En los últimos cinco años, el aceite de coco ha ganado popularidad en las cocinas del mundo, bajo la premisa de que tiene menos colesterol y es más saludable que el de cártamo o el oleico. Eso hasta que Karin Michels, directora del Instituto para la Prevención y Epidemiología de Tumores de la Universidad de Friburgo, asegurara en una conferencia que el aceite de coco es “Veneno puro” calificándolo incluso como “uno de los peores alimentos que se puede ingerir.
La también profesora de la Escuela de Salud Pública TH Chan de la Universidad de Harvard, señaló que el contenido de grasa saturada en el aceite de coco, puede estar relacionado con el colesterol (malo) LDL y por lo tanto, llegar a obstruir las arterias, aumentar el riesgo de padecer enfermedades coronaria.
Ha pasado mucho tiempo desde que se cuestionaron los peligros de las grasas saturadas. Está comprobado que factores como el historial de tabaquismo y la genética son más propensos a aumentar el riesgo de eventos cardíacos y ataques cardíacos.
Pero la profesora Karin expresó su preocupación sobre las calorías en el aceite de coco. Una cucharada de aceite de coco tiene hasta 117 calorías, incluso tiene más grasas saturadas que la mantequilla y la manteca. Pero, ¿entonces por qué todo mundo lo recomenda?
Desde tiempos ancestrales, el uso del aceite de coco se ha ocupado como remedio casero en algunos padecimientos, como cosmético de la piel y en recetas de cocina, de hecho, algunos famosos presumen de los beneficios que sienten al consumir aceite de coco.
La actriz Angelina Jolie se toma una cucharada de aceite de coco en el desayuno casi todas las mañanas, mientras que la modelo Miranda Kerr asegura que no solo lo añade a ensaladas y batidos sino que también lo usa para cocinar y se lo pone en la piel. Pero si es un veneno, ¿no estaríamos viendo un aumento en muchos problemas de salud entre los millones de consumidores que ahora lo usan como su principal aceite dietético?
Las afirmaciones de Michels, encendieron un debate entre la comunidad médica, aunque después de varios dimes y diretes, muchos doctores llegan a la conclusión de que al igual que la mantequilla, el aceite de cártamo y las grasas en general, conducen a un deterioro en la salud por la cantidad de grasas saturadas, sin embrago, hablando de aceite de coco debe tenerse en cuenta que su consumo está bien en la medida en que lo haga con moderación.