Ya por fin podemos ver en Netflix El eternauta, una de las producciones más destacadas del streaming en Latinoamérica para este 2025 al tratarse de una adaptación del cómic homónimo creado por Héctor G. Oesterheld, obra determinante de la ciencia ficción en español.

Ricardo Darin en El eternauta
Ricardo Darin en El eternauta / Foto: Netflix

El eternauta y la cotidianidad de la supervivencia

La historia que plantea El eternauta nos lleva a una Argentina en el verano, pero desolada y devastada tras una tormenta de nieve tóxica que termina con la mayoría de las personas. Los sobrevivientes casi no se cuentan, y resultan ser personas que por casualidad o suerte, evitaron la tormenta.

¿Quién está detrás de este ataque?, ¿cómo es que los sobrevivientes podrán resistir a la amenaza constante?, ¿quiénes son aquellos que pueden restaurar el orden?

Imágenes de los personajes de El eternauta
Imágenes de los personajes de El eternauta / Foto: Netflix

El eternauta nos lleva por la cotidianidad de la supervivencia, pues nuestros protagonistas comandados por Juan Salvo, son personas normales, personas que no están entrenadas, personas que no nacieron para ser héroes, al menos no individuales. ¿Pero no acaso eso es lo que somos todos?

La historia fascinante de El eternauta, es apenas el principio de todo lo que hay detrás. Y en realidad, la misma historia del autor, Héctor G. Oesterheld, amerita contarse aparte para revelar la importancia no sólo de la obra, sino del arte como resistencia.

La publicación de El eternauta

El héroe verdadero de ‘El eternauta’ es un héroe colectivo, un grupo humano, decía Oesterheld. El único héroe válido es el héroe ‘en grupo’, nunca el héroe individual, el héroe solo. El protagonista de El eternauta, Juan Salvo, no podría existir sin el resto de los sobrevivientes, no podría actuar sin su compañía, no estaría ahí sin ellos.

El primer número de El eternauta se publicó de 1957 a 1959 en la revista Hora Cero Suplemento semanal con ilustraciones de Francisco Solano López, y si bien es u mayor obra (la más conocida, pues), también tiene en su historial un montón de títulos que le anteceden como Bull Rocket, Sargento Kirk, Sherlock Time, Ernie Pike y Randall.

Portada de la primera publicación de El eternauta en 1957
Portada de la primera publicación de El eternauta en 1957 / Foto: Hora Cero

La última dictadura en Argentina

Arrancaba el 24 de marzo de 1976 cuando tres comandantes le comunicaron a María Estela Martínez de Perón que ella ya no era la presidenta de Argentina. Al país lo había tomado las Fuerzas Armadas a través de un golpe de Estado, el último intento de establecer una dictadura tras cinco eventos anteriores (casi que uno por década).

Durante siete años, la dictadura militar en Argentina estableció el terror como orden, y para el cual se tomaron varias medidas como censura y control hacia los medios de difusión masiva o el fin de los sindicatos; pero sobre todo, una política de eliminación para los opositores.

La desaparición forzada, como en la mayoría de los regímenes militares, se utilizó como un mecanismo para mantener a raya a las y los ciudadanos, los cuales eran llevados a centros clandestinos para ser torturados y asesinados. No hay una cifra exacta de las víctimas de desaparición en Argentina durante esta última dictadura, pero se calculan 30 mil.

Maria Estela de Perón en Argentina
Maria Estela de Perón en Argentina / Foto: Getty Images

La desaparición de Héctor G. Oesterheld

Uno de ellos es Héctor G. Oesterheld. Apenas había publicado El eternauta II, escrito entre la clandestinidad de la persecución de los opositores, cuando el 27 de abril de 1977, Oesterheld fue secuestrado en La Plata por parte de los llamados grupos de tareas de las Fuerzas Armadas, encargados de las desapariciones.

El compromiso político de Oesterheld ya era evidente desde su obra en la década de los 60, pero sobre todo al formar parte de los Montoneros, una de las organizaciones guerrilleras llamadas a la resistencia peronista, y que se fundaron antes de la dictadura (con fuertes tensiones, de hecho, con el mismo Perón antes de su muerte y el ascenso de su esposa a la presidencia).

Héctor G. Oesterheld con su esposa y sus hijas pequeñas
Héctor G. Oesterheld con su esposa y sus hijas pequeñas / Foto: argentina.gob

Pero no sólo fue él. De acuerdo con reportes, las hijas de Héctor G. Oesterheld llamadas Diana, Beatriz, Marina y Estela, también fueron secuestradas y asesinadas junto a sus respectivas parejas. Dos de ellas estaban embarazadas, y algunas ya eran madres.

Durante años se reunieron testimonios de personas que lo vieron mientras estuvo “detenido” en distintos centros como El Vesubio, Sheraton y El Campito. Su caso ha servido para hablar de los horrores de la dictadura, y a pesar de la importancia mediática como autor de El eternauta, su familia sigue a la espera de justicia.

Nadie sabe dónde terminó Oesterheld, ni sus hijas, y por ende, sus nietos. Si bien su historia se recuperó de a poco gracias a los conocidos Juicio de las Juntas, en los cuales se señalaron a los primeros oficiales de las Fuerzas Armadas que estuvieron detrás del golpe de Estado en 1976, la herida sigue abierta como los de otros miles de argentinos.

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