Lo que necesitas saber:
Rodrigo Prieto nos explicó sobre las aplicaciones de color en 'Killers of the Flower Moon'.
El libro de KILLERS OF THE FLOWER MOON: The Osage Murders and the Birth of the FBI de David Grann llegó a manos de Martin Scorsese antes de que arrancara la producción de The Irishman (basada en la novela I Heard You Paint Houses). El director, por decirlo de alguna manera, sintió una urgencia por adaptar el primero antes que el segundo.
Pero por temas de tiempo, en el sentido más literal de la palabra, tuvo que darle prioridad a The Irishman por su elenco, el cual está encabezado por figuras como Robert De Niro, Al Pacino y Joe Pesci, quienes tenían más de 75 años de edad. ¿Y eso qué tiene que ver? La historia requería que sus personajes aparecieran en una edad más temprana, por lo que el CGI para rejuvenecerlos como en la historia se dicta, saldría más caro.
La importancia de Martin Scorsese
Cuando el cineasta neoyorquino contó esto durante su visita a la Ciudad de México para promocionar (ahora sí) Killers of the Flower Moon, todos en la conferencia rieron. Y sí, resulta gracioso, pero sobre todo, habla del compromiso que alguien como Martin Scorsese siempre ha mantenido a lo largo de su carrera.
Y esto, a su vez, ha sido un factor decisivo para que le haya dado al mundo algunas de las mejores películas en la historia del cine. Por algo, dicho por personalidades como Francis Ford Coppola, Scorsese es considerado como “el director vivo más importante en la actualidad”. Y no está sujeto a debate.
Después de terminar la producción de The Irishman, Scorsese se arrancó de inmediato con la adaptación de Killers of the Flower Moon. Junto a Eric Roth, escribió un guion de más de 200 páginas con una lectura de poco más de cuatro horas.
La duración del guion estaba justificada, pues la historia es amplia y sobre todo, desconocida: la investigación de los asesinatos cometidos contra miembros de la Nación Osage en Estados Unidos en la década de los 20.
La evolución de Killers of the Flower Moon
La primera idea de Scorsese era contar la historia desde la perspectiva de los agentes del FBI que se lanzaron a Oklahoma a investigar una serie de muertes sospechosas, todas de personas pertenecientes a los Osage, y que durante años, habían quedado sin investigar bajo un sinfín de pretextos de las autoridades locales.
Pero conforme la producción arrancó y se fueron involucrando más y más personas, el cineasta cambió la perspectiva, mas no la historia. Por ejemplo, Leonardo DiCaprio, primero, interpretaría al agente principal del FBI, pero de a poco crearon a un personaje del cual parten los sucesos que vemos en la cinta.
Uno de los personajes principales interpretado por Lily Gladstone, también evolucionó conforme la actriz se involucró más en el desarrollo de la misma. Pero sobre todo, Scorsese desintegró su primera cinta cuando la Nación Osage se involucró en la producción.
Y el resultado es una de las películas más extensas no sólo de este 2023 o de los últimos años en la filmografía de Martin Scorsese, sino en general. Killers of the Flower Moon es una épica (para algunos la última gran cinta western) que retrata uno de los puntos más bajos de la condición humana: necesidad de un poder tangible.
¿De qué trata Killers of the Flower Moon?
Killers of the Flower Moon arranca con la presentación de Ernest Burkhart, un sujeto que a su regreso de la Primera Guerra Mundial donde fungió como cocinero, va al estado de Oklahoma para encontrarse con su hermano y su tío, un sujeto conocido como William Hale, una de las personas más poderosas de la época.
Hale es cercano a varios miembros de la Nación Osage, una de las tribus nativas más ricas no sólo en historia, cultura y tradiciones, sino en dinero a partir de que en sus terrenos se encontraron a inicios del siglo XX varios yacimientos de petróleo.
Mientras trabaja como chofer, Burkhart conoce a Mollie, quien forma parte de una de las familias más adineradas entre los Osage que, además, tiene un linaje puro que aumenta su valor entre la comunidad.
Burkhart, por órdenes de su tío, comienza una relación amorosa con ella que termina en un matrimonio cuyas intenciones son la apropiación de sus headrights: derechos de propiedad, dinero, herencia y demás activos que se reflejan en un valor monetario.
En conspiración con varios personajes que se van revelando a lo largo de Killers of the Flower Moon, es que se perpetran varios crímenes terribles en contra de varios miembros de la Nación Osage.
Rodrigo Prieto y Killers of the Flower Moon
Como les contamos, Killers of the Flower Moon es una película cuyas dimensiones son enormes, las cuales corresponden a su historia, la cual cambió conforme avanzó la producción.
Incluso, se lanzaron a Oklahoma con un guion y terminaron de filmar con uno completamente distinto. Y testigo de esos cambios fue el mexicano Rodrigo Prieto, quien trabajó como director de fotografía de Killers of the Flower Moon, su quinta colaboración con Martin Scorsese tras The Irishman, Silence y The Wolf of Wall Street, además del cortometraje The Audition.
La importancia de la presencia de Prieto es tan grande en la filmografía reciente de Scorsese, que el cinefotógrafo ha podido descifrar algunos de los elementos que marcan la diferencia entre el cineasta y el resto de creadores: su trabajo colaborativo con los actores, sobre todo con DiCaprio y De Niro.
“Los actores y su punto de vista es importantísimo. No los ve como alguien que va a representar a cierto personaje, sino que son colegas y colaboradores. Encuentran a los personajes juntos“, nos comentó respecto a la creación de sus personajes. “Es una colaboración. Incluso los diálogos, improvisaciones y cosas de ese tipo, es parte de la materia prima con la que trabaja Scorsese”.
La fotografía como la voz principal de los Osage
El trabajo de Prieto en Killers of the Flower Moon, de nueva cuenta, vuelve a ser impresionante y se ajusta a las necesidades de alguien como Scorsese; es decir, una persona que prioriza los detalles más pequeños para acompañar los acontecimientos más grandes.
En Killers of the Flower Moon, una gran parte de las escenas se realizan en exteriores, esto considerando que la voz central de la cinta es la de la Nación Osage a pesar de que la perspectiva viene del personaje de Ernest Burkhart, un hombre blanco.
Ahora bien. Este tema puede someterse a debate. Incluso, en la premiere de la cinta en Estados Unidos, uno de los miembros Osage dijo que si bien el trabajo de Scorsese para contar la historia de los asesinatos fue increíble, era importante reconocer que él mismo es un hombre blanco cuya perspectiva se filtra a través de los ojos de un hombre similar que, además, conspiró para cometer algunos de los crímenes.
Sin embargo, mencionamos esto porque queremos recalcar que el trabajo de Rodrigo Prieto en la fotografía hace lo contrario: domina la voz de los Osage entre sus paisajes, los escenarios, los colores y las tradiciones que surgen en pantalla. Esto no quiere decir que la narrativa visual compense la presencia de los personajes y el contraste, pero supone el espacio más grande en el que la audiencia puede comprender la importancia y el peso de los Osage.
El sol
Para que se den una idea, Rodrigo Prieto nos platicó de una de las escenas más bellas en la cinta: un ritual de un entierro. En un inicio, pensando en la estética de la imagen, Prieto quería grabarlo al atardecer para que luciera más bello y, quizá, más poético.
Pero le dijeron que no porque los rituales de entierro de los Osage se realizan al mediodía cuando el sol está exactamente encima. “Fotográficamente es algo a lo que los cinefotógrafos le huimos. Pero eso había que hacer y a esa hora lo filmamos“, nos dice.
Todo se trató, entonces, de un proceso de aprendizaje de la cultura con el objetivo de dar una representación acertada. Y tal vez, de manera inconsciente, volverse la voz principal de los Osage a través del filme.
“Una de las características de los Osage es su conexión con la naturaleza. No solamente a nivel práctico sino nivel espiritual. Entonces hay una cosmovisión que toma muy en cuenta a los astros, el sol, todo lo que está en el cielo y en la tierra“, comentó Prieto cuando preguntamos sobre la forma en la que la narrativa visual adoptó la dualidad inherente en la cultura de los Osage.
“La posición del sol es una cosa muy importante para los Osage para como construyen, por ejemplo, sus aldeas. Todo un rollo con respecto al Sol. Y que para los fotógrafos, la posición del sol también es muy importante. Entonces, busqué tener la presencia del sol en los rituales de los Osage y en posiciones muy específicas“.
La evolución visual de Killers of the Flower Moon
Hay una escena muy particular en Killers of the Flower Moon en donde a un bebé lo describen como un eclipse a partir de que uno de sus padres es blanco y el otro es nativo. Esa metáfora de de un contraste o de un extremo, resulta precisa para describir las intenciones que Rodrigo Prieto tuvo para desarrollar la parte visual del filme.
“Todo lo que tiene que ver con los Osage sin la presencia de los descendientes de europeos, la filmamos con negativo de cine y procurando que el color fuera lo más natural posible. En cambio, las escenas donde están los europeos, hicimos un look inspirado en una cosa que se llama ‘autochrome‘ que es de los inicios del color“, nos explica el cinefotógrafo.
Al inicio de Killers of the Flower Moon, la diferencia entre unos y otros es clara. A pesar de que se han mezclado, nuestros protagonistas permanecen en espacios distintos, y Prieto quería marcar esa diferencia a través del color. Pero una vez unidos, y una vez que las cosas comienzan a decaer, habría que marcar otra diferencia.
“Jalando los contrastes, hicimos un tratamiento digital de más alto contraste y de menos color (que es un proceso químico de impresión del cine). Y de ahí para adelante, ya no hay una división entre lo europeos y los Osage. Todos están invadidos de este alto contraste. La imagen se vuelve más dura“. Visualmente, esto es una genialidad.