El 15 de agosto se celebra el Día Nacional del Cine Mexicano y Netflix tiene en la mira una iniciativa interesante en todos los sentidos. Se trata de ‘Que México se vea’, la cual busca tanto celebrar como visibilizar el trabajo de la comunidad cinematográfica de nuestro país, desde las y los cineastas hasta aquellos que aparecen en pantalla, entre otros.
Pero esto no solo se trata de hablar con esplendor sobre aquellos que nutren la cinematografía mexa. La plataforma de streaming ha reunido a varias de las mentes brillantes de la cámara para que echen a andar sus diferentes proyectos, todo en el entendido de apostar a historias emotivas, desgarradoras, espectaculares.
Y en ese listado de talento, encontramos a Natalia Beristáin y Ernesto Contreras, quienes pronto nos traerán sus películas Ruido y El último vagón respectivamente. Por acá en Sopitas.com, tuvimos chance de platicar con el par de cineastas sobre los proyectos que están trabajando con el llamado “gigante del streaming”, además de que echamos la platicada sobre el cine mexicano y su percepción sobre el mismo.
Que México se vea
Se estarán preguntando de qué va toda esta onda de ‘Que México se vea’ y como dijimos, esto va más allá de una celebración del cine mexicano. Netflix sigue en su apuesta por las producciones nacionales y se prepara para traernos algunas películas nuevas de varios de los mejores directores de la escena nacional.
Para que se den una idea, el listado de cintas comprende a algunos nombres como el Alejandro González Iñárritu con su película BARDO, Luis Estrada con ¡Que viva México!, Fernando Frías con No voy a pedirle a nadie que me crea, además de los ya mencionados Natalia Beristáin y Ernesto Contreras, con quienes tuvimos el placer de charlar.
Les contamos más de esta iniciativa en el siguiente artículo y más abajo, nuestra plática con Beristáin y Contreras.
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Una entrevista con Natalia Beristáin y Ernesto Contreras
– Vayamos tiempo atrás, antes de que decidieran en forma que querían dedicarse al cine. ¿Recuerdan esa primera experiencia cinematográfica que los haya convencido de que en México el cine era fenomenal? ¿Que se podía generar un mercado de gran potencial?
Ernesto Contreras: “Yo soy del puerto de Veracruz y en aquellos años de la infancia, no había demasiado acceso a lo que se hacía en el cine mexicano. Sin embargo, la forma de tener contacto era la televisión. Todas las tardes pasaban una película y era una variedad total, desde Pedro Infante hasta Sara García y lo que se te pueda ocurrir. Fue ahí que descubrí ‘El ángel exterminador’ de Luis Buñuel que fue la primera película que me impactó y me hizo sentirme desconcertado, pero con fascinación. A partir de ahí hubo un gran interés por el cine…”
Natalia Beristáin: “Diría que no sé si en esas primeras impresiones lo entendí como un mercado. La posibilidad increíble del cine, utópicamente me gusta entenderlo a mí, es que uno no necesariamente lo ve como algo a explotar; es más una experiencia estética… Viniendo de la familia de actores de la que vengo, las primeras pelis que puedo recordar que dije ‘¡Qué es esto!’, son probablemente las que hizo Buñuel en México, ‘Los olvidados’, ‘El ángel exterminador’… y ya con un gusto más avanzado en años, no tanto de los clásicos como tal, seguro que las pelis de Arturo Ripstein”.
– Ernesto, eres referente del cine mexicano actual. Siguiendo con esta parte de hablar sobre el valor de la cinematografía nacional, ¿quiénes son los referentes más importantes para ti? Ya sea del pasado o del presente.
E. Contreras: “La lista es muy larga. Algo que caracteriza a nuestro cine es esta historia increíble que tenemos. Todo el mundo piensa en la época de oro, pero hay otras épocas posteriores muy interesantes. Ya mencioné a Buñuel, mi favorito es Roberto Gavaldón. De ahí para acá, vienen otras generaciones como Jorge Fons, Arturo Ripstein, Felipe Cazals y nos acercamos más a Carlos Carrera, José Luis García Agraz, Tatiana Huezo… estas generaciones a las que yo empiezo a acercarme…. El momento que estamos viviendo es particularmente rico porque hay todo un espectro de visiones y voces. Es muy interesante de ver porque es un termómetro de lo que sucede en nuestro país, de lo que nos interesa hablar desde diferentes ópticas y es justo eso: lo que diferencia al cine mexicano de otras cinematografías es esa riqueza, diversidad y libertad creativa que ha habido siempre”.
‘Ruido’ de Natalia Beristáin y las narrativas diversas del cine
– Natalia, filmaste Ruido con tu mamá, la actriz Julieta Egurrola. Es una película que habla sobre una mujer que busca a su hija desaparecida, así que veremos la historia de una problemática realista y cruda de la sociedad mexicana, como lo son las desapariciones. ¿Cómo se dio el proyecto?
Natalia Beristáin: “Es una inquietud, una necesidad, un cuestionamiento que me ha atravesado desde hace mucho. Vengo pensando en esta peli desde hace cerca de 10 años. No hablo de esta en concreto, pero sí de entrarle a una historia de esta naturaleza. Desgraciadamente, en este país la violencia solo ha ido en aumento y casos como este se han multiplicado desde que yo intuí que quería hacer algo sobre estas experiencias… Originalmente, había pensado en hacer la historia de un padre buscando a su hija. Luego, me pareció que el cine mexicano estaba en deuda con una actriz como mi madre y tenía ganas de trabajar algo así con ella. Tengo claro que si tengo alguna especie de conciencia social, esta ha sido inculcada por mis padres, sobre todo por mi madre, porque me acuerdo de ir a marchas con ella, me enseñó a levantar la voz cuando algo me parecía injusto… era difícil hacer un proyecto como este con alguien que no fuera ella, además siendo la actriz que es. Como directora, para mí, no solo se vuelve un honor sino un reto“.
– En otras películas como No quiero dormir sola o Los adioses, la mujer es el punto central de la trama y nos hablas de historias muy humanas sobre la soledad, la independencia, enfrentarse a una sociedad innegablemente machista…. Ruido también nos mostrará a una mujer en pie de lucha. ¿Qué otras historias crees que merecen ser escuchadas?
N. Beristáin: “Dentro de este proceso de 10 años, la peli se convirtió en un relato no solo de Julia [la protagonista], sino de todas las mujeres con las que se va relacionando, porque lo que sí creo es que en este país las violencias están bien amarraditas entre unas y otras. No puedes hablar de feminicidios, desapariciones, transfeminicidos o corrupción de manera aislada; está todo tan estrecho y entonces Julia se va encontrando con otras luchas que no necesariamente son como la suya… A mí justo me emociona que puedo tener mi punto de vista del mundo, lo que significa ser mujer y que esa manera de verlo, no es ni de cerca lo que será para mis colegas directoras ahora. Mucho menos de las que tienen 20 años… eso es lo que es poderosísimo del cine: incluso una misma historia siempre dependerá de cómo se narre y ahí tenemos todo por contar. Eso me emociona muchísimo, más en un momento donde parece que se abren más caminos para todas, todos, todes aquellos que no han sido parte del sistema o el status quo, ahora formen parte de las narrativas y que esas sean voces las que narren las historias”.
‘El último vagón’ de Ernesto Contreras y la convicción de hacer cine
– Ernesto, ¿cómo surgió la idea de El último vagón? ¿Cómo ha sido la experiencia de trabajar con una ícono como Adriana Barraza y con un talento de la nueva guardia como Memo Villegas?
E. Contreras: “La maestra Barraza y yo nos conocemos desde hace 15 años, coincidimos en una muestra de cine mexicana en Londres. Hicimos muy buen clic y desde ese momento, siempre dijimos que ojalá se diera la oportunidad de trabajar juntos. Siempre estuve al pendiente hasta que se dio esta posibilidad con ‘El último vagón’. Cuando se dio la historia, siempre supe que debía ser Adriana…. Es una historia de inspiración, amistad, crecimiento…. Sobre Memo Villegas, lo conocemos por ciertos trabajos que ha hecho, pero recuerdo la primera primera vez que lo vi en pantalla en ‘Rabioso Sol, rabioso cielo’, descubriendo su presencia tan particular. Me parece que es eso; ver las ecuaciones para cada historia, para cada cuento que me gusta contar y me emociona pensar que esta película va a llegar a muchas partes del mundo a través del streaming”.
– Conocemos tu nombre por cintas como Sueño en otro idioma y Cosas imposibles del 2021. Como platicábamos, eres referente del cine nacional actual. Pero haciendo un repaso de tu carrera, ¿alguna vez te replanteaste dedicarte a la cine?
Ernesto Contreras: “Desde el momento en que tome la decisión, básicamente quemé mi naves. Siempre quise consagrarme en mi trabajo. Todo gira en torno a mis películas; es lo que me hace vivir, moverme, escuchar o escribir todo lo que pueda ser una película. Se conoce todo lo que he filmado, pero hay muchas otras historia que tengo ahí guardadas y aunque no se han realizado, ‘las tengo ahí en la banca’. Confío mucho en cómo se van dando las cosas y una de las cosas que me gusta de mi trabajo como director, es la posibilidad de sorprenderme, porque por ejemplo nunca me hubiera imaginado hacer un documental sobre Café Tacuba por sus 20 años y viajar con ellos, pero se dio la oportunidad”.
Los rasgos definitivos del cine mexicano
– Netflix incentiva el cine nacional con esta iniciativa de ‘Que México se vea’. Refiriéndonos a la promoción de la cinematografía mexicana, ¿cuáles dirían que son los sellos de identidad de nuestro cine, sus fortalezas y en todo caso, sus puntos bajos?
Ernesto Contreras: “Yo creo que la cinematografía mexicana está consagrada como una de las mejores del planeta. Históricamente, tenemos una tradición de cine diferente. Lo que pasa es que de repente lo que falta es mayor difusión; con lo que hemos luchado siempre es la distribución, la exhibición… Entonces, de pronto con la presencia de una plataforma como Netflix, simplemente nos da la oportunidad de que nuestro trabajo se vea muchísimo más…. Cuando me preguntan ‘¿qué es lo que te gustaría que pasara con tus películas?’, mi respuesta siempre es que las cintas se vean lo más posible y lleguen al mayor público que se pueda, porque no las hacemos para nosotros sino para ustedes. Todo tiene que ver con esta revolución audiovisual que permite mostrar lo que se está haciendo en nuestro país.
“Sobre las características del cine mexicano, es un cine con ‘muchas tripas’. Es decir, es de mucho corazón, mucha honestidad… desde películas de denuncia o muy sociales como lo que puede ofrecer una Tatiana Huezo, Carlos Reygadas, hasta Amat Escalante o Michel Franco… es un espectro de voces y visiones que hablan desde el corazón. Y de repente, puede pasar que son largometrajes muy locales, pero que se hacen universales. Me ha pasado que algo que pienso que es muy chilango o muy local, de pronto un japonés lo ve en el festival de Tokio y me dice: ‘acabo de ver mi vida en pantalla’. Esa es la magia de nuestro cine y del cine en general”.
Natalia Beristáin: “Creo que una de las fortalezas más grandes del cine mexicano es que no hay un cine mexicano como tal. Hay cinematografía hecha por cineastas mexicanos, pero la diversidad de miradas, narrativas, apuestas y voces es lo que le da más fortaleza a nuestra industria. Un cúmulo que además no para.
“Yo veo que detrás de mí ya vienen muchas generaciones bien chidas y si bien hay temáticas que nos atraviesan en un territorio como este, en general creo que lo que hay son muchas maneras de entender el mundo y lo que es México para plasmarlo allá afuera, ya sea cine comercial, experimental, documental, la ficción… Quizá su punto más flaco es que esta grandísima diversidad no ha logrado tender un puente con el espectador. Siendo México el quinto país que más cine consume en el mundo, que se consuma un ch*ngo de cine no quiere decir que se consume precisamente el contenido mexicano o que el público le tenga mucha estima a lo que se hace en el país”.