El pasado 27 de mayo de 2020, se estrenó en Netflix la película mexicana Ya no estoy aquí de Fernando Frías de la Parra. Esta película mexicana llegó primero al Festival Internacional de Morelia donde se llevó el premio a Mejor Largometraje Mexicano en la edición de 2019.
La película tenía planeada un estreno en salas tradicionales desde producción; sin embargo, al final de ésta tuvieron problemas para seguir financiándola, por lo que Netflix entró al quite y la estrenó como una de sus originales dentro del catálogo. Desde el primer día, la película dio demasiado de qué hablar, dividiendo opiniones en cuanto a su historia y la forma en que el director la presentaba.
Sin embargo, Ya no estoy aquí es un filme que tiene cualidades sumamente interesantes que van desde una narrativa partida en dos en el tiempo, la fotografía de Damian García, la actuación de no actores liderados por Juan Daniel García Treviño, el estilo de documental de la historia y su esencia: las identidades y la soledad, las cuales se apoyan en temas ya retomados en el cine mexicano como la migración y la violencia.
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Ya no estoy aquí es una película que llegó en medio de la cuarentena en México y varios países del mundo. Las sociedades detuvieron su ritmo de vida, y desde un confinamiento, vieron cómo incrementaba la violencia, el racismo, la intolerancia, los actos de desigualdad, las injusticias. Varios movimientos se quedaron latentes como el feminista en México…
Y la película se estrenó dos días después del asesinato de George Floyd en Minneapolis en Estados Unidos. Un afroamericano de 46 años, desarmado, fue asesinado por policías de la ciudad en un acto de abuso de poder, brutalidad policiaca y racismo. Esa misma semana de su estreno, el mundo se convulsionó. Miles de personas han salido a las calles en los 50 estados del país vecino y en varias partes del mundo, a exigir justicia y a obligar a que el sistema cambie. Los cambios están obligados ahora.
Y no sólo eso. La cinta de Frías se estrenó una semana después de que el cine mexicano, se viera amenazado por una iniciativa de ley que pretendía derogar la Ley de Cinematografía y, por ende, eliminar uno de los fideicomisos y apoyos más grandes para la realización, producción, distribución y exhibición de películas nacionales, el FIDECINE.
Ya no estoy aquí llegó en este contexto extraño y abrumador que no terminamos de entender, pero en el que todos participamos. Es por eso que esta película resulta importante para verse ahora, y hacer una reflexión en su historia, la cual logró conmocionar y emocionar a Guillermo del Toro, director mexicano ganador del Oscar.
A través de su cuenta de Twitter, Del Toro escribió: “YA NO ESTOY AQUI. Con el mundo en donde está -este espléndido film me hizo eco, me emocionó, me sacudió, me hizo pensar y me provocó profunda admiración y respeto. Esta en NETFLIX y habla con fuerza y poder. Al chingadazo, sin rodeos y con hartos huevos“.
YA NO ESTOY AQUI. Con el mundo en donde esta- este espléndido film me hizo eco, me emocionó, me sacudió, me hizo pensar y me provocó profunda admiración y respeto. Esta en NETFLIX y habla con fuerza y poder. Al chingadazo, sin rodeos y con hartos huevos. pic.twitter.com/LWMFwuHzZZ
— Guillermo del Toro (@RealGDT) June 5, 2020
Guillermo del Toro no exagera, la película tiene una narrativa visual impresionante que navega entre las calles de Monterrey en el 2011, cuando la guerra contra el narco de Calderón estaba en su punto alto, y las calles de Queens en Nueva York. Y no sólo eso, la historia del protagonista llamado Ulises, apela a la identidad y la necesidad de pertenecer tan inherente al ser humano.
Ulises es un joven de 17 años que pertenece a una subcultura conocida como cholombianos, cuya vida se basa en la música de cumbia. Predican un amor hacia Colombia, y por eso se hacen llamar Kolombia con K, y en específico, Terkos, un grupo que baila, canta y su vida gira en torno a esto. Por una situación, Ulises debe huir de México para llegar a Nueva York en Estados Unidos.
Aquí no habla nada de inglés, pero incluso con sus paisanos mexicanos, no se entiende. Pero no es extraño para él. Ulises era un extranjero en su propio país por su forma de vestir, de hablar, de bailar, de vivir su vida. Así que Ya no estoy aquí toma una lectura muy interesante sobre el sentido de pertenencia, de ser de algún lugar pero, ¿qué pasa cuando del lugar donde vienes te rechaza por tu color de piel o algo más superficial como tu forma de vestir?, ¿a dónde se huye?
Ya no estoy aquí está disponible en el catálogo de Netflix y acá les dejamos el tráiler de la cinta: