Gracias a películas como The Witch, The Visit, It Follows, The Babadook, entre otras; el cine de terror ha encontrado su renacimiento. Es claro que estos proyectos entienden a la perfección lo que significa estar asustado.
Claro, aún abundan las películas que creen que por subirle el volumen a la música y por hacernos ¡BOOO! cada cinco segundos, logran crear una ambiente de miedo. Sin embargo, no podrían estar más alejados de la realidad.
Es aquí que entra el filme que nos da cita el día de hoy. Hace 15 años una película hizo que el mundo se tapara los ojos ante la noción de ver estática en un televisor, además de ser la precursora de varias de las historias de terror que encontramos hoy en día en internet (creepypastas). The Ring o El Aro como le llamamos por acá, regresó algo que se había perdido en el género del horror… el silencio.
Utilizando únicamente la atmósfera y el movimiento de la cámara, la historia de Samara Morgan nos adentraba a la película, haciendo que cada momento de tensión incrementara 10 veces gracias a la inmersión creada por el silencio de la escena.
Lamentablemente estos elementos que le confirieron de una atmósfera cargada de tensión y suspenso, se encuentran totalmente fuera de su tercera entrega (y de la segunda también).
El Aro 3 (Rings),trae de regreso a la cinta maldita de Samara Morgan, sólo que esta vez la tecnología ha hecho que compartir su maldición sea mucho más fácil. Un profesor y un grupo de estudiantes de una universidad han empezado a jugar con el video que promete matarte siete días después de haberlo visto.
Esto provocara que Samara utilice a una joven para liberarla, revelando el pertubardor secreto de su origen.
El Aro 3, cumple con todos y cada uno de los clichés del cine de terror de la última década: personajes sin ningún tipo de desarrollo y con los cuales no se puede crear una relación que haga que sintamos miedo por ellos, sustos baratos y predecibles gracias a una música que de repente explota para provocar exaltación.
Y lo peor, una mala y predecible historia que ya se ha visto hasta el cansancio.
Dicen por ahí que una imagen vale más que mil palabras y el siguiente clip con los primeros tres minutos de la película les dejara ver que no estoy exagerando:
De principio a fin, la escena nos bombardea con una banda sonora que no podría ser más rebuscada y cliché. En ningún momento se crea algún tipo de atmósfera que nos permita adentrarnos en la escena para sentirnos tensos.
Todo lo contrario, la música sirve para hacernos saber que algo que de “meyo” va a salir en los siguientes segundos…
Toda la película es así. Vaya, hasta el video que es la única cosa que todo mundo acepta que le sacó de onda en la original, se ve completamente arruinado con la condenada música de fondo que le quita cualquier sensación de tensión y horror.
Así es, la cosa que daba más miedo de la película original, se convierte en un cliché absurdo y que está de más en una película que gira alrededor del mismo.
He de admitir que la película original nunca se me hizo la gran cosa y que salvo el video maldito me la pasé riendo la mayoría del tiempo. Pero al final, no puedo negar el esfuerzo que El Aro hizo para crear una atmósfera pesada y cargada de tensión.
Lamentablemente, El Aro 3 no trae nada nuevo o bueno a la mesa, ya que si han visto películas como La Profecía del No Nacido, Quija o La Maldición de las Hermanas; literalmente ya han visto esta película numerosas veces.
Tanto en su estructura como en la dirección de sus actores. Aunque es injusto intentar comparar el trabajo de Naomi Watts, quien es parte fundamental para que nos creamos el horror del video y de Samara en El Aro.
Claro, la historia que precede a la original ayudó mucho para que se convirtiera en una de las mejores películas de terror al inicio del nuevo milenio. Al ser el remake de una película de terror japonesa que se ganó su fama no por la crítica profesional, sino por los testimonios de boca en boca de la gente que la pudo ver; es algo que ya casi no ve hoy en día.
Ni siquiera, Vincent D’onofrio se salva en esta película. Hasta en eso se parece a la Profecía del No Nacido, la cual contó con la actuación del grandioso Gary Oldman.
En fin, si a ustedes les gustan las películas cargadas con jumpscares y una banda sonora muy fuerte El Aro 3 no los decepcionará. Si por otro lado, buscan una experiencia donde la atmósfera los adentre poco a poco y los deje pensando sobre lo que acaban de ver, lo mejor es que vean las dos versiones originales (Ringu y El Aro).