Después del recorrido de Luiz Inácio Lula da Silva por los tribunales, la justicia brasileña sí lo condenó por corrupción pasiva y lavado de dinero. Esta es su segunda condena y aunque la sesión que examina las acusaciones en contra del ex presidente no ha terminado, dos de los tres miembros del tribunal ya votaron a favor de su condena, incluso por aumentarla a 12 años de cárcel. Aunque dijeron que no van a dictar la orden de prisión hasta que Lula agote todos sus recursos.
De ser respaldada la condena, no podría ser elegido como candidato del izquierdista Partido de los Trabajadores (PT), lo cual le impediría participar en las elecciones presidenciales del 15 de agosto próximo. Pero no todo está perdido. Lula todavía puede aplazar su ejecución para ganar tiempo y postularse.
La acusación en su contra es por, supuestamente, haber recibido un departamento triplex en São Paulo como un soborno de la constuctora OAS, beneficiaria de contratos de la petrolera pública Petrobras. Sin embargo tanto Lula como OAS han rechazado todo y dicen que ni siquiera hay pruebas de que la propiedad esté a su nombre.
Tanto los magistrados como la Fiscalía brasileña han negado que el proceso tenga un carácter político, o sea que no se le está juzgando por el personaje que es y sus aspiraciones políticas sino por sus acciones, como deben ser juzgados todos los ciudadanos.
Por las calles las manifestaciones en apoyo al ex presidente no se han hecho esperar y Dilma Rousseff, expresidenta de Brasil, quien también pertenece al PT, denunció en su cuenta de Twitter que la prensa ha ocultadoa los actos de apoyo al exmandatario.
OS ATOS DE APOIO A LULA EM PORTO ALEGRE
A imprensa tradicional escondeu a imagens do ato de apoio ao ex-presidente na terça-feira em Porto Alegre.https://t.co/WHHwcr3VbX pic.twitter.com/zWtcDhFnJi— Dilma Rousseff (@dilmabr) 24 de enero de 2018
En pocas palabras, el Tribunal de Brasil ratificó la condena a Luiz Inácio Lula da Silva, aunque no todo se ha dicho en el caso: el expresidente podrá apelar y llevar el proceso sin pisar la cárcel.