Netflix estaba en la gloria de las producciones originales con el enorme éxito de House of Cards protagonizada por Kevin Spacey y Robin Wright hasta que ¡PUM!, el actor fue acusado de acoso sexual y las cosas comenzaron a cambiar tanto para Spacey, la serie, la plataforma y la industria del entretenimiento en general.
En octubre, cuando las acusaciones salieron, Netflix decidió cancelar la sexta temporada. Sin embargo, poco tiempo después consideraron la decisión y cambiaron sus planes: sí se haría una sexta temporada de ocho capítulos (no 13 como siempre) con Wright en el protagónico acompañada de Michael Kelly, Patricia Clarkson y los demás.
Y ahora, para buena noticia de los fanáticos que siguieron la historia de los Underwood, la producción de esta última temporada comienza, y no sólo eso, también le entran al juego dos grandes actores nominados a un Oscar: Diane Lane (Unfaithful, Man of Steel) y Greg Kinnear (As Good as it Gets, Little Miss Sunshine). Lo único que sabemos de esta incorporación es que serán hermanos en la serie. Nada más.
Hace unos días se revelaron las cifras que Netflix perdió por los escándalos de conducta sexual inapropiada de Spacey. La plataforma perdió unos 39 millones de dólares, sin duda un cargo dentro del reporte de pérdidas y ganancias que nadie esperaba. Y no sólo eso. Netflix tuvo que cancelar la biografía de Gore Vidal que tenían planeada con Spacey y un show de comedia con Louis C.K., quien también fue acusado de acoso sexual.
Además de la recuperación, esta última temporada de House of Cards es importante por diversas razones que van desde cerrar una historia intrigante, hasta la trascendencia que tuvo en la producción de series para televisión y el crecimiento de los servicios de streaming. Tanto ha crecido esta parte de la industria, que Apple (Apple TV), Facebook y Google están invirtiendo millones de dólares para producir contenido original como Netflix, HBO, Hulu y Amazon, las más grandes del mercado.
