La editorial argentina Ethos realizó su propia versión de El Principito y la tituló La Principesa, una historia en la que el 60% de sus personajes son mujeres y viene escrito con lenguaje inclusivo, lo que ha causado una división de comentarios en redes sociales.
Como la gran mayoría de las personas sabrá, El Principito (Le Petit Prince, su título original) es una obra literaria creada por Antoine de Saint-Exupéry en 1943, que narra la historia de un pequeño niño de cabello rubio, habitante de un asteroide que se enamora de una rosa.
De su publicación a la fecha han transcurrido ya 77 años, tiempo en el que la obra ha transcendido en diferentes generaciones y ha traspasado las diferentes etapas de la historia, llegando hasta este momento. En 2018, siglo XXI, en la era de la informática, el lugar donde las luchas feministas parecen más fuertes que antes y donde las opiniones deben ser arrojadas con pinzas, aparece una nueva versión de la popular novela.
En este contexto, un par de mujeres, Julia Bucci y Malena Gagliesi, se aliaron a Ethos para convertir El Principito en una obra más incluyente. Mientras que Bucci se encargó de la traducción, a Gagliesi le tocó la idea de la reinterpretación de las ilustraciones, haciendo lucir a las imágenes icónicas de la historia en cosas totalmente diferentes.
¿Un texto políticamente correcto o una historia inclusiva?
Al meterle mano a El Principito, Bucci y Gagliese no se guardaron nada. Las autoras deconstruyeron gran parte del texto para que pudiera leerse sin tintes sexistas, sin embargo, esto causó la furia de algunos amantes de la obra de Saint-Exupéry. quienes opinan que la edición trasgrede la obra para convertirla en algo más amable con la hipersensibilidad de esta sociedad.
Además de usar lenguaje inclusivo, las autoras de esta versión también decidieron cambiar ilustraciones clásicas como la de la serpiente que escondía en su interior a un elefante y convertirlo en un volcán debido a que así lucía “menos violento”.
De acuerdo al portal Espejos Literarios, que se encarga de promover esta nueva versión, Bucci y Gagliese respetaron lo esencial de la obra “eso que, para Saint-Exupéry, es invisible a los ojos.”
Por acá un ejemplo:
OBRA ORIGINAL
Cuando yo tenía seis años vi en un libro sobre la selva virgen que se titulaba “Historias vividas”, una magnífica lámina. Representaba una serpiente boa que se tragaba a una fiera. Esta es la copia del dibujo.
En el libro se afirmaba: “La serpiente boa se traga su presa entera, sin masticarla. Luego ya no puede moverse y duerme durante los seis meses que dura su digestión”.
Reflexioné mucho en ese momento sobre las aventuras de la jungla y a mi vez logré trazar con un lápiz de colores mi primer dibujo. Mi dibujo número 1 era de esta manera:
Enseñé mi obra de arte a las personas mayores y les pregunté si mi dibujo les daba miedo.
–¿Por qué habría de asustar un sombrero? – me respondieron.
Mi dibujo no representaba un sombrero. Representaba una serpiente boa que digiere un elefante. Dibujé entonces el interior de la serpiente boa a fin de que las personas mayores pudieran comprender. Siempre estas personas tienen necesidad de explicaciones. Mi dibujo número 2 era así:
LA PRINCIPESA
Y las reacciones fueron las siguientes:
#ElPrincipito ya es el mejor libro en su categoría, modificarlo con el lenguaje ‘inclusivo’ es una ofensa para el autor. Las personas brillantes no deberían reescribir libros, sino crearlos
— Nestora (@Nstorapasalagua) 25 de octubre de 2018
Y así dicen que la ideología de género no “impone”: Editorial lanza versión no sexista de “El Principito”: han recibido hostigamientos de antifeministas https://t.co/FryMjqnpdb
— Florencia Ruiz-E (@FlorenciaRE) 25 de octubre de 2018
El Principito es por excelencia la obra literaria que no distingue edades, géneros, nacionalidades… Es universal, atemporal. La víbora y el elefante el símbolo de la imaginación, lenguaje universal que todos identificamos al verlo. Están arruinando todo.https://t.co/GnmDGmCud1
— Gre 🐍 (@SchGretel) 25 de octubre de 2018