Lo que necesitas saber:

'Blanquita' llegó a los cines de México y el director Fernando Guzzoni nos cuenta el trasfondo, la inspiración y lo que significa para él haber desarrollado esta cinta.

La mentira como mecanismo de justicia… Detrás de ello, hay un dilema moral y ético importante: ¿es válido mentir si se trata de obtener justicia? Ese cuestionamiento es uno de los tantos sobre los que el público reflexionará con Blanquita, la nueva película del director chileno Fernando Guzzoni, a quien tuvimos la oportunidad de tener en entrevista para Sopitas.com.

Esta cinta se basa en el Caso Spiniak, uno de los procesos judiciales más controversiales en la vida pública de Chile de la época reciente. El caso se llevó a los tribunales en 2003 y durante varios años, ocupó un foco de atención importante no solo para el país sudamericano, sino para el mundo entero.

“El caso fue muy comentado y fue un hito histórico, político y judicial de Chile, de los últimos 20 años, básicamente porque fue la primera interrogación al poder y a la élite por parte de un grupo que no tenían vínculos con ese poder formal, nos dice Guzzoni en la entrevista.

El caso Spiniak

En resumidas cuentas, el Caso Spiniak fue un proceso judicial acontecido en Chile donde se descubrió que el poderoso empresario Claudio Spiniak tenía nexos con redes de pederastia y pornografía infantil, entre otros delitos contra menores.

Las investigaciones arrojaron que gente del gobierno chileno –varios senadores influyentes– tenían vínculos en estas redes de pederastia. Y todo cobraba sentido gracias al testimonio de una joven llamada Gema Bueno, quien revelaba a los medios el abuso del que fue objeto por parte de los allegados de Spiniak.

Sin embargo, llegó un momento en que Gema reveló que sus declaraciones eran falsas; ella había mentido sobre sus experiencias con los implicados y lo había hecho incitada por el sacerdote José Luis Artiagoitía. Blanquita, el personaje principal de la nueva película de Fernando Guzzoni, se inspira en Gema (apodada ‘Gemita’ en el proceso judicial).

Laura López interpreta a Blanquita. Foto: Piano Films.

Sin embargo, la película de Blanquita, aunque se basa en ese caso, se enfoca principalmente en el personaje inspirado en Gema Bueno. La protagonista, interpretada por la debutante Laura López, escucha los testimonios de uno de los menores que sufrieron el abuso de Spiniak y su red pederasta.

Así es como ella, de la mano del sacerdote que maneja la casa de acogida donde ellos viven, decide tomar esos testimonios y se hace pasar por una de las víctimas, esto para denunciar el abuso de ese grupo de la élite. ¿Pero este sacrificio los

Blanquita ya llegó a salas de cine de México y en entrevista, Fernando Guzzoni nos cuenta lo que para él significó adentrarse de nuevo en este caso, cómo diseñó al personaje principal y los dilemas que hay en los sistemas de justicia de Chile y Latinoamérica.

Una entrevista con Fernando Guzzoni por la película ‘Blanquita’

Redescubrir el caso a través del cine

Si hablamos de inspiración para la película, Fernando Guzzoni explica que detrás del proyecto de Blanquita hubo diversas inspiraciones. No solo se trataba de hablar de un caso que hasta estos días aún resuena; también hay que hablar sobre el sistema de justicia (o injusticia), y cómo funciona de manera diferente para aquellos que tienen riqueza, y la gente común.

“En este caso, una mujer joven que vivía en un hogar de acogida de menores empieza este proceso judicial, y se erige una suerte de relación como de David contra Goliath… Eso ya me parecía que era un elemento para decidir por qué era necesario que este caso volviera a interrogarse”, menciona Guzzoni en entrevista.

Fernando Guzzoni. Foto: Getty

La planeación de Blanquita fue diversa. Es decir, Fernando Guzzoni buscó qué ángulo darle y luego de un arduo proceso de investigación, encontró múltiples formas de abordar la historia. “Finalmente decidí situar el punto de vista en la testigo principal, en Blanquita que es este personaje de ficción inspirado en la testigo real llamada Gema Bueno“, nos platica el cineasta.

“Me parecía que había algo muy subversivo en el personaje que tenía que ver con la relación de la justicia, pero no de una manera tan ortodoxa. Eso me parecía que la alejaba de una figura victimizante, y también de una construcción de lo femenino como algo puro, que me parece que suele ser el lugar que se le reserva a la mujer muchas veces en la cultura, como si fueran sujetos que no pueden tener contradicciones o ambigüedades que solo pueden tener intereses, digamos, higienizados”.

Fernando Guzzoni sobre el personaje de Blanquita.

Para Guzzoni, el valor de la película se encuentra en ello y sobre cómo la justicia no es de acceso para todo el mundo: “La película también reflexiona sobre cómo solo algunas personas pueden acceder a la justicia o a los derechos humanos, y cómo estos sesgos de clase y de género se siguen viviendo en nuestras estructuras sociales, en Chile y en el resto de Latinoamérica…”.

Imagen de ‘Blanquita’. Foto: Piano Films.

La temporalidad de la película y la atemporalidad de la injusticia

Si bien Blanquita se inspira en el Caso Spiniak que tuvo lugar en el 2003 y durante algunos años más, la audiencia notará de inmediato que la trama está ambientada en tiempos más recientes. La referencias son claras y en la película, se logra percibir este contexto más actualizado.

Justamente, hay un mensaje entre líneas con ese detalle. Fernando Guzzoni nos dice en entrevista todo se resume a un comentario crítico sobre cómo las injusticias y el abuso de poder, aunque pase el tiempo, se siguen perpetuando.

“Yo pienso que la obligación de volver más contemporáneo el relato y no situarlo en el 2003 o 2005, tenía que ver con que si bien hay una revolución en curso o una transformación cultural, independientemente de esa fuerza política fuera del sistema y la potencia de las redes sociales, se siguen perpetuando ciertas dinámicas de impunidad”.

Fernando Guzzoni en entrevista con Sopitas.com
Fernando Guzzoni. Foto: Getty

La explicación de Guzzoni es aún más enriquecedora cuando menciona que “este hoyo de impunidad no es patrimonio de una época pasada, sino que es un elemento que está incrustado en nuestras dinámicas sociales. El director chileno lo remata así, reafirmando la postura de que la justicia no es una garantía para todo el mundo, en especial para las clases con menos riqueza.

“A mí me pareció que en eso había una paradoja complicada de resolver y que era interesante de mirar. Es decir, todas estas transformaciones culturales que han sido sin duda revitalizantes, no se han traducido necesariamente en una relación donde la justicia da certeza de que voy a recibir un trato justo si no tengo dinero o riqueza”.

Fernando Guzzoni en entrevista con Sopitas.com
Imagen de ‘Blanquita’. Foto: Piano Films

Los diferentes matices del personaje de Blanquita

Al ver Blanquita, se darán cuenta que el personaje principal –inspirado en Gema Bueno e interpretada de manera genial por Laura López– toca diversos temas como la maternidad, la rebeldía, la redención, el sentido de justicia y más… Es un personaje muy completo y complejo al mismo tiempo; es un universo en sí misma. Fernando Guzzoni nos comenta cuál fue la prioridad al escribirla:

“La prioridad o el elemento predominante, fue entender que ella escapa de la construcción higienizada, santificada y purificada de lo femenino. A mí eso me parecía muy importante; que no había una mirada victimizante sobre el personaje, sino que había una mujer joven con autodeterminación que tenía un deseo objetivo: construir una identidad a través de esta tragedia.

“También ella tiene un sentido de clase; era una suerte de heroína que tomaba argumentos y testimonios de otros chicos, y también de su propia vida para construir un nuevo relato para articular un ejercicio de justicia. Eso era lo que a mí me parecía fascinante… Alejarse de una construcción de lo femenino que fuera un eslogan consignista o que fuera un personaje ingenuo”.

Fernando Guzzoni en entrevista con Sopitas.com
Imagen de ‘Blanquita’. Foto: Piano Films

La mentira como herramienta de justicia: El dilema moral en ‘Blanquita’

Fernando Guzzoni nos explica que Blanquita no fue desarrollada como un ejercicio periodístico. Sí, tiene elementos de la realidad y ciertas libertades de la ficción. Y sí, también tiene un sentido crítico innegable… Pero la película no solo es un instrumento de denuncia de un caso que, como dijimos, sigue haciendo ruido.

La película invita a la reflexión sobre la línea de la moral y la ética cuando la mentira se toma como una herramienta de la justicia. La gente sacará sus conclusiones cuando vean la cinta, pero por lo mientras, Guzzoni destaca lo siguiente:

“Yo creo que la película tiene que ver con el estatuto de la verdad y la tensión entre la verdad y la mentira. A mí me parece que lo interesante de este tipo de película o de este caso, es cómo te interpelan ética y moralmente, y te obligan a posicionarte o a pensar en una posición… Hay una frase en la película que describe todo eso: ‘yo no puedo mentir, pero ustedes sí pueden violar’. Detrás de esa frase hay un engranaje que ella [Blanquita] está rompiendo”.

Fernando Guzzoni en entrevista con Sopitas.com
Imagen de ‘Blanquita’. Foto: Piano Films

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Editor de Música en Sopitas.com; a veces escribo y hablo de otras cosas. Egresado de FES Aragón UNAM. Los gatos y la música son necesidad absoluta.

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