Hace mucho tiempo, cuando éramos felices y no lo sabíamos, 5 pesos eran suficientes para comprar unos chicharrones y un Boing de triángulo. Una buena torre de tazos te daban horas enteras de diversión con tus compas, quienes peleaban a muerte por tener el tazo que seguramente saldría en la bolsa de papas del día siguiente (que también costaba menos de 5 pesos). La primaria era un lugar de felicidad del que salías y te ibas a tu casa, comías el guisado delicioso que había preparado tu abuelita y te ponías a ver la televisión abierta donde salían caricaturas en el canal en el que también se veía el “Servicio a la comunidad”.
Una de esas “caricaturas” para después de la comida, y antes de empezar la tarea, era Dragon Ball, el cual nunca llegaba a su fin y se caracterizaba, recordamos, por tener secuencia en su historia durante semanas para de repente romper con todo lo visto. Es decir, te quedabas a la mitad de un torneo cuando, sin previo aviso, te pasaban un episodio del pasado (a veces muy pasado). El resultado era ver, de nueva cuenta, lo que ya te habías chutado desde antes… ¿Teníamos un problema con esto? De ninguna manera porque Dragon Ball era el sinónimo de que todo estaba bien, y si Goku podía superar adversidades, entonces nosotros también.
¿Recuerdan la primera vez que vieron un episodio de Dragon Ball?
Probablemente no lo recuerdes, o al menos no con la fecha exacta. Pero lo que sí te podemos decir, es cuándo miles de japoneses vieron por primera vez un capítulo de este anime. Un día como hoy, pero de 1986, se transmitió el primer episodio a través de Fuji TV, televisora japonesa de alta popularidad en el país nipón. Diez años después, en 1996, llegaría a México con su primera transmisión y con la primera temporada, la cual consta de más de 15o episodios.
La primera entrega de Dragon Ball nos presentó a Kakaroto (Goku para los cuates), un niño huérfano que llega a la Tierra, y en su camino se encuentra con Bulma, una chica que está buscando las esferas del dragón. Goku tiene una, y Bulma tiene dos, y cuando logran reunir las 7 que son, podrán convocar al dios dragón, llamado Sherón, para pedirle un deseo. Acá también conocimos al maestro Roshi, la bonita nube Kinton, Yamcha, Krilin, Oolong, Pu’er, Pilaf, hasta el infame Ōzaru.
Otra de las cosas que más recordamos, es la canción de inicio que arrancaba de esta forma: “Vamos a buscar, las esferas del dragón. Es el secreto más estremecedor. ¡Vamos a atrapar las esferas del dragón! Un milagro increíble se esconde ahí…“. Esta fue, en realidad, uno de nuestros primeros acercamientos musicales que nos sabíamos de memoria. Por supuesto, luego le siguieron más canciones (más intensas, obviamente) como el “Cha-La Head-Cha-La”, tema principal de Dragon Ball Z donde ya comenzó lo bueno y quizá la parte de Dragon Ball que más recordamos.