Terminaron los tres años de espera por la segunda temporada de Attack on Titan (Shingeki no kyojin, para los iniciados), una de las series animadas japonesas más exitosas de los últimos años. Ya hasta se hizo una película live action que no tuvo la mejor de las recepciones; como idea parecía increíble y algunas de las imágenes prometían por lo menos unos efectos especiales de altura. Por supuesto, no se estrenó en México, pero la crítica la destruyó y en una de esas hasta nos salvamos.
Attack on Titan se trata de cómo la humanidad logra soportar los embates de unos titanes come-personas. La razón por la que existen estos titanes no es conocida, pero en el propio desenvolvimiento de la serie (que abarca varios años de la vida de Eren Jaeger, Mikasa Ackerman y Armin Arlert, los protagonistas), se alcanzan a divisar algunos elementos de la historia que dejan más preguntas que respuestas. La idea más general es que los humanos necesitan protegerse con varias paredes gigantescas de los titanes que intentan destruirlos y pues comérselos. Así que llevan ya varias generaciones viviendo detrás de una serie de muros, sin poder salir al mundo exterior, que está atascado de estos monstruos. Pero quiénes son, de dónde vienen y por qué se portan así… Nadie parece saber.
Al final de la primera temporada, se dicen las siguientes palabras: “Para que los humanos logren descubrir quién los tiene atrapados, se necesitará más tiempo y sacrificios” y el trailer de la segunda nos deja claro que no era mentira.
¿Qué? ¿Titanes peludos? ¿Titanes peleando entre ellos? ¿Humanos siendo protegidos por titanes? Y bueno, Eren hace más corajes, grita que va a destruirlos a todos y lo vuelven a zarandear de un lado para otro. La segunda temporada de Attack on Titan estará disponible a través de Netflix y Hulu en abril de 2017. Qué nervios.