La Selección oficial del Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM) integra la sección de Cortometraje Mexicano en la categoría de animación. Y entre los múltiples títulos que compiten este 2024, se encuentra Aferrado, una producción escrita y dirigida por Esteban Azuela.
Azuela lleva años fragmentando imágenes para (re)construir conceptos, presentándolos como relatos en movimiento acompañados de una estructura sonora que complementa su entendimiento de las complejas realidades en las que vivimos.
Aferrado no es la excepción, sino todo lo contrario. Este título de apenas 18 minutos de duración, potencia la exploración de sus inquietudes temáticas, al mismo tiempo de la forma en la que experimenta con distintas técnicas de animación. Y el resultado es increíble.
En el marco del FICM, tuvimos oportunidad de platicar con Esteban Azuela, quien nos explicó su historia, la forma en la que filmó y toda la filosofía detrás de este cortometraje.
¿De qué trata ‘Aferrado’?
Aferrado está ambientada en la Ciudad de México en la década de los 90. Tiene como protagonista a Joel, un sujeto que trabaja en un taller mecánico a la par que forma parte de un grupo criminal. La trama arranca cuando Joel debe decidir entre realizar un trabajo ilegal de último minuto o ir al cumpleaños de su sobrino.
Se trata de un personaje que arma y desarma coches, pero no sólo eso, también construye y destruye vidas ajenas a partir de sus crímenes. Sin embargo, Joel no tiene el control de su propia vida. De este modo, la pregunta es: ¿es posible reconstruirnos cuando ya no hay marcha atrás?
“Es justo el porqué se llama ‘Aferrado’ porque parece que el personaje se aferra a los últimos momentos de su vida como si pudiera cambiar algo. Y yo creo que ya no. Una vez que haces las cosas, puedes armarlas diferente para el futuro o tu mismo presente“, nos comenta Azuela.
El Purgatorio en ‘Aferrado’
Pronto descubrimos que en Aferrado todo ocurre en un plano que no corresponde a este, sino a una especie de purgatorio en el que Joel se encuentra, quizá para reflexionar sobre su vida, intentar redimirse, pero en donde sabemos que no se puede hacer nada.
“Esta concepción viene del río de memorias que tienes que cruzar. Viene de unas investigaciones que hice de muchas culturas que interpretan al momento después de morir como si todavía tuviéramos un proceso de decisión, que nuestra alma todavía puede decidir si atravesar o no“.
El director se acercó con algunos Mara’akames Wixárika (chamanes o líderes espirituales entre los huicholes) para hablar de cómo esta comunidad indígena se acerca a los muertos, y lo hacen a través de los cantos para definir en dónde es que se queda el alma. Lo interesante fue descubrir las similitudes entre religiones, sobre todo con la judeocristiana, específicamente con los Círculos del Infierno.
“Hay una geografía donde las almas pueden deambular cierto tiempo“, dijo Azuela. Y el imaginario visual parte del trabajo del artista francés, Gustave Doré en donde vemos a una suerte de guía llevar el alma por esos círculos, haciendo una primera parada en el Purgatorio.
Los orígenes de la violencia como punto de partida
El punto de partida para Esteban Azuela para contar la historia de Aferrado, viene de una situación que ocurre en vida pero culmina en muerte: la violencia. Se fue directamente a los orígenes de la violencia en México en la década de los 90 a nivel familiar.
¿La razón? “Al menos en mi generación, vivimos una explosión de violencia mediática (pre Charco de las Ranas). Después de eso fue como una escalera imparable. Quería indagar sin glorificar a las figuras criminales. Primero era tratar este tema de la ambivalencia de la doble moral en la vida de los delincuentes que parece que por un lado, son líderes de una moral familiar, pero salen de su casa y son otras personas“.
El debate alrededor de convertir en iconos y figuras a seguir a los criminales es enorme, y en parte se ha dado por las producciones para el cine y la televisión donde los personajes, usualmente líderes de grupos, son unilaterales respecto a esa doble vida de la que habla Azuela. Son “cabrones” para su chamba y “cabrones” en su vida personal. Consiguen lo que quieren de un lado y del otro. Y además, son carismátic@s… o guap@s.
La música de ‘Aferrado’ con María Bonita
La música en Aferrado es simplemente increíble, llena de sintetizadores noventeros. Y le quisimos preguntar a Esteban Azuela de quién era la música y cómo es que la concibió para que acompañara tanto a la historia de Joel como los elementos visuales.
La música es de un grupo extinto, de los 80, conocido como María Bonita y conformado por los hermanos Mateo y Mario Lafontaine (ellos son los mismos que crearon, años después, a Década 2). En pocas palabras, son unos genios musicales y los precursores del uso del sintetizador en nuestro país.
“Como todo el contexto de Aferrado es en los 90, quería encontrar cómo sonaba el techno mexicano y el synth pop, todos estos géneros“. Azuela también nos contó que Héctor Ruiz, el productor de Década 2 y María Bonita, tiene los archivos originales. “Lo increíble es que Héctor no sólo grabó y smasterizó a estas bandas en los 80 y 90, sino que también es diseñador sonoro para películas”.
‘Aferrado’ vs ‘Grand Theft Auto’
El 20 de abril de 1999, dos adolescentes llamados Eric Harris y Dylan Klebold, se dirigieron a la Escuela Secundaria de Columbine en el estado de Colorado con dos escopetas, una carabina, una pistola semiautomática y algunas bombas. Durante 47 minutos abrieron fuego contra estudiantes y maestros.
El tiroteo de Columbine es uno de los más famosos. Y suena horrible decirlo así, pero lo es a partir de que se considera el primer tiroteo a gran escala en Estados Unidos, sumado a la forma en la que los medios manejaron el caso, y cómo abrió una conversación que se centró en ciertos contenidos como responsables de la violencia.
En 2020, 21 años después, en un colegio de Coahuila, un niño de 11 años disparó contra sus compañeros y maestros. Las autoridades del estado mencionaron el videojuego Natural Selection como influencia para el tiroteo. Este mismo título aparece en la tragedia de Columbine, donde uno de los tiradores vestía una camiseta del videojuego.
¿En verdad los videojuegos son responsables?, ¿no se trata acaso de un tema mucho más complejo relacionado con la salud mental de los jóvenes y cómo estos contenidos se convierten en un refugio? Le preguntamos sobre esto a Esteban Azuela porque Aferrado tiene una estética visual que simula uno de los títulos más populares, Grand Theft Auto.
En Grand Theft Auto, el cual se juega en primera persona, el personaje principal es un sujeto que deambula por la ciudad y tiene la libertad de cometer diversos crímenes como robarse un auto, manejar y atropellar gente. Pero es esta idea de “diversión por la violencia” lo que de alguna manera llevó al director a pensar en Aferrado como un videojuego.
“Mezcla esta glorificación de la cultura criminal del cine con los videojuegos. Jugarlos te genera una ansiedad porque no sabes si quieres más o quieres estar ahí disparando o no“, nos dice Azuela. También revela que no confía en las notas que aseguran que estos videojuegos no aumentan la violencia.
“Se trató de llevar la cámara del FPS al cortometraje para hacer una reflexión de si tú estuvieras jugando un videojuego así, y tuvieras que enfrentar un conflicto moral entre ir a hacer tu trabajo de sicario o ir al cumpleaños de tu sobrino, ¿qué escogerías?“.
Escáner 3D para la realización de ‘Aferrado’
La forma en la que Esteban Azuela realizó Aferrado es tan innovadora como propositiva. Piensen en la forma en la que se hace stop motion en donde se fotografía cada posición de los objetos o personajes. Pero en este corto, el registro de la imagen se hizo durante un minuto con un escáner 3D.
Además, se trabajó una reconstrucción digital de la Ciudad de México para situar a los personajes principales, interpretados por Juan Carlos Medellín y Fernando Bonilla.
