El título de la NBA comienza a inclinarse del lado de Golden State, que se apuntó el segundo juego de la serie final 122-103 y toma ventaja de 2-0 ante los Cavaliers de Cleveland, que echaron de menos la mejor versión de Lebron James y en cambio sufrieron con el incontrolable Steph Curry, que dio cátedra de triples.
El Asesino Baby-Faced Assassin encestó nueve triples en 17 intentos, que representan un nuevo récord en finales y gracias ellos llenó un registro de 33 puntos, siete rebotes y ocho asistencias.
Estos números dejan bastante lejos a Lebron James, quien en el primer partido hizo 51 puntos. Esta vez se tuvo que conformar con 29 puntos, nueve rebotes y 13 asistencias y su productividad desde los tres puntos quedó a deber tratándose del mejor jugador de la temporada: cuatro intentos y sólo dos efectivos.
A diferencia del primer partido, en esta ocasión los Warriors fueron claros dominadores. Sólo durante algún momento del tercer cuarto la diferencia en la pizarra se redujo a seis puntos, pero en el cuarto episodio Golden State se comió a su rival con el mejor momento de Curry sobre la duela, especialmente con un par de triples consecutivos que pusieron de pie a los asistentes al Oracle Arena.
La serie se trasladará para el tercer partido a Cleveland, que necesita hacer valer su casa el próximo miércoles para volver a la vida. Una derrota dejaría el título en bandeja de plata a los Warriors para revalidar su corona.