Sí, Alfredo James Pacino es uno de los mejores actores que ha dado el séptimo arte. Eso no lo podemos negar por mucho que le busquemos, sin embargo, parece que el neoyorquino ya se nos agrandó un poquito (que si alguien puede hacerlo, es él). En una entrevista para GQ, Al Pacino confesó que le gusta actuar en películas malas para ver si con su presencia puede hacer que se vuelvan buenas.
Gracias a esta confesión, ya podemos entender la razón por la cual su reciente filmografía, sin contar a su última película The Irishman (pueden leer aquí nuestra reseña) y el éxito de Tarantino Once Upon A Time In Hollywood, no ha sido la mejor curada de toda su carrera. En la entrevista, Al Pacino dijo lo siguiente:
“¿Sabes que? Puedo estar cayendo en un mal hábito ahora. Creo que estoy empezando a ser un poco perverso. Estoy empezando a querer hacer películas que no son realmente muy buenas e intentar mejorarlas. Y ese se ha convertido en mi desafío. No creo ir pensando que no va a ser muy bueno, pero es como dijo Bob: ‘a veces te ofrecen dinero para hacer algo que no es adecuado. Y te convences de ello. Y en algún lugar dentro de ti, sabes que esto será un limón’. Pero luego, cuando se completa el círculo y lo ves, dices: ‘Oh, no. Voy a mejorar esto'”.
Al final del día alguien con el recorrido de Al Pacino puede hacer lo que se le de su regalada gana con su carrera. En una de esas esta es una etapa de su carrera en la que quiere probar algo nuevo para quitarle la monotonía que lleva estar haciendo lo mismo durante más de 50 años. Ahora habrá que ver si las nuevas generaciones de actores les interesa seguir este nuevo reto. Si próximamente vemos a Leo DiCaprio en la próxima entrega de Sharknado 7, ya saben a quien culpar…
Para finalizar el comentario, Al Pacino dijo: “Pasas mucho tiempo y estás haciendo todas estas cosas, y dices: ‘Puedo hacer que esto se convierta en una película mediocre’, y eso te emociona. Es un impulso que tengo que guardar eso ahora. Cada vez que tengo ganas de hacer ejercicio, me acuesto hasta que pasa. Creo que es algo de Oscar Wilde. Pero el punto es que es verdad. Trabajo mucho en el escenario cuando no estoy haciendo otras cosas”.