Es que lo tienen encerrado en una celda, solo. Además, nomás le dejan tener una visita de 45 minutos al día… pues ¿qué creen que es?, ¿un reo? Ahhh, cierto. Pues como sea, el abogado de Roberto Borge, informó que debido a la tortura psicológica de la que es víctima su cliente, éste ha decidido –igualmente– torturar a las autoridades panameñas, las cuales estarán con el pendiente (seguro) de que ver que el exgobernador de Quintana Roo no prueba bocado alguno.
A días de ser cambiado de prisión, debido a “riesgo de fuga”, el también expriista decidió comenzar una huelga de hambre. Actualmente Borge se localiza en la sede central de la policía panameña, donde habrán de acudir representantes de los magistrados de la Suprema Corte de Justicia, en caso de que hagan caso a la acción de constitucionalidad interpuesta por el abogado del exmandatario, Arturo González Basso, quien pide que se verifique las condiciones en que se tiene a su cliente. “Lo tienen encerrado en una celda solitaria y sólo tiene permitido recibir una visita de 45 minutos al día”, lamentó el leguleyo.
Aunque ya hay quienes sospechan que más bien los priistas (y expriistas) pasaditos de tamales están en una especie de reto (recordemos que el buen Javidú también aplicó la misma y bajó espectaculares 10 kilitos), Borge justifica su dieta bajo el argumento de que ésta es para ver si las autoridades panameñas lo dejan de presionar. Según el exgober, el maltrato psicológico del que es víctima es para que renuncie a su defensa y su extradición sea lo más fácil y rápida posible.
La dieta de Borge inició desde el pasado 21 de septiembre. Sólo que como en estos últimos días hay cosas más importantes que un exfuncionario transa (bueno, de hecho, siempre las hay), es hasta ahora que la noticia empieza a correr. Hasta el momento la Secretaría de Relaciones Exteriores no se ha pronunciado al respecto. Tampoco se conoce a quién nominó Borge al momento de aceptar el reto baja kilos. Nosotros pensamos que un buen candidato es Jorge Carlos Ramírez Marín, aunque los fans de El Chavo del Ocho discrepan.