Bien dicen que las mascotas son la mejor compañía del humano. Por eso y desde hace muchos años, Karl Lagerfeld tuvo a su lado a Choupette, una gatita birmana que más allá de ser un animalito, se convirtió en la it pet y fuente de inspiración del director creativo de la maison Chanel. Pero no solo eso, sino que también aumentó las cuentas bancarias del káiser de la moda, al hacerle ganar en 2015 tres millones de euros con dos campañas: la primera para la marca de cosméticos Shu Uemura y la otra para el calendario de autos, Vauxhall Corsa.
Es por esto y más que Lagerfeld jamás escatimó en los cuidados para Choupette. Vuelos en primera clase, nanas, una cuenta de Instagram, un libro de 128 páginas (Choupette: The Private Life of a High-Flying Fashion Cat) y no solo eso, sino que ahora es la heredera de la fortuna del diseñador de modas, quien falleció este 19 de febrero a los 85 años en París, Francia.
Con apenas ocho años de vida, esa gatita birmana de pelo blanco y grandes ojos azules, se ha convertido en la mascota más afortunada del mundo al quedarse huérfana. En palabras del propio modisto de la maison a su gente más allegada, Choupette sería una de las herederas de su fortuna. Ahora la agencia de noticias EFE ha confirmado dicho comentario.
La gatita de Karl Lagerfeld cuenta con tres empleadas a su cargo, y además tenía dos niñeras que cuidaban de ella y la acompañaban las 24 horas. Una de sus empleadas es Ashley Tschudin, quien es la encargada de llevar sus redes sociales, donde actualmente cuenta con más de 134 mil seguidores en Instagram y 49 mil en Twitter.
Choupette no hace anuncios para comida. Esto lo aseveró Karl en una reciente entrevista con The Cut: “El año pasado facturó tres millones de euros con solamente dos trabajos. No permito que haga anuncios de comida y cosas por el estilo. Ella es demasiado sofisticada para hacer algo así”.
Esta gatita birmana originalmente pertenecía a Baptiste Giabiconi, un amigo de Karl que le pidió que cuidara de ella porque se iba de viaje. Después de estar dos semanas juntos, cuando Baptiste regresó Karl le dijo: “Lo siento, pero Choupette es mía”.“Nunca pensé que podría enamorarme de un animal como este. Choupette era de mi amigo que me pidió que cuidara de ella mientras él se encontraba de viaje. Pero cuando regresó le dije: ‘Lo siento, Choupette es mía’ y se convirtió en la gatita más famosa y rica del mundo”, contó alguna vez Lagerfeld en entrevista con la cadena CNBC.
De hecho en algún punto Lagerfeld expresó el gran amor que le tenía a su mascota: “Todavía no hay matrimonio entre humanos y sus mascotas, jamás pensé que me enamoraría así de un gato. Me parezco mucho a ella, somos como una pareja vieja. De hecho, ella mantiene mi barba lamiéndola. Dormimos en la misma cama”.
“Se lava los ojos cinco veces al día, se cepilla el pelo, no quiere estar sola ni siquiera cuando duerme. Es un trabajo de tiempo completo”, escribió Karl en el libro que escribió sobre su mascota, a la cual no la consideraba como tal, sino como “su mejor amiga” y la causante de que él fuera una “mejor persona” e incluso una fuente de inspiración.
“Ella es como un ser humano, pero mejor. Sabe estar en silencio y no discute. Odia a los otros animales y a los niños. Ella es el centro de mi mundo. Hay algo inolvidable en ella. Su forma de moverse. Si la conocieran lo entenderían. Es sin lugar a dudas una inspiración para la elegancia”, comentó Karl Lagerfeld a The Cut.
Dado a que es la gatita más famosa y millonaria del mundo —especialmente ahora que será heredera de la fortuna del káiser de la moda—, podría decirse que Choupette no tiene rival alguno, pero en realidad sí: el Grumpy Cat, quien se hizo famoso por su malhumorado rostro y gana alrededor de 100 millones de dólares por acuerdos comerciales.