Las películas adolescentes son complicadas. La mayoría exagera las situaciones para atender al género en el que quieren ser vistas más allá de ser una teen movie. Es decir, que si se trata de una historia de terror, exageran todas las situaciones valiéndose de la ingenuidad de las y los jóvenes, lo cual resulta en todo menos aterrador.
O si se trata de una comedia o drama, las circunstancias son tan irreales, tan poco terrenales, que terminan por ser empalagosas, ridículas y divertidas, pero no de la manera en la que uno pensaría que suelta una carcajada genuina, sino una risa de burla de “estoy perdiendo mi tiempo”.
Pero de entre ese cúmulo que explotó de una manera muy interesante en la década de los 90 (con algunas dignas representantes de lo bueno y lo malo), es que en el nuevo milenio han llegado títulos que marcan generaciones, ya son clásicos de su propio género, y son importantes ya sea por su la narrativa, l@s involucrad@s, y desde luego, las historias que cuenta en la forma en la que lo hacen: nada de estereotipos ni cosas chocantes.
Así que acá nos armamos una lista de 10 teen movies que creemos son importantes, valen la verse (en todo caso, de nueva cuenta) y han marcado un antes y un después, al menos, en nuestra vida. Al final encontrarán algunas menciones que no metimos en la “lista de 10”, pero que también son definitivas de alguna y otra forma.
El diario de la princesa (2001)
El diario de la princesa es una película importante. Sí, sí… utiliza el recurso del ugly duckling para hablar sobre cómo en la adolescencia es complicadísimo comprender qué es la belleza interior y cómo lo que esta por fuera es lo que empieza a moldear nuestra identidad. Algunos pensarán que estamos pecando de profund@s, pero hay un encanto en El diario de la princesa que sigue haciéndonos sonreír después de 20 años.
Y sí. Quizá ya no coincidamos con la manera de exponer dos temas relevantes (sin olvidar el pecado que conlleva alisar el cabello rizado en pro de la “belleza”); sin embargo, no podemos olvidar que marcó a toda una generación. Sólo alguien que haya crecido con el personaje de Mia Thermopolis, podría entender su importancia como parte de la cultura pop de principios del milenio.
Una adolescente que pasa desapercibida en la secundaria, que vive con su madre en una estación de bomberos convertida en casa, y que de un día a otro, se entera que es la heredera al trono de un hermoso país en Europa, y que la existencia de su casa, depende de que ella acepte el cargo. Así que no importa que no tengamos un trono en la bellísima y ficticia Genovia.
Por último, lo mejor de El diario de la princesa siempre será el misterio en torno a Joe y la hermosa reina de la vida real de Julie Andrews. Esta película está disponible en Disney+.
Eighth Grade (2018)
L@s que vivimos nuestra adolescencia en los 90, o incluso en la primera década de los dos miles, no entendemos la hiperconectividad de la misma forma en la que lo hacen los adolescentes de hoy. A algun@s todavía nos tocaron las llamadas por el teléfono de casa para enterarnos quién conformaba la nueva pareja de la secundaria.
Nos tocó comprar discos para escuchar al artista que tu crush te recomendaba. Y los mensajes de texto eran nulos porque se llevaban la mitad del crédito que tus padres te ponían a regañadientes. Hoy, las llamada sin previo aviso son groseras; las rupturas se dan a través de un mensaje instantáneo; las declaraciones de amor se representan a través de stickers; y estás a un clic de una enorme biblioteca musical y fílmica. Es demasiada la información, demasiado por procesar.
Pero lo que no ha cambiado, es el insoportable estado del adolescente que ahora, eso sí, no puede escapar de sí mismo. Eighth Grade es una maravillosa comedia sobre una adolescente, Kayla, que ve el mundo a través de un portal digital, pero su realidad es todo lo contrario. “El tema de este video es ser uno mismo“, dice frente a una cámara. “No importa lo que los demás piensen de ustedes“.
Pregunta: ¿por qué necesitas subir un video? La respuesta es mera aprobación. No es un tema nuevo, pero la forma en la que se presenta, lo es: cruda, dulce, desesperante y divertida. Escrita y dirigida por Bo Burnham, Eighth Grade toma la comedia, el terror y el drama inherente de la vida adolescente, y lo materializa de una manera orgánica al reconocer que el exceso de cada uno, ocurre en nuestra mente, no en la vida real.
Eighth Grade está disponible para compra o renta y no se encuentra en plataformas de streaming.
Mean Girls (2004)
Much@s dicen que Mean Girls se puede considerar ya una película de culto dentro de las comedias, de las teen movies y los proyectos de Tina Fey. Ni qué decir de lo significó para la carrera de Lindsay Lohan, Rachel McAdams y Amanda Seyfried. Escrita por Fey, aquí se hace una confirmación de la teoría de Rousseau sobre Emilio y cómo las y los individuos nos moldeamos de acuerdo a la sociedad.
Cady ha vivido toda su vida alejada de la sociedad de consumo y el capitalismo (sus padres son antropólogos y han vivido en distintas comunidades africanas), por lo que cuando se integra a una escuela en Estados Unidos, llega sin pretensiones, malicia, y sin saber los mecanismos de la juventud. Así que comienza a comprender estas dinámicas de poder basadas en la superficie.
Lo interesante de Mean Girls es que no glorificaba a ningún tipo de adolescente porque reconocía las imperfecciones en todas. Y está bien. Una eran hermosas, pero no se sentían así y buscaban la constante aprobación entre ellas mismas: sus poros eran muy abiertos, tenían hombros masculinos, sus caderas eran enormes y no podían comer lo que querían.
Otras se sentían tan excluidas, que buscaban un medio de venganza por todo el daño emocional causado por aquellas que eran idolatradas por ser perfectas. El único resultado era un caos. La exageración de muchas situaciones eran parte de la narrativa, no un intento de verse realista. Aquí radica la comedia de esta cinta y el éxito de una historia que nos dio infinidad de frases que siguen siendo vigentes.
Mean Girls está disponible en Prime Video. También está en Netflix, pero se va el 31 de agosto.
Booksmart (2019)
Las películas de adolescentes siempre se centran en una crisis propia de la edad. El primer amor, el despertar sexual, la identidad, el rechazo, la presión social, la idea de lo bello, las relaciones con los padres, la construcción de amistades, la escuela, el ser alguien en la vida. Y no es que no sean reales, pero se suelen centrar en un punto: la adolescencia es el momento definitivo. ¿Siempre ha sido así realmente?
No, y Booksmart, el debut como directora de Olivia Wilde, celebra la adolescencia en todas sus formas, incluso las menos complicadas (que suelen ser las más obvias). Aquí conocemos a dos nerds, Molly y Amy, que vivieron toda la escuela intentando ser las mejores de su clase para poder entrar a una buena universidad. Pero terminando el año, se dan cuenta que algun@s de sus compañer@s lograron entrar a esas mismas universidades sin haber sacrificado algo de diversión.
Molly y Amy se sienten timadas por ellas mismas, por una idea que ellas crearon de la perfección, el trabajo duro y las compensaciones. Así, Booksmart no suena innovadora, pero lo es a partir de que es una comedia bien escrita, bien dirigida y bien interpretada con situaciones que no se exageran aunque no sean necesariamente realistas. Y lo más importante: el “problema” en el que se centra el filme, no es en lo gira en torno la vida de las protagonistas.
Un punto a favor además de eso, la música es sensacional con una mezcla de Lizzo, Perfume Genius o incluso algo de LCD Soundsystem. Booksmart está disponible para compra o renta y no se encuentra en plataformas de streaming.
Superbad (2007)
Todo sucede en un día en Superbad. Seth y Evan deben conseguir alcohol para la fiesta de la chica de la que está enamorado Seth. Su amigo Fogell, un sujeto extraño, consiguió una ID falsa con el nombre de McLovin con la que están seguros podrán comprar lo necesario, y quizá, tener una noche de fiesta y sexo como nunca la tuvieron durante la secundaria.
Seth Rogen y Evan Goldberg tenían la intención de escribir una película presentando la dinámica estúpida de su juventud, y dio como resultado una historia de la experiencia de amistad entre adolescentes hombres (algo que no se suele abordar más allá de los que aspiran a ser un frat boy y forman parte de un equipo). No, estos personajes eran los rechazados.
La película apela a un público de esa generación, y no sabemos qué tan exitosa o funcional sería en la actualidad; sin embargo, les podemos decir como adolescentes del 2007, que ha envejecido bastante bien y se ha ganado un lugar especial junto a las comedias adolescentes con un montón de pláticas de sexo (American Pie).
Superbad es abrumadora, es estúpida, es divertida, es exagerada, pero cierra con dos amigos de toda la vida reconociendo lo mucho que se van a extrañar cuando cada uno se vaya a una universidad distinta. No saben cómo, pero después de una noche, descubren que aún estando separados podrán sobrevivir a cualquier dinámica. Superbad está disponible en Netflix.
Lady Bird (2017)
Cuando eres adolescente, lo que más deseas es independencia y autonomía sin tener ni la más remota idea de lo que eso significa. Quieres salir de tu casa, o dejar tu lugar de origen para explorar la gran ciudad y tener una vida sofisticada sin pensar en los problemas que esa libertad conlleva (deudas, responsabilidades emocionales y financieras, soledad, estrés).
Cuando el tiempo pasa, y llegas a ese momento de tu vida en que tomas todas tus decisiones, no hay mayor anhelo que el de la juventud, que el de una vida donde tus preocupaciones eran simples y tus aspiraciones eran ambiciosas. Extrañas a tus padres y esa parte incondicional. Todo esto logra estar presenta en Lady Bird, el debut como directora de Greta Gerwig con Saoirse Ronan.
Aquí, Christine vive con su familia de clase media y va a clases en un colegio católico de alto nivel donde aspira a no ser ella, a escapar de su realidad, la cual es complicada a partir de una relación tensa con su madre, quien sirve de recordatorio de que las aspiraciones son un lujo y ella no vive entre privilegios. Christine lo único que quiere es irse a NY porque es el lugar donde reside la cultura…
Lo grandioso de Lady Bird, o parte de, es que la adolescencia no necesariamente está cargada de historias qué contar. La vida pasa, y la mayor parte del tiempo pasa de manera rutinaria, sin situaciones complejas, sin dramas, sin historias para entretener a nadie, pero sí para revalidarnos por lo que somos, queremos ser y fuimos.
Napoleon Dynamite (2004)
No hay manera de escuchar “Canned Heat” de Jamiroquai y no pensar en la rutina de baile que cierra Napoleon Dynamite. Es un clásico, una de las escenas que se vienen a nuestra mente cuando pensamos en momentos musicales en película no musicales. Es otra cinta que ha trascendido en un grupo más reducido, pero que aprecia más las historias que no buscan conectar con tod@s como una obligación.
Napoleon Dynamite nos muestra a Napoleon, un adolescente de Idaho que no encaja, pero que de alguna manera encuentra un lugar seguro entre sus amigos y su hogar. Pero esta dinámica se rompe cuando su tío Rico llega a su casa para cuidarlo a él y su hermano (de 32 años) después de que su abuela tiene un accidente. Ya no hay lugar seguro: ni en la escuela ni en la casa.
La dinámica entre Napoleon y el resto del mundo no es cruel, pero digamos que nadie se lo toma en serio y su nombre parece una contradicción. Sin embargo, el único que sabe que todos están equivocados, es el mismo protagonista, quien tiene la necesidad de expandirse aunque esto sea a un paso desacelerado. Spoiler: lo logra a su manera, junto a su amigo mexicano y su amiga fotógrafa.
Love, Simon (2018)
La adolescencia, creemos, es el punto definitivo que marcara nuestra historia de amor. Si encontramos a alguien, le apostamos nuestra inocencia a que nos quedaremos con esa persona el resto de nuestras vidas. Y si no es así, el mundo se nos viene encima y no hay posibilidad de volver a encontrar el camino. Cursi, exagerado y sí, muy adolescente.
La realidad es que sin importar la edad, tod@s merecen una gran historia de amor que sí, se complica en la adolescencia y se hace aún más abrumador cuando no formas parte de los parámetros de un sistema patriarcal. Ese es el tema de Simon Spier, un chico de 17 años que no le ha dicho ni a su familia ni amigos que es gay.
Pero está enamorado, sólo que no conoce a la persona que ama porque se trata de un perfil en línea, lo cual lo hace aún más complicado. Love, Simon es importante porque se trata de la primera teen movie que se centra en un protagonista gay sin dejar de lado la posibilidad de los toques de comedia romántica que van de los dramático (sin necesidad de los estereotipos) a lo divertido.
La música es otra parte central del filme, pues fue patrocinada por el gran Jack Antonoff de Bleachers para acompañar las partes esenciales de una película adolescente.
Easy A (2010)
Cualquier película de adolescentes sería más simple si Stanley Tucci y Patricia Clarkson fueran los padres de la o el protagonista como en Easy A. Aquí conocemos a Olive, una adolescente común y corriente, invisible ante los más populares en la secundaria, que de un día a otro, se convierte en el tema de conversación.
La cosa es que su mejor amigo gay, Brandon, le pide de favor si puede salir con él para que la gente deje de pensar en su orientación sexual, y terminan “teniendo” sexo salvaje en una fiesta que le da cierta reputación (positiva) a él, pero negativa a ella (y saben, aún era la época de las “zorras”). Brandon le confiesa la verdad a un amigo suyo que es virgen, introvertido y rechazado y Olive se convierte en la supuesta “primera vez” de todos ellos.
Easy A, a propósito, está llena de todos es@s adolescentes estereotipados que van desde las chicas populares y religiosas que predican cosas que no practican, hasta los sujetos que son vírgenes y que probablemente se gradúen sin haberla perdido. Olive se hace popular por el esparcimiento de un rumor que es falso, pero que puso al centro un tema: la sexualidad de una adolescente y la negación de disfrutarla.
Emma Stone como protagonista es espectacular, pues juega con la típica narrativa de las teen movies que van desde 10 things I hate about you hasta Cinderella Story, y le da su propio toque divertido. Easy A está disponible en Prime Video.
Moonrise Kingdom (2012)
Rushmore es una de las mejores teen movies que se han hecho en la historia. Wes Anderson es un gran director que entiende las relaciones adolescentes desde su propia perspectiva, una que a todos nos gusta por sus simetrías y los colores pastel. Que ojo, esto no lo hace menos brutal, sino todo lo contrario, le agrega un toque irónico a la vida adolescente.
Pero Rushmore es de 1998 y estamos en el nuevo milenio. Por lo que la elegida de Anderson para este listado es Moonrise Kingdom con su habitual espectacular elenco, esta vez conformado por Bruce Willis, Bill Murray, Frances McDormand, Tilda Swinton, Ed Norton, Harvey Keitel, Bob Balaban y un joven Lucas Hedges.
Ambientada en la década de los 60, en un pequeño lugar en Nueva Inglaterra, conocemos a Sam, un huérfano que forma parte de una patrulla de los scouts, pero que no encaja muy bien. Un día conoce a Suzy, una chica incomprendida por sus padres a partir de su oscuridad e indiferencia. Deciden huir y tener una vida alejado de todo eso.
No, Moonrise Kingdom no es una historia de amor juvenil, o al menos no es lo que está al centro de su historia. Esta cinta nos muestra que los adultos no siempre son el ejemplo perfecto de responsabilidad, ni inteligencia emocional, y que muchas veces son superados por los más jóvenes, sobre todo aquellos que de verdad la han pasado mal. ¿Se imaginan, así, un pequeño paraíso con música y libros?
Moonrise Kingdom está disponible en Netflix.
MENCIONES ESPECIALES
Juno (2007)
Donnie Darko (2001)
The Edge of Seventeen (2016)
Freaky Friday (2003)
Shazam! (2019)
Bring It On (2000)
A Cinderella Story (2004)
She’s the Man (2006)
17 Again (2009)
The Sisterhood of the Traveling Pants (2005)