicciones constantes, tan inherentes de la experiencia humana como animal (al entrar en contacto con los humanos, desgraciadamente) se potencian con el trabajo en la fotografía de Michal Dymek entre escenarios naturales que chocan con las actividades humanas, y el score de Paweł Mykietyn que nos anticipa en el recorrido de EO.
Los 6 burros que interpretaron a EO
EO formó parte de la Selección oficial del Festival de Cannes en 2022 en donde se llevó el Premio del Jurado (Triangle of Sadness salió ganadora). Al momento en el que el director pasó a recibir el premio, agradeció a los seis burros que interpretaron a EO a lo largo de la cinta.
Las y los burros sardos que interpretaron a EO se llaman Hola, Marietta, Mela, Ettore, Rocco y Tako. Este último, en palabras de la productora y guionista Ewa Piaskowska, realizó las escenas de “acción”, y lo describió como Tom Cruise porque él realizaba todas las escenas sin necesidad de efectos especiales. Ay…
Hacia el final de la cinta, el cineasta menciona que la película se hizo como un homenaje o tributo hacia los animales y la naturaleza. Y anuncia que ningún animal fue lastimado durante las filmaciones, sobre todo los seis burros que protagonizaron el filme.
Este punto es interesante no sólo por la paz que nos da saber que ningún animal estuvo en peligro. Pero también porque una constante en EO son las circunstancias hostiles en las que se encuentran otros animales con los que interactúa.
Hay una parte en la que EO se encuentra en un lugar donde matan martas o mapaches para sus pieles. Las condiciones son horribles y aterradoras. Lo mismo sucede con los otros animales del circo o incluso, en un punto más revelador, los animales que se encuentran libres, pero siempre a la merced de los cazadores.
Los caballos, además de EO, son los otros protagonistas de la cinta. Un burro se queda atrás en comparación con la belleza de los caballos, a quienes en un mundo de burros, los humanos “cuidan” más y los “aprecian” más por su estética. ¿Pero esto a caso no los ha convertido en otro tipo de víctimas de la avaricia y el ocio de los humanos?
¿Dónde ver EO?
EO se estrenará el 9 de marzo en salas de cine en México. No se la pueden perder… y como recomendación, llévense una buena caja de pañuelos desechables.