Lo que necesitas saber:
El documental 'The Last Year of Darkness' es una mirada a la fiesta en la ciudad de Chengdu y a los personajes de su vida nocturna.
Definitivamente, el cine además de desconectarnos un rato de lo que pasa en el mundo, también nos sirve para conocer realidades y situaciones que ignoramos por completo o no sabemos que existen. Un claro ejemplo de esto es The Last Year of Darkness, un documental que refleja algo que sucede en China y que probablemente muchas personas de este lado del planeta desconocían (nos incluimos).
Esta cinta nos lleva directo al corazón de la vida nocturna de la ciudad de Chengdu, teniendo como escenario el Funky Town, un bar/antro donde se reúnen DJs, artistas drag, amantes, ravers y skaters para disfrutar al máximo de la fiesta y vivir cada fin de semana como si fuera el último. A través de varias personas peculiares, conocemos las distintas perspectivas de la gente que frecuenta este lugar, donde no importa quién eres o lo que estás pasando, por unas cuantas horas te puedes olvidar y dejar llevar por el ambiente festivo.
Platicamos con el director de ‘The Last Year of Darkness’ por su llegada a MUBI
Sin embargo, cuando sale el Sol, la música se apaga y es momento de regresar a casa, todos estos personajes deben enfrentar aquello que los llevó de fiesta a salir de fiesta. En pocas palabras, The Last Year of Darkness es un documental crudo, íntimo, emotivo y directo que celebra por completo la juventud, pero reflejando algunas partes que nos marcan en esta etapa de la vida, como el amor, las pérdidas, los excesos, el autoconocimiento y el crecimiento individual.
Aprovechando que finalmente este documental llega al catálogo de MUBI el 15 de marzo, tuvimos la oportunidad de platicar con el director, Ben Mullinkosson, quien nos contó cómo fue que se le ocurrió la idea de documentar lo que pasa en Chengdu, mostrar las experiencias y partes más vulnerables de sus amigos, así como tratar de que la gente se atreva a disfrutar la fiesta en esta parte del mundo.
Una idea que surgió en medio de la espontaneidad
Como muchas de las grandes cosas, la idea de hacer The Last Year of Darkness surgió de la nada. Ben Mullinkosson viajó a China para patinar y pasar el rato con los amigos que tenía por allá. Sin embargo, al conocer la vida nocturna de Chengdu y los personajes que forman parte del atractivo del Funkytown, inevitablemente terminó documentando todo lo que pasa en este lugar y las historias de las personas que le dan vida al bar.
“En realidad, no era mi intención hacer una película. Fui a China solo para andar en patineta porque la ciudad de Chengdu es una de las mejores ciudades para andar en patineta del mundo. Y yo no iba a mudarme allí. Sólo iba a quedarme un verano. Pero mi amigo Gennady, el personaje ruso de la película, el DJ, me llevó a uno de sus shows en Funky Town donde estaba tocando con Darkle y Kimberly, los otros dos personajes de la película. Y tuvieron como un espectáculo juntos. Funky Town era simplemente este lugar increíble, yo estaba como ‘¿qué diablos con este bar?’. Hay un bar escondido detrás de una obra en construcción y todos están vestidos tan hermosamente y tan locos, todos están bebiendo. Entonces me enamoré instantáneamente de Funky Town. Me senté afuera de la barra, como en una mesa y ahí conocí a Yi Hao, el personaje drag queen de la película. Nos estábamos conociendo y Yi Hao me dijo ‘oh, eres un cineasta de Los Ángeles. Entonces, ¿cuándo vas a hacer una película sobre mí?’. Pensé ‘bueno, ¿qué tal el sábado por la noche? y me contestó ‘está bien, vámonos, que haré mi show drag'”.
“Entonces comenzamos a filmar con Yi Hao. Lo filmamos preparándose a las 10 de la noche, y luego lo grabamos saliendo, actuando, emborrachándose, enamorándose, vomitando y regresando a casa. Ese fue solo el comienzo de la película, fue como si hubiéramos empezado a filmar a diferentes amigos nuestros y diferentes amigos de la comunidad de Funky Town que iban de fiesta. Originalmente era una película de Nounous. Era como si tuviéramos un cortometraje que salió en Nounous llamado ‘Double Sexy’. Y tan pronto como comenzamos a filmar eso, hablé con el productor y le dije: ‘esto no es un cortometraje. Necesitamos convertir esto en una película en forma’. Entonces seguimos grabando y filmamos otros 125 días a lo largo de cinco años con un total de 600 horas de metraje”.
“Y sí, a medida que avanzaba la película, ya sabes, comenzamos a filmar por la noche. Pero luego empezábamos a filmar durante el día. Y creo que ahí es donde surgieron las verdaderas luchas de la gente. Porque la noche es el momento cuando te sientes libre y estás de fiesta, pero durante el día es cuando tenemos que afrontar todas las luchas reales que enfrentamos. Entonces, una vez que comenzamos a filmar durante el día, hubo, ya sabes, una clara dicotomía entre las luchas durante el día y luego la fiesta en la oscuridad. Y sí, así fue como empezó todo esto”.
Lo complejo de publicar historias íntimas de personas cercanas
The Last Year of Darkness no es en sí un documental sobre la cultura rave y la comunidad queer en China, pues el Funky Town es importante, pero tiene la misma relevancia que las personas que le dan el toque al bar. Sin embargo, una de las cosas más valiosas de esta cinta es ver la vida privada de las personas que forman parte de este lugar más allá de lo que pasa en una noche de fiesta.
Los vemos pasando por momentos de alegría y celebración, pero también de crisis de identidad y de existencia, de dudas e incluso de ansiedad. Pero, ¿cuál es el mayor desafío al enfocar la narrativa del documental en las vivencias de personas tan cercanas al director? Bueno, pues esto nos dijo Ben al respecto.
“Sí, quiero decir, creo que esa es la realidad, ya sabes, hacer una película sobre la cultura rave en China o hacer una película sobre lo queer en China son temas tan importantes que realmente no se pueden contar en una sola película. Para mí, eso es parte de la experiencia de mis amigos. Pero en realidad es sólo una película sobre mis amigos. Y sí, creo que esa es la parte divertida, ya sabes, esto fue como un proyecto que puedo hacer con mis amigos y podemos ir y, ya sabes, escribir algunas historias juntos basadas en lo que realmente está sucediendo y luego contarlas en una película. Y sí, fue muy divertido, filmar fue muy divertido, pero de alguna manera creo que sí resultó ser un desafío contar estas historias”.
“Quiero decir, la vulnerabilidad lo es. Siempre es un desafío, ¿verdad? Como todos, no es fácil decir tus mayores luchas o admitirlas. Ya sabes, todas estas cosas difíciles por las que estamos pasando en la vida. Y creo que muchos de nuestros personajes estaban nerviosos por el estreno de la película. Y en Copenhague, lo que fue realmente genial –allí fue donde estrenamos la película– es que la gente continuamente se acercaba a nuestros protagonistas y les decían ‘gracias por compartir tu historia. Eso fue muy valiente. Estoy pasando por algo similar”.
“Esto fue complicado para algunos, especialmente para Kimberly, ella es el personaje que tiene la escena en la azotea con su novio. Esa fue una escena extremadamente impactante para nosotros cuando lo filmamos porque no sabía la situación que estaba enfrentando. No se podía distinguía muy bien su conversación a través del audio, entonces no sabía de qué estaban hablando. Y luego, cuando escuchamos y se puso de pie, pensamos ‘oh, hombre, tenemos que dejar de filmar. Esto es peligroso’. Nos detuvimos y de hecho no íbamos a usar el material. Creo que Kimberly inicialmente estaba muy en contra porque se sentía avergonzada por elllo Vimos la escena y me pidió que no la sacara. Pero pasaron los años y me pidió ver el material de nuevo. Ahí. me di cuenta que tenía otro enfoque de la situación, porque es una drag queen y la reina del drama. Y ella sintió que era importante poner esa escena porque en muchos sentidos, ese es el clímax de la película. Y así, Kimberly se presenta como el personaje central”.
“Y cuanto más se lo mostraba al mundo, más gente se acercaba a ella y le decía ‘oh, yo también estoy lidiando con esto. Estoy lidiando con mi salud mental, con depresión y ansiedad, y esto ha tenido efecto en mi pareja también’, o viceversa. Otras personas han estado en situaciones similares a las de Kimberly y todos le dieron las gracias por compartir su historia. Y creo que para mí es muy inspirador que Kimberly, así como tú y todos los personajes de la película, puedan ser realmente tan vulnerables con sus historias y sus luchas. Y sí, para mí, eso es lo más inspirador, espero ser más vulnerable en mi vida en el futuro. Y espero que como todos los demás también lo sea. Se necesita mucho coraje para presentarse de esta manera, de alguna manera me han inspirado los protagonistas de la película”.
Una invitación para adentrarnos a la fiesta de Chengdu
En The Last Year of Darkness tenemos una visión muy íntima de la situación de la comunidad LGBTQ+ en esta parte del mundo. Pero más allá de mostrar los buenos y malos momentos de todos los personajes, este documental es una celebración de la vida nocturna, la libertad, la autoexpresión e incluso la amistad. Pero definitivamente, para Ben Mullinkosson, la cinta es una invitación para que el público se atreva a vivir tan solo una noche de reventón en Chengdu.
“Sí, quiero decir, para mí es una carta de amor a la fiesta clandestina en Chengdu. Creo que el techno me salvó la vida y las amistades que he hecho en Chengdu son las mejores que tengo. Todavía pienso en Chengdu como mi hogar, ¿sabes? Entonces, para mí, esta película es realmente como si quisiera mostrarle al mundo lo genial que es la vida aquí y lo hermoso que es Chengdu junto con su escena underground de fiestas. Y sí, pienso que eso es todo lo que quiero mostrar”.
“En realidad es solo una película sobre mis amigos y su experiencia en el Funky Town, y creo que todos son hermosos y vulnerables. Y sí, así es como quiero que sea recordado este documental. Como de ‘mira esta hermosa y vulnerable historia sobre la música techno y la fiesta en Chengdu”.
“Solo quiero mostrar y contar lo que pasa en este lugar. Aquí está, ven a pasar el rato en Chengdu. En realidad, es una invitación para ti y todos los que vean esta entrevista. Espero que puedas ir de fiesta a Chengdu, a pesar de que el Funky Town ya no existe, porque ahora es una cafetería o un bar de vinos. Eso espero, que vayan a esta ciudad a enfiestar porque se llevarán algunos de los mejores momentos de su vida”.