Hace unas semanas circuló en internet la broma de un chico de 21 años que colgó un póster de él mismo en un McDonald’s, y pasaron dos meses sin que nadie lo notara, ni siquiera el personal del restaurante de comida rápida, pudo notar que había algo raro en sus instalaciones. Después de 51 meses, el joven no aguantó más y le contó al restaurante lo que había hecho a través de un tweet. Por supuesto, inmediatamente se convirtió en la broma más viral del año, pero la historia se tornó en un claro mensaje racial para todas las cadenas alimenticias.
Jevh Maravilla, es un estudiante de la Universidad de Houston, un día cualquiera, después de ir al cine para ver “Crazy Rich Asians”, fue con un amigo a un Mc Donald’s cercano para matar el hambre. En medio de una hamburguesa y papás fritas, Maravilla notó que no había ninguna persona asiática en los carteles publicitarios que adornan el lugar, una idea que lo persiguió en su mente por días.
Tenía que hacer algo para remediar el tremendo descuido. Estudio detenidamente el común denominador de las fotografías: Estilos de vida y de pronto, la idea le vino como anillo al dedo. “Me pregunto cuánto duraría un falso póster de nosotros?“, dijo al amigo. Crearon el ambiente adecuado en los pasillos de su universidad, una hamburguesa al frente y una mochila en la espalda, hacían el estilo de vida perfecto.
Se tomaron una foto y el siguiente paso fue editar la foto para que se pareciera a las demás dentro del restaurante y luego, imprimir una versión gigante de póster. Colocar el cuadro de más de un metro de ancho en una pared vacía que parecía estarlos esperando, sería una misión imposible. Aunque no tanto cuando se tiene el ingenio de Jevh.
Para su suerte, se topó con un uniforme de Mc Donald’s en una tienda de segunda mano, parecía que todo era una señal. Sólo le faltaba un walkie tokie y una corbata, lo más fácil de conseguir y se puso manos a la obra. Hizo una identificación falsa, convirtiéndose de la noche a la mañana en un “coordinador regional de interiores”.
Con toda la confianza de sí mismo, llegó a la sucursal con completa familiaridad y colgó el póster como si nada. Los chicos se tomaron selfies adoptando las mismas posiciones con las que se tomaron la foto y vestidos con la misma ropa, nadie lo notó. Así que después de dos meses, confesó: “Había una pared vacía en el Mc Donald’s, así que decidí hacer un poster de mí y mi amigo como una broma. Han pasado 51 días desde que lo coloqué”.
Desde el tres de septiembre que lo publicó, lleva más de un millón de me gusta, 260 mil retweets y más de cuatro mil comentarios. Definitivamente, la broma más viral del año.
Después del éxito, los universitarios fueron invitados al Show de Ellen, donde se enteraron que lejos de una demanda por falsificación de documentos, Mc Donald’s decidió que ambos serían la imagen de su próxima campaña, además de que cada uno recibió un pago de ¡25 mil dólares! Para ser la broma más viral del año, Maravilla ganó mucho más de lo que esperaba.