Belfast recibió siete nominaciones a los premios Oscar para este 2022 que incluye Mejor Película y Director para Kenneth Branagh. Entre su elenco destaca la participación de leyendas como Judi Dench y Cirián Hinds, ambos nominados a los premios de la Academia, y que están acompañados por Caitriona Balfe junto a Jamie Dornan (ambos también sonaron mucho para una mención en la temporada de premios, AQUÍ la lista).
La cinta, filmada en blanco y negro y retrata algunas de las experiencias que el mismo director vivió de niño cuando la capital de Irlanda del Norte estaba en conflicto durante la década de los 60. La cinta es muy personal, una suerte de autobiografía llena de memorias que nos intenta mostrar cómo es que un niño “entiende” la violencia, una que le es ajena, pero a la que debe sobrevivir todos los días.
Así que tuvimos oportunidad de platicar con Dornan, quien interpreta a Pa, el padre del niño protagonista llamado Buddy que suele trabajar en Inglaterra y sólo regresa a casa para pagar las cuentas pendientes, hacerse cargo de algunas labores y presenciar cómo la violencia va en aumento en las calles. Acá les dejamos la entrevista completa:
Belfast
Belfast tiene como protagonista a Buddy, un niño de 9 años que vive en la capital de Irlanda del Norte junto a su madre, su padre, su abuela y su abuelo. Buddy viene de un hogar protestante, y le toca presenciar cómo las familias católicas, entre ellos algunos de sus vecinos y amigos, deben partir ante las hostilidades que van en aumento (incluida la niña que le gusta a Buddy).
Cabe decir que la película no busca dar contexto sobre los conflictos que se generaron en la década de los 60, pues sólo forman parte del escenario en el que Buddy se desarrolla. Para algunos, esto representa un conflicto porque, justamente, no explica de dónde vienen los actos violentos que cambian la forma en la que el niño ve el mundo. Pero en realidad, y como lo dijimos antes, la cinta sigue la mirada de un niño que poco o nada entiende lo que sucede. La costumbre dicta alejar a las infancias de lo que creemos “no pueden entender”. Y esa es la ruta que sigue Belfast.
La cinta no entra en temas meramente políticos, y entre las explicaciones del conflicto, parece reducirse a un tema religioso. Pero volvemos al mismo punto: las familias comúnes entendían la situación a su modo, o preferían reducirla para evitar hacerse cómplices de la violencia de la que no querían ser parte.