Por Roco Casillas
Con la llegada de War for the Planet of the Apes, la entrega final del más reciente reboot de El Planeta de los Simios, tenemos la excusa perfecta para hacer un maratón con estas fantásticas películas. Igualmente, podemos apreciar la manera en que una franquicia fue revivida después de la infamia cometida por Tim Burton tan sólo 10 años antes [se vale saltarse ésa en el maratón].
En particular, quisiera clavarme en la primera de las películas de la nueva saga: Rise of the Planet of the Apes (conocida también por su atinado título en español latino: El planeta de los simios: [R]evolución).
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Por mera cortesía, advierto que siguen una cantidad infame de Spoilers.
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[R]evolución es una película plagada con referencias a la saga original, que cuenta con cinco títulos: El Planeta de los Simios, Bajo el Planeta de los Simios, Escape del Planeta de los Simios, Conquista del Planeta de los Simios y Batalla por el Planeta de los Simios (qué bárbaros, se rompieron el coco con los nombres).
La mayoría de las referencias que aparecen en esta película son sólo guiños a la franquicia original. Por ejemplo, “Bright Eyes” es el nombre que le dan a la chimpancé que protagoniza la primera parte de [R]evolución, y este mismo nombre es el que sus simiescos captores dan al semidesnudo Charlton Heston en la película original. “Bright Eyes” es tratada con el fármaco ALZ-112, que hace referencia a la duración total de la primera película; y engendra a César, que comparte nombre con el protagonista de Conquista, y de igual manera se encarga de liderar el levantamiento del simio contra la humanidad.
También aparece mencionada la nave “Icarus”, que llevó a los astronautas de la primera película a un misterioso planeta gobernado por changos, y que (¡OH, SORPRESA!) resultó ser la Tierra. Pero bueno, para ver más monadas (¡JA!) y guiños de esta película, y así ser el alma de la fiesta de aquí a finales de julio, pueden entrar a estos links 1 y 2. Nosotros no perderemos más tiempo con trivialidades, y procederemos a ponernos hardcore.
Hay dos momentos en [R]evolución que logran ser más que coqueteos con las películas anteriores ya que son genuinamente significativos para la trama en la que están inscritos. El primero de estos sucede cuando César se encuentra jugando en el ático de su casa, sin deberla ni temerla, y se altera al ver cómo un vecino ataca física y verbalmente a un anciano con Alzheimer, que vendría siendo algo así como su abuelo. A continuación, el chimpancé procede a defender al anciano, atacando a su agresor y arrancándole un dedo. Acto seguido, César es capturado por la policía veterinaria y el resto es historia. Cuando observamos con atención la escena que precede a este ataque podemos notar que el simio se encontraba armando un rompecabezas muy particular:
¡Es la estatua de La Libertad! Pero, ¿Dónde hemos visto eso antes?
Ahora, lo que vuelve esta referencia particularmente ominosa es que a partir de dicho momento todo empieza a ir de bajada: el dulce César es llevado a una prisión mexicana donde en numerosas ocasiones es abusado física y psicológicamente por figuras de autoridad supuestamente encargadas de resguardar a los reos, y que viven en total impunidad gracias a intrincadas redes de corrupción y morosidad institucional.
Ah, no.
Momento. Lo llevan a un refugio para simios.
Bueno, básicamente pasa lo mismo.
El caso es que debido a esta experiencia traumática comienza a germinar la semilla que llevará a César a levantar en armas a su especie para liberarse del yugo del humano. Es entonces que podemos establecer, como indica Matt Singer, que este momento es el detonador de la caída del humano, y lo vemos representado con el simio que nos derrocará jugando con el símbolo de la libertad más popular de la cultura occidental, un símbolo que sólo aparecerá de nuevo en el ciclo de estas películas cuando la humanidad se encuentre reducida a escombros.
Sub: CHAN CHAN CHAAAAAAAAAAAAAN
El segundo evento, íntimamente ligado a este punto de quiebre en la historia símica, sucede cuando César decide tomar revancha de uno de sus cuidadores, quien era particularmente cruel con los simios. Este cuidador es Tom Felton, el mismísmo Draco Malfoy.
César agarra la mano del cuidador para frenar su golpe, y éste grita: “Take your stinkin’ paw off me, you damn dirty ape!” a lo cual el simio responde con un épico “NO!“.
En esta escena están sucediendo dos cosas particularmente relevantes para la cronología interna de la saga. Primero, esas palabras son prácticamente las mismas que George Taylor (Charlton Heston, pues) dice cuando es re-capturado por los simios y con las cuales descubren que puede hablar. De la misma manera, estas palabras están presentes en el momento de la revelación del habla de la especie dominada, y en el caso de [R]evolución la ruptura se da con una expresión sencilla pero poderosa: No.
Esta palabra es referencia directa a Escape del Planeta de los Simios, donde nos enteramos, mediante Cornelius y Zira, dos chimpancés que llegaron del futuro en la nave espacial de Charlton Heston para escapar de una tierra destruida por armas nucleares, que tras la extinción de los perros y gatos domésticos, a los humanos les dio por usar simios como animales de compañía. Poco tiempo después, al percatarse que sus nuevas mascotas eran mucho más inteligentes y capaces que los canes o los felinos, decidieron volverlos esclavos. Eventualmente, los esclavos se rebelaron contra sus amos, y el inicio de esta lucha por la libertad está marcada, como lo indican los Rollos Sagrados de la historia símica, con un simio que habló por primera vez y respondió a su amo: ¡No!
La escena, entonces, utiliza un juego de referencias a las películas originales para mostrar que está tomando en cuenta el folklore establecido por ellas, aunque lo modifique en algunos detalles para llevarlo a sus propios fines. En ella estamos presenciando el nacimiento de un evento que sabemos será transmitido por las sociedades símicas hasta el final de los días. Esto sólo había sido retratado con anterioridad en Conquista. Sin embargo, tenía un final tan despiadado y confrontativo con las audiencias blancas de los 70 que tuvo que ser cambiado.
[R]evolución es un gran ejemplo de cómo rebootear una franquicia y tomar lo mejor de sus antecesores para contar una nueva y refrescante historia, una de esas bonitas costumbres que, si no me equivoco, la industria del cine ha tomado de los cómics en las últimas décadas.
¿Qué nos espera en la saga del Planeta de los simios?
¿Qué nos deparará el final de War for the Planet of the Apes? Ni idea. Si en algo se ha especializado esta nueva trilogía del Planeta de los Simios es en dar sorpresas. Al menos en los trailers ya nos regalaron un guiñazo a Conquest of the Planet of the Apes como se puede apreciar aquí y aquí.
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Roco Casillas estudió literatura inglesa en la UNAM. Es músico y estudia una maestría en gestión cultural.
Twitter: @rocorcholata