Ante la inminente llegada de los Oscar, dos grandes ídolos en nuestro país decidieron tomarse una noche para relajarse, de modo que se sientan frescos el día de la premiación. Así es como Alfonso Cuarón y Alejandro González Iñárritu asistieron a una cena en Los Ángeles, donde la comida fue preparada por los mismísimos Massimo Bottura y Enrique Olvera.
Manjares cocinados por los mejores
Es importante mencionar que los cineastas no comieron cualquier cosa. De hecho, tanto Bottura como Olvera son considerados como estrellas en el mundo de la cocina, ya que sus platillos son conocidos nacional e internacionalmente.
Son realmente pocos los que saben integrar disciplinas como el arte, la cultura y la gastronomía, por eso es que Massimo Bottura es considerado como un talento inigualable en el rubro culinario. Por si eso fuera poco, es bien sabido que el chef es además dueño del restaurante italiano Osteria Francescana, que es considerado actualmente como el mejor del mundo.
Por su parte, Enrique Olvera se defiende bastante bien en estos lares. Él estudió en el Culinary Institute of America, en Nueva York, donde perfeccionó su propio estilo de cocina. Para el año 2000, ya había amasado conocimiento y recursos suficientes como para inaugurar Pujol, que es conocido como el mejor restaurante en México.
Una noche agradable entre amigos
Dejando a un lado las introducciones, regresamos al tema de la cena. Estos cuatro personajes se reunieron para convivir y comer cosas riquísimas junto a otros invitados, entre los que se encontraban Yalitza Aparicio y el famoso fotógrafo Jean René, conocido también por su pseudónimo “JR”.
Como JR estaba celebrando su cumpleaños, aprovechó el momento para tomar algunas fotos y videos, de modo que aparecieran en sus historias de Instagram.
Y si quieren saber qué fue exactamente lo que comieron Cuarón, Iñárritu, Yalitza y René, entonces deben echar un vistazo a la foto con el menú. Al parecer, este curioso evento también tuvo la colaboración de Parenai, firma de relojes suizos tan importante, que el producto más barato en su inventario tiene un precio de 6,500 euros.
No cabe duda de que los famosos se dan una vida que sólo podemos ver en nuestros sueños más locos. Tal vez no todos podamos comer platillos tan sofisticados como esos, pero siempre podemos cerrar los ojitos e imaginar que nuestro taquito de suadero es una ‘Fluke Tostada’ o algo por el estilo.