El deporte debería ser sinónimo de paz y unión, o al menos esos valores pretenden promoverse en torneos de cualquier tipo en todas parte del mundo. Lamentablemente, a veces la emoción y la adrenalina mezcladas traen como consecuencia todo lo contrario: violencia.
De acuerdo a estudios realizados por la Universidad de Lancaster, en 2002, 2006 y 2010, el abuso doméstico aumentó 38%, esto a consecuencia de que Inglaterra perdiera los partidos en los que estaba jugando… tristemente, eso no cambiaba cuando la Selección de las rosas ganaba, pues según sus análisis, la violencia aumentaba hasta 26%.
Por lo anterior y a raíz de que la violencia se disparara luego de la pérdida de Inglaterra ante Croacia en el Mundial de Rusia 2018, surgió una iniciativa llamada “El juego no es tan hermoso”, una campaña realizada por la agencia publicitaria J. Walter Thompson London para el Centro Nacional de Violencia (en Inglaterra) que consiste en mostrar las banderas de los equipos de las naciones competidoras, convertidas en heridas.
Las fotografías, van acompañadas de frases como “Si Inglaterra es derrotada, también lo será ella”.
“Al igual que los seguidores del fútbol en todo el mundo viven cada partido del mundial con tensión e inquietud, también lo hacen sus parejas. El aspecto menos conocido del fútbol se comunica claramente con esta impactante campaña. El equipo vio estas estadísticas e inmediatamente creó este excelente trabajo para ayudar a alcanzar y apoyar a las víctimas de violencia doméstica durante la Copa del Mundo cuando están en particular peligro”, explicó Jo Wallace, de acuerdo a El Diario.
La violencia posterior en los partidos de fútbol no es una situación extraña, al menos no en Inglaterra. El más claro ejemplo de ello son los famosos “Hollingans”, ese sector de la hinchada inglesa conocido por generar disturbios y actos vandálicos que han terminado en tragedias, como lo ocurrido en el Estadio de Heysel en 1985, donde murieron 39 aficionados, entre ellos 32 italianos, cuatro belgas, dos franceses y un británico.
O en 2016, cuando los humos en la Eurocopa de Francia en 2016, se pusieron a flor de piel entre rusos e ingleses, lo que terminó en una ola de enfrentamientos.
Por situaciones como las anteriores es que los creadores de esta campaña quiere visibilizar la relación entre el fútbol y la violencia.