Desde el 2013 que Alfonso Cuarón ganó Mejor Director por Gravity, afortunadamente, los mexicanos nos hemos acostumbrado a ver nombres paisanos nominados en las mejores categorías. A partir de esa fecha, Cuarón, junto con Alejandro González Iñárritu, Emmanuel “El Chivo” Lubezki y Guillermo del Toro, casi casi monopolizaron la categoría. De la mano de su genialidad, también hemos visto historias mágicas desenvolverse como la de Yalitza Aparicio y sus compañeros de producción de Roma: Marina de Tavira, Eugenio Caballero y Bárbara Enríquez.
Extrañamente, el 2019 vio a unos Premios Oscar sin un solo nombre mexicano, pero esto no se quedaría así por mucho tiempo. El director de fotografía Rodrigo Prieto, alzó la mano para convertirse en uno de los dos mexicanos nominados para la premiación del 2020 por Mejor Fotografía en la película de Martin Scorsese The Irishman (Mayes C. Rubeo es la otra nominada). Esta no sería la primera vez que de la mano de Scorsese, Rodrigo Prieto se cuelga una nominación. En 2016 fue nominado por su fotografía en Silence.
La verdad es que los mexicanos somos bien diferentes, pero si algo nos caracteriza a todos es el gusto por ver triunfar a nuestros paisanos en el extranjero. Así que con toda la buena vibra para Rodrigo, queremos repasar su competencia en estos premios ya que no la tiene nada fácil.
Nominados por Mejor Fotografía en los Oscar 2020
The Irishman – Rodrigo Prieto
Primero, vamos a sumergirnos un poco en el trabajo de Rodrigo Prieto. Para llevar The Irishman a la pantalla con Al Pacino, Joe Pesci y Robert De Niro interpretando versiones más jóvenes de sí mismos, el rodaje tuvo que emplear tecnología nueva para el envejecimiento facial, efectos visuales innovadores y técnicas fotográficas. Para lograr esto, Prieto, utilizó un enfoque de las imágenes por cualquier medio necesario, inventando nuevos equipos y técnicas de cámara para grabar la acción sin afectar las actuaciones de los actores o la visión de Scorsese. Prieto explicó un poco sus esfuerzos y el nuevo equipo de cámara que diseñaron solo para esta película.
“La parte esencial de todo esto era la apariencia que estábamos buscando. Queríamos que la película tuviera este sentimiento de memoria, y sentí que era importante fotografiarla con emulsión de película, con negativo de película”, dijo Prieto en una entrevista. Su idea era filmar todo como en la vieja escuela. Pero la tecnología involucrada para los efectos visuales y de envejecimiento no lo dejaron. “Entonces, para mí, se convirtió en elegir una cámara que pudiera mapear los colores y las tablas de búsqueda de Kodachrome y Ektachrome, etc., en una cámara digital que coincidiera con la cámara de la película, de la forma en que el negativo de la película era respondiendo a ese look“.
El trabajo de Rodrigo Prieto trasciende mucho más allá de lo que vemos en pantalla. Su genialidad para crear una fotografía que narrara a la par lo que Martin Scorsese quería contar fue fundamental para verla ser nominada por mejor película.
Joker – Lawrence Sher
Lawrence Sher tiene una relación longeva de trabajo con Todd Phillips. Desde la trilogía de Hangover se han involucrado en varios proyectos juntos, pero nunca del tamaño de Joker. Para esta película, el trabajo de Sher fue fundamental. El uso de la cámara y el color en esta cinta es monumental. Y esto no solo se aprecia en la estética visual de la película que es tremenda, sino la forma de emplearlos para hacer que la curva narrativa de Arthur Fleck sea mucho más impactante.
Un claro ejemplo que aborda Sher en varias entrevistas, es la escena en la que Arthur Fleck está bailando y bajando las escaleras gigantes. Sher explica la escena:
“Esa escena es una celebración de él aceptando su verdadero yo, que es su yo más villano y la persona que todos conocemos. Es diferente al trabajo de cámara lento, deliberado y muy meditativo que existe al comienzo de la película. En las primeras escenas en las escaleras, nos desplazamos muy lentamente. Para la última escena en las escaleras, utilizamos una grúa tecno, que nos dio fluidez para movernos con él y crear energía. Baila a través del marco, iluminado con una luz cálida y esperanzadora. Él, tal vez por primera vez en su vida, se siente poderoso”.
Continúa para explicar la gama de color: “El color en la película representa dos lados de él: el azul oscuro su lado aislado y solitario, y la luz más cálida, el lado más esperanzador. Incluso si ese futuro es con su madre. Cuando él está viendo la televisión con ella o bañándola en la bañera, hay un calor más reconfortante. Hacia el final de la película, elige esa parte oscura de sí mismo y le devolvemos el calor. Él está, una vez más, esperanzado, incluso si es para un nihilista y caótico en el futuro. En su opinión, es el futuro lo que quiere abrazar”.
The Lighthouse – Jarin Blaschke
El lenguaje visual de The Lighthouse va mucho más allá de una película en blanco y negro. La forma de capturar la luz en este terror psicológico es esencial para narrar los aspectos por los que pasa la mente de ambos personajes. Al igual, el aspecto cuadrado de 1.2 de radio para contar la historia es fundamental para meternos en todo lo que pasa en la película. En cuanto a esto último, el mismo Blaschake cuenta lo que hay detrás de esta decisión: “Parecía una gran forma de presentar la historia y luego tiene otro beneficio secundario de transportarte: es claustrofóbico, tiene un falo gigante y solo hay dos hombres. E incluso si los pones en un tiro doble, los estás apretando para ponerlos en ese marco; Apenas pueden caber”.
En cuanto al blanco y negro, hay un truco atrás de lo que vemos para tener la máxima cantidad posible de textura, pero que al mismo tiempo la oscuridad sea penetrante. “¿Cómo creamos una apariencia en blanco y negro que sea especial y que dé la mayor textura y sea la más interesante para esta historia? Así que filmamos en negativo en blanco y negro porque hay una forma en que los negros simplemente tocan fondo de una manera que no se puede obtener disparando color”, dijo Blaschake.
Estas son solo una de las decisiones que llevaron a Blaschake a obtener una nominación al Oscar. Ya que en esta película nos podríamos seguir hablando de las texturas, los filtros que usaron y el idioma visual que eligieron y lograron para la película.
1917 – Roger Deakins
Probablemente la cinematografía de 1917 es la más complicada de lograr de todas las nominadas (no necesariamente la mejor). Para esta película ambientada en la Primera Guerra Mundial, Roger Deakins se aventó el reto de que toda la película pareciera que fue grabada en una sola toma. Algo que Iñárritu dominó en Birdman e hizo que le valiera el Oscar.
Cuando Deakins recibió el guión por primera vez, en la portada aparecía la siguiente frase: “Esto se visualiza como una historia en tiempo real, filmada con una sola toma”. Aunque al principio le pareció algo fuera de lo normal, conforme fue leyendo el guión le hizo mucho más sentido esta forma narrativa. Cuando le preguntaron cuál fue el reto más grande de todos, Deakins contestó:
“Averiguar el equilibrio correcto del disparo. ¿Estás detrás de ellos (los soldados) todo el tiempo? ¿Con qué frecuencia tienes que estar en sus caras? ¿Es demasiado claustrofóbico arrastrarlos por una zanja? Una vez que nos decidimos por la sensación de la cámara, fue solo un desafío técnico descubrir cómo dividir nuestra única toma en secciones para que fuera manejable”.
La película se grabó a lo largo de 65 días y en su mayor parte en una secuencia. Sin tener en número exacto de tomas, realmente son muy pocas las que conforman a 1917. De hecho hay algunas de hasta 7 minutos de duración. Para todos los que ya vieron la película, saben que esta manera de presentar la película fue perfecta y sirvió mucho para meternos en la historia. Aquí hay un muy fuerte contendiente para el Oscar.