Roman Polanski resalta por sus numerosos escándalos, parecía que tenía un imán para ser parte de la primera plana de los tabloides de chismes y que provocó hicieran un documental de su vida.

Un polémico director con un gran talento y el escándalo a su lado, desde su infancia, la sufrió con la invasión alemana, la pérdida de su madre en Auschwitz, el asesinato de su novia Sharon Tate a manos de Charles Manson y hasta su exilio de los Estados Unidos por andar de mano larga con una menor de edad.

Pero su genialidad siempre lo llevó al límite, por es hoy lo recordaremos con los cortometrajes que quizá nunca hayas visto en su filmografía:

Asesinato (Morderstwo, 1957)

En su primer trabajo ‘escolar’, Polanski plasmó su gusto por las imágenes incómodas, turbias y macabras que se reflejarían en la mayoría de sus filmes en la década de los 70. Apenas dura un minuto así que no esperes algo bien pro.

Una Sonrisa (Usmiech Zebiczny, 1957)

Un viejo libidinoso y voyeurista se asoma por una ventana que da al baño de la casa del vecino, el desenlace es parte de la vida real de cualquiera que haya experimentado espiar a la vecina.

Interrumpiendo la Fiesta (Rozbijemy Zabawe, 1957)

Una bola de rufianes y gandallas llegan a una fiesta para destruir todo, incluidos el anfitrión y mobiliario. Polanski parece disfrutar el caos a través de la lente de su cámara en los casi ocho minutos que dura el cortometraje.

Dos Hombres y Un Armario (Dwaj ludzie z szafa)

Al parecer, a Polanski de vez en cuando le encantaba experimentar con cosas risueñas; un ambiente hostil y surrealista encuentran dos tipos tras salir del mar, intolerancia, egoísmo, hipocresía y prejuicios encuentran en su desafortunado paso.

La lámpara (Lampa, 1959)

Las creaciones de un juguetero parecen cobrar vida, cuando los deja abandonados, un ‘intruso’ prende fuego y arrasa con todo. La gente indiferente sigue caminando mientras llueve. Un escenario macabro donde nadie quisiera estar.

Ángeles Caídos (Gdy spadaja anioly, 1959)

Una anciana es encargada de la limpieza de un urinario público, recuerda sus días de gloria cuando era joven en un lugar donde pocos lo harían. Aquí actúa Polanski y muestra parte del gran talento que poseía a través de flashbacks en blanco y negro y color. ¡Una Joya!

El Gordo y El Flaco (Le Gros et Le Maigre)

Un esclavo (Polanski) hace lo que sea para complacer a su jefe. Hay una escena donde el personaje se convierte en un baterista con talento digno de una banda de rock.

Ssaki (Mamíferos, 1963)

Aquí le pediríamos a Polanski: ‘saca para andar igual’. Una historia donde dos hombres, un trineo y un pájaro muerto avanzan sin destino.

Por: Emmauel Gutiérrez

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