Los Oscar son una fiesta que pocas veces rompe con sus tradiciones, y hay una que durante los 90 años que lleva celebrando al cine, ha existido: el ganador del premio a Mejor Actor y Mejor Actriz del año previo, debe entregar la estatuilla al ganador del año en curso. Es decir, si el año pasado ganó Emma Stone, deberá entregar el premio a Mejor Actor este año a, por ejemplo, Gary Oldman (porque todos sabemos que él lo va a ganar).
El año pasado Casey Affleck se llevó la estatuilla por su papel de Kenneth Lonergan en Manchester by the Sea. ¿Qué es lo que sigue? Que él entregue el premio a la ganadora de este año… pero la cosa no será así. El actor, por decisión propia, decidió no asistir a la ceremonia ni presentar el premio en esta categoría. De acuerdo con Deadline, Casey se dio cuenta que estaba en una situación “nada beneficiosa para él”.
My aesthetic: Brie Larson not clapping for literal trash hole casey affleck pic.twitter.com/Ci5LWXLkCr
— Tyler Struble (@tyler_struble) 27 de febrero de 2017
¿Por qué? Antes de que salieran las acusaciones en contra de Harvey Weinstein, ya había un historia de declaraciones en contra de Affleck por acoso sexual, sobre todo durante su trabajo como director del falso documental de Joaquin Phoenix, I’m Still Here, de 2010. Una petición para que Affleck no asistiera a la ceremonia ya recaudó más de 19 mil 500 firmas.
Hace unos días se anunciaron los nominados a los Oscar de este año y comenzaron a surgir las dudas sobre la participación de Affleck y más considerando que el movimiento Time’s Up acompañado del hashtag #MeToo, continúan creciendo al denunciar casos de acoso y ofrecer ayuda legal a las víctimas.