¿Quién no se acuerda de esa época a finales de los noventa cuando American Pie llegó a nuestras vidas? Una película que para muchos podrá ser uno de los estandartes del cine goofy americano, pero para otros, podría ser uno de los momentos que cambiaron la forma de abordar temas como la sexualidad, la pubertad, y todos esos ‘cambios físicos y hormonales’ desde el séptimo arte.
Pero a decir verdad, esta película –junto con su saga original– va mucho más allá de una típica historia gringa, pues representa la genuina incertidumbre de lo que todos pasamos a cierta edad de nuestras vidas y del cambio natural de pasar de la pubertad a la vida adulta. Miles de preguntas han existido en torno a este tema generación tras generación, y American Pie, muy a su modo, logró conectar estos temas con una audiencia joven para hacerla sentir que no estaban solos en ese proceso de tantos cambios.
Y ahora, a esa producción, súmenle un soundtrack de primer nivel y muy ad hoc para la época. Artistas y bandas como Tonic, Blink-182, Sugar Ray, Third Eye Blind, y Bic Runga fueron los responsables de musicalizar la película. ¿Se acuerdan de su reacción cuando vieron el cameo de Blink-182 en la escena cuando Jim le está bailando a Nadia?
(Dato curioso, la canción de “Sway” de Bic Runga, sale en la película original cuando Oz y Heather se despiden, y también sale en la última entrega –con el cast original– cuando este par se reencuentra. Si eres fan de la película, seguro soltaste un NO MMSSS si es que notaste eso).
Y es que todos hemos pasado, al menos una vez, por un grupito así de amigos. Todos conocemos a un Stifmeister que cree que todas se mueren por él pero no nomás no se le hace… o el típico Sherminator que vive en un mundo alterno llamado Ñoñolandia pero que tiene cierta gracia y simpatía. O qué tal el amigo al que le gustan mayores, o los que sí creen en el amor verdadero. Todos, incidentalmente, tuvimos vivencias muy semejantes a lo que esta película representa.
Imaginen la importancia del estreno de esta película en su momento, que hasta actores de la talla de Charlize Theron, Jennifer Aniston, Ben Affleck, y muchos más, se dieron cita a la alfombra roja para presenciar este momento.
American Pie fue dirigida por Paul y Chris Weitz, y escrita por Adam Hertz. Fue la primera fue un éxito de taquilla y generó tres secuelas directas: American Pie 2 (2001) y American Wedding (2003), y American Reunion (2012), aunque solo la primera fue un trancazo, las demás sirvieron para cerrar una historia de amistad y de cómo es crecer y madurar.
Pasamos de los nervios de cómo tener un primera relación –en la primera película– a cómo hacernos espacio para no descuidar nuestro matrimonio, ni a nuestras amistades de toda la vida, y de cómo lo único que perdura a través del tiempo y lo único que te vas a llevar a la tumba… son los recuerdos y memorias de tu vida.
Vimos y nos sentimos acompañados en ese camino de “cómo hablar con nuestros papás de sexo” y lo incómodo que esto era cuando teníamos 14-15 años. Por ahí cuenta la leyenda, que más de una pareja de papás le ponían esta película a sus hijos como mero método de plática sexual para evitarse el chistecito de tener LA plática.
American Pie ocupó el primer lugar en la lista de las “100 películas más divertidas” de Bravo y el primero en la lista de las 50 mejores películas para la escuela secundaria de Entertainment Weekly. Y ojo, porque también en 2000, los lectores de la revista Total Film votaron por esta película como la sexta comedia de cine más grande de todos los tiempos.
Cuando pienses en American Pie, piensa en tu grupito de amigos, en cómo eran cuando tenían 17 años, cómo están ahora, y cómo te gustaría estar con ellos cuando ya le digas ‘vino’ a todo tipo de alcohol. (Las otras películas de la Casa Beta y esas… no cuentan).