El pasado 31 de diciembre, The Lost Daughter llegó a Netflix como una de las películas más interesantes del año. La cinta es el debut cinematográfico de Maggie Gyllenhaal como directora y en diversos festivales, recibió el visto bueno de la crítica como una de las producciones más relevantes del momento, llevándose incluso el premio al Mejor Guión en el pasado Festival de Cine de Venecia.
Ahora, rumbo a la temporada de premios donde busca brillar en los Golden Globes y colarse en las nominaciones finales de los Oscar, el largometraje reabre el misticismo no solo detrás del libro en que se inspiró, sino también de la autora de la historia: la misteriosa Elena Ferrante.

The Lost Daughter
Ya conocíamos el trabajo de Maggie Gyllenhaal como una actriz reconocida y ha sido una grata sorpresa verla detrás de la cámara como una directora a la que deberemos seguir de cerca en el futuro. The Lost Daughter es su carta de presentación como cineasta, ganándose una buena recepción tras su proyección en diversos festivales.
Pero la cinta no solo funciona gracias a la gran dirección de la mujer que la comanda; también tenemos que hacer énfasis en la tremenda interpretación de Olivia Colman -que siendo honestos, no es raro que nos sorprenda con la calidad de su actuación-. Desde los tráilers, ya podíamos saborear una trama llena de tensión y una atmósfera que para nada se siente en calma.
Un thriller psicológico, a fin de cuentas, que evoca la obsesión y los demonios del pasado de la protagonista como el principal motor de su argumento. Mucha sustancia, sin duda.
La dirección de Gyllenhaal y la actuación de Colman son la apuesta perfecta que se requirió para adaptar La figlia oscura (su título original), la novela de 2006 escrita por Elena Ferrante de la cual Maggie adquirió los derechos en 2018. A grandes rasgos, el libro nos muestra la historia de Leda, una mujer de mediana edad divorciada que ha decidido tomar unas vacaciones de verano.
Todo parece tranquilo hasta ese momento, donde se le aprecia aparentemente a gusto. Pero conforme avanza la historia, nos encontramos con una vida torturada donde la maternidad se cuestiona y como dijimos, la obsesión, la ataduras del pasado y otros detalles desentierran los rasgos más impactantes de nuestra protagonista.
Y debido a ese carácter misterioso que se siente tanto en la película como en la novela, es que nuevamente se ha puesto sobre la mesa la mítica pero desconocida identidad de la propia autora, la ya mencionada Elena Ferrante, como uno de los misterios más llamativos de la literatura contemporánea.
Elena Ferrante
El misticismo, el misterio, el anonimato y más… todo eso forma parte de la identidad -o bueno, de su figura intangible- de Elena Ferrante. Y es como indican diversos medios, sabemos de la escritora solo lo que ella ha decidido ventilar a la luz pública, que en términos generales son cosas muy básicas. Incluso, hay quienes cuestionan si se trata de un hombre detrás de la pluma.
Se sabe que es la misteriosa autora es italiana y nació en Nápoles, por lo que en este 2022 cumplirá 79 años…. o al menos ese es el dato duro que se encuentra en internet. Igual, solo para dejarlo claro, ‘Elena Ferrante’ es solo un sobrenombre. Sus primeras novelas ganaron más repercusión en el mundo con el paso de los años, pero desde su publicación se veía la calidad de sus historias, siempre inclinadas hacia el feminismo, la maternidad, los vínculos de la mujer con su entorno y más.
La primera obra que entregó fue El amor molesto de 1992 (L’amore molesto en su título original), calificada como uno de sus grandes trabajos aunque no con una venta exagera de ejemplares. Aún así, esta fue la primera de sus novelas que se adaptó al cine, con una entrega italiana en 1995 conocida como Nasty Love o Troubling Love en diversos países.
También se sabe que desde esa primera publicación, ella pidió el anonimato a como diera lugar. Y así, como hemos dicho a lo largo de este texto, se acrecentó el misticismo de la celebre autora, sobre todo cuando en los 2000 comenzó a publicar sus novelas con mayor periodicidad (pasaron prácticamente 10 años entre su primer libro y el segundo, Los días de abandono de 2002).
Otro aspecto peculiar es que en realidad, poca gente sabe quién está detrás del pseudónimo de Elena Ferrante. En ese sentido, las únicas personas que tienen certeza de quién es ella en realidad son Sandra y Sandro Ferri, los presidentes y cofundadores de Edizione E/O, la editorial con la que la autora ha trabajado toda la vida…. y respetuosos de sus deseos, ellos han guardado el secreto de su verdadera identidad.
El vínculo con Anita Raja
Luego de que en 2006 se publicara La figlia oscura (el libro que inspira The Lost Daughter) y en 2011 la primera parte de la conocida saga de las ‘Dos amigas’, la popularidad de Elena Ferrante subió como la espuma. A partir de ahí, el mito de su identidad comenzó a hacer más ruido no solo en la comunidad literaria de Italia, sino en el mundo entero.
Y así, digámoslo de alguna manera, comenzó la cacería de la identidad de Ferrante. La más certera de las investigaciones la llevó a cabo el periodista Claudio Gatti por allá en 2016. De acuerdo con The New York Times, Gatti encontró algunos registros financieros y algunas características literarias para afirmar que Elena Ferrante era en realidad una mujer llamada Anita Raja.
¿Y quién es Anita Raja? Descendiente de una judía de origen polaco y un hombre oriundo de Nápoles, Anita Raja es conocida por ser, dentro del círculo literario italiano, una destacada traductora que ha llevado al italiano varias obras de muchos autores alemanes célebres (su relación con Alemania es bastante cercana por su familia materna quienes vivieron en la Alemania Nazi).
En términos generales, Gatti menciona en su investigación que los ingresos financieros de Raja no correspondían a los de una traductora. Otro detalle es que Anita ha hecho traducciones precisamente para la editorial E/O, con la que trabaja la misteriosa Elena Ferrante de toda la vida. La investigación únicamente sugiere la posibilidad sin confirmarla.
Las otras posibilidades detrás de la identidad de Ferrante
A la teoría de que Anita Raja es Elena Ferrante, se suma un vínculo más con su esposo Domenico Starnone. Desde 2005 a la fecha, varios analistas italianos han encontrado supuestas similitudes entre la forma de escribir, la prosa y otros detalles entre la obra de Starnone y Ferrante. A raíz de ello, se ha especulado que las obras de la misteriosa autora serían un trabajo conjunto de Raja con su propio esposo, el mencionado Domenico.
Desde luego, ellos lo han negado y así también lo han hecho los jefes de la editorial E/O, quienes han pedido expresamente que se deje de lado la especulación. Hace algunos años, se pensó que el misterio se había resuelto cuando salió una publicación en redes sociales donde Raja habría admitido su identidad como Ferrante, pero no se trato más que de una jugarreta de Tommasso Debenedetti, el autoproclamado ‘campeón italiano de la mentira’ en el ámbito periodístico (sí, así de raro suena pero es real).
Al no confirmarse la teoría de Raja y Starnone, otras ideas -también sin confirmarse- sugieren que Elena Ferrante podría ser la autora Marcella Marmo o los escritores Michele Prisco, Erri De Luca, Goffredo Fofi, etc. Pero la historia y el misticismo tras la identidad de Ferrante no desaparecen…. y honestamente, no parece que se resuelva.
“Lo que más cuenta para mí es conservar un espacio creativo que parezca lleno de posibilidades, entre ellas las técnicas. La ausencia estructural del autor tiene un efecto sobre la escritura que quisiera seguir explorando“, dijo Elena Ferrante en una entrevista por correo electrónico (como suelen ser la mayoría de sus declaraciones) a The New York Times en 2014. ¿Sabremos alguna vez quién es la persona detrás de The Lost Daughter en realidad? Solo el tiempo lo dirá y eso, si la escritora quiere.
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