“Además de una ruedota de la fortuna y una ciclopista de costo majadero, Rafael Moreno Valle le metió una buena inversión al sector salud”, dicen quienes defienden al panista, cuando se critica la deuda bien maquillada que dejó la pasada administración poblana. Bueno, así que digan “¡qué buenas inversiones!”, tampoco. Para ejemplo están dos casos documentados por Animal Político: uno, el complejo médico del municipio de Atlixco y, el otro, el hospital San Alejandro de la capital de la entidad.

En el primer caso, el aviso de que la obra no era de la calidad presumida llegó con las lluvias de julio: pese a la inversión de casi 300 millones de pesos, el complejo Médico Gonzalo Río Arronte (apenas inaugurado en 2015) quedó con tremendos charcotes en su interior, así como con el desplome de uno de sus techos. “Veo hombres y mujeres de la tercera edad y les pido que hagan memoria, y traten de comparar este proyecto que ahora estamos poniendo a su servicio con lo que se hubiera hecho antes y me parece que no hay comparación”, presumió el entonces gobernador, Rafael Moreno Valle, al momento de inaugurar la obra, en Atlixco, Puebla. Ahora, con el sismo de 7.1 grados del pasado 19 de septiembre, el hospital tuvo que ser desalojado y se espera que, mínimo, esté fuera de servicio por 30 días. A ojo de buen cubero, el Colegio de Ingenieros Civiles del Estado prevé que se necesitarán 14 millones de pesos para su rehabilitación.

En el caso del hospital de la ciudad de Puebla, éste fue dizque reforzado en su estructura. No sólo fue cosa de meter yeso en los huequitos de la pared, en teoría…ya que para la obra encomendada a la firma Epccor, las autoridades destinaron la nada despreciable cifra de 26.8 millones de pesos. Y sí, como es usual en varios contratos que se les otorgan a empresas consentidas, la obra se adjudicó de manera directa, sin licitación de por medio y metiendo en el negocio a por lo menos otras tres empresas. En total, para reforzar el cuerpo B del hospital general regional 36, mejor conocido como el hospital San Alejandro, el IMSS y el gobierno del Estado desembolsaron 29.5 millones de pesos. La obra se concluyó apenas en diciembre del año pasado y medio aguantó el sismo del 7 de septiembre, pero el segundo golpe (el del pasado día 19) ya no. Será demolido. “Hay un hospital, el San Alejandro, que acumuló afectaciones del paso de los años, y de otros sismos. Ahí hubo que evacuar. Es un hospital muy grande, de más de 500 camas censables. Ese va a representar un reto (…) porque habrá que reconstruirlo, habrá que hacer un nuevo hospital o dos nuevos hospitales”, anunció el presidente Enrique Peña Nieto al visitar la capital poblana, cuatro días después del sismo.

Así, entre el aspirante a candidatura presidencial (¿en serio?) y el gobierno federal con el Seguro Popular y el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) quemaron un total de 329 millones de pesos en menos de dos años. Desperdicio de dinero que afecta las finanzas públicas y a la población, al ya no tener acceso a servicios primordiales. ¿Ellos qué culpa tienen de que tiemble? Bueno, Epccor es la misma empresa responsable del socavón del Paso Exprés, aquel que fue surgió por culpa de las “lluvias atípicas”. ¿Un sismo atípico? Ya es mucha coincidencia.

Todo lo que no sabías que necesitas saber lo encuentras en Sopitas.com

Hola, soy Álvaro. Estoy en sopitas.com desde hace algunos años. Todo ha sido diversión, incluso las críticas de los lectores. La mejor de todas: "Álvaro Cortés, córtate las manos".

Comentarios

Comenta con tu cuenta de Facebook