De acuerdo con algunas teorías, los miedos más comunes entre los seres humanos han sido heredados de nuestros antepasados. Por ejemplo, el miedo a la oscuridad. Se cree que antes de descubrir el fuego, al caer la noche, la oscuridad se convertía en el aliado perfecto de las criaturas salvajes para cazar a los humanos primitivos.
Esa es la razón por la cual el miedo a la oscuridad es tan primario, tan humano y tan común. Desde luego, compartimos otros miedos que a lo largo de los años y en un proceso evolutivo, desarrollaron los instintos de supervivencia y nuestra habilidad de reconocer el peligro.
Skinamarink, una pesadilla común
Kyle Edward Ball, el director de la cinta viral Skinamarink, descubrió que entre los suscriptores de su canal de YouTube sobre creepypastas, se compartía una misma pesadilla: ser un infante, descubrir que tus padres no están, estar solo en casa y enfrentar un monstruo.
De verdad, si lo pensamos bien, no hay nada más aterrador que descubrir que tu casa, el único lugar seguro, dejó de serlo. Y que las personas que deben protegerte de los horrores, no están por las razones que sean. Y así, esos miedos se potencian hasta convertirse en una sombra que se carga por años.
Fue así como este cineasta canadiense se armó la idea de Skinamarink, una película que formó parte de diversos festivales en 2022, que llamó tanto la atención que contra todo pronóstico, obtuvo una fecha de estreno para enero de 2023. Pero antes de que esto sucediera, y después de participar en un festival online, alguien se robó la película y la subió a internet.
Skinamarink, con sus extraña premisa, imágenes perturbadoras y terrible audio (este último a propósito), se convirtió en un fenómeno de internet. Algo así como una creepypasta de alto nivel. Y desde luego, se hizo viral. Eso motivó a muchos para ir al cine… pero, al mismo tiempo, ocurrió algo interesante.
Y es que la película es tan experimental, que muchas personas salieron desorientadas de la sala de cine, para bien y para mal. Eso quiere decir que Skinamarink divide opiniones. al no ser una cinta de terror convencional, ni tantito, aumentando su valor.
Tuvimos la oportunidad de platicar con Kyle Edward Ball sobre el estreno de Skinamarink en México, y le preguntamos respecto a esa pesadilla en común, su propia pesadilla:
De verdad me involucré con esa idea cuando estaba haciendo mi serie en YouTube y la gente comentaba exactamente la misma pesadilla que tuvieron en la infancia que es: estoy en la casa, mis padres están muertos o desaparecidos, hay un monstruo y tengo que lidiar con él. Así que me di cuenta que no fue sólo algo por lo que yo haya pasado. Esto es algo por lo que todos pasamos, y tal vez pueda construir una película alrededor de ello. Eso fue lo hice.
El director de Skinamarink sobre la historia de la cinta
La historia de Skinamarink
Skinamarink está ambientada en 1995. El único escenario es una casa de dos pisos con sótano (de hecho, la película se filmó en la casa de los padres del director en Edmonton, Canadá). Aquí “conocemos” a Kevin, un niño de unos 5 años y su hermana mayor, Kylee.
En un inicio, sabemos que su padre está en la casa y que su madre ha estado ausente. Pero pronto, su figura desaparece. Y también comienzan a desaparecer las ventanas y puertas en toda la casa. Los niños no entienden lo que sucede, pero continúan viendo la tele, cuya luz es lo único que ilumina los cuartos.
Es así como una entidad malvada, quizá un monstruo, se manifiesta en la casa. Las cosas que están en el piso como juguetes, se adhieren a las paredes. Sus padres aparecen otra vez, pero actúan de manera extraña. El monstruo les habla y les pide que obedezcan, sino, habrá consecuencias fatales. Aquí les dejamos el tráiler.
Skinamarink está inspirada en las creepypastas
Como les contamos, el director de Skinamarink tiene un canal de YouTube donde los suscriptores le cuentan sus pesadillas, y él hace videos de menos de 10 minutos para recrear la atmósfera de esos sueños (no las pesadillas en sí mismas, y esto es importante). Eso es lo que conocemos, en parte, como creepypastas.
Un ejemplo más claro es el trabajo de Kane Parsons, un joven de 17 años que creó la serie The Backrooms, el cual se caracteriza por los espacios liminales (pasillos y cuartos vacíos, cuyo único sonido es el del lugar, y el recorrido de los mismos). Sólo como date, Parsons dirigirá una película de esto para A24 y James Wan.
Volviendo con Kyle Edward Ball, podemos decir que Skinamarink es la mejor película que se ha hecho basado en las creepypastas, pues respeta los elementos más comunes de esta narrativa de terror como la falta de diálogos, el sonido “natural”, incluso de mala calidad, y los espacios liminales.
También los personajes suelen ser difusos, pues nunca los reconocemos bien, y en Skinamarink, por ejemplo, nunca llegamos a ver los rostros de los niños, sólo escuchamos sus diálogos (los cuales vienen también en subtítulos porque el audio no es muy bueno a propósito). Lo más aterrador de Skinamarink, son los espacios: no vemos bien las proporciones de la casa, sólo las esquinas, algunos muebles, objetos, y el piso.
Los miedos propios se reflejan en Skinamarink
Sinamarink es poco clara y ambigua, y eso hace, de alguna manera, que el núcleo de la película sea adapte a los miedos de la audiencia. Es decir que si nuestro mayor miedo es la oscuridad, esta película es sobre eso. Si tuviéramos un miedo intenso al abandono, Skinamarink es sobre eso. Si tenemos claustrofobia, esta película definitivamente es sobre eso.
Es así como Skinamarink, dicho por el director, no pretende explorar la mente humana, sino sólo contar una historia confusa en la que nos preguntamos constantemente qué haríamos nosotros en una situación en la que, como en la cinta, comienzan a desaparecer las ventas y puertas de nuestra casa.
Ahora bien. Otro punto interesante sobre Skinamarink es darnos cuenta que como adultos viendo la cinta, nos apresuramos a racionalizar lo que sucede, y por lo tanto, esperamos que un niño de 4 años y una niña de 6, hagan lo mismo que nosotros como huir, no entrar a un cuarto o no seguir las órdenes de una voz monstruosa.
Pero justo entendemos con el paso del tiempo en la cinta, que son niños, y su percepción del peligro es muy distinta a la nuestra. Cuando platicamos con el director, respecto a esto nos dijo:
Si hiciera una película sobre dos adultos que estuvieran en una casa donde todas las ventanas y puertas desaparecieran, primero que nada tendrían un colapso mental porque no serían capaces de procesar lo que suede. Algo en su mente se rompería y pensarían que es un sueño y después entrarían en pánico e inmediatamente irían por un martillo y tratarían de romper las paredes.
Ball sobre la racionalización del miedo en Skinamarink
¿La experiencia de ver una película de terror cambia en casa?
Para prepararnos para platicar con el director de Skinamarink, nos enviaron un screener de la película. Eso quiere decir que la vimos en casa. Fue de noche y después de la jornada laboral. Hemos de decir que la experiencia fue terrible en el buen sentido de la palabra.
Considerando la atmósfera inquietante de Skinamarink, mientras veíamos la cinta buscamos un espacio seguro en casa, reconociendo alguna señal de peligro, viendo la esquinas como nos las presentan en la película. Hay un halo de inseguridad en todo lo que suecede.
¿Por qué? Porque vemos a unos niños, solos, darse cuenta que algo no está bien. Esto lo decimos porque lo ideal, siempre, es ver las películas en el cine, pues la experiencia obedece a una sala oscura con el menor número de distracciones. Así que le quisimos preguntar al director de Skinamarink qué pensaba de ver la cinta en casa como parte de la experiencia en su historia.
Las mejores películas de terror son muy buenas en cualquiera de los dos lugares: en una gran sala de cine, con una pantalla gigante y un sonido estridente; o en casa, solo, a las 3 de la mañana con el sonido fuerte o con audífonos en tu televisión pequeña, o tu laptop y nada en medio.
Eso es lo maravilloso de las películas de terror en general, es que sólo existen en los dos grandes márgenes juntos. Creo que es muy interesante. La cosa más bella del cine, es que te puede acercar a la experiencia de ver una película en tu casa a las 3 de la mañana. Entras a la sala a medio del día con luz de sol, y caminamos a un cuarto oscuro con un montón de extraños, y así estamos solos de nuevo.
Ball sobre la experiencia de ver Skinamarink en el cine o en casa
A pesar de sus errores, es una gran película
Como lo dijimos antes, Skinamarink es una película de terror experimental. Es un ejercicio que no se veía desde hace muchos años, y por eso (creemos) ha sido comparada con títulos como La bruja de Blair. Y sí, tienen varios aspectos en común como un formato de found footage, una narrativa innovadora e inquietante, y desde luego, un presupuesto mínimo.
Pero esta experimentación siempre divide opiniones, pues estamos acostumbrados a ver fórmulas similares y funcionales como los jump scares. Por lo que no se nos hace extraño que la misma Skinamarink recurra a algunos de estos elementos que, creemos, son innecesarios considerando el ritmo y la atmósfera de la película. Pero tampoco resulta en algo grave y en realidad, son pocos.
Otro “error” de Skinamarink es su duración. La película es de una hora con 40 minutos, algo extensa pensando en el desarrollo de los eventos, la falta de diálogos y el imaginario visual que, al ser poco claro y tan extendido, puede ser repetitivo.