Ya que ni las marchas, ni los dulces tratos del gobierno mexicano y mucho menos los hastags y los poderosos spots de Nueva Alianza han logrado que Donald Trump le baje dos rayitas a sus niveles gandallas, pues vámonos con las fuerzas oscuras.
Aunque los maestros de Catemaco todavía no han confirmado su participación, más de 2 mil quinientas personas han dado like a una página de Facebook que convoca a aplicarle un “amarre” al mandatario de los Estados Unidos.
Para los interesados en mandarle sus malas vibras al presidente norteamericano, el ritual masivo comenzará a partir de hoy y se repetirá con cada luna en cuarto menguante… y así hasta que el exótico republicano abandone la Casa Blanca.
“Este hechizo de amarre es abierto y puede ser modificado para adaptarse a tu práctica espiritual o sistema mágico preferido. Los elementos críticos son la simultaneidad de los tiempos de trabajo y la energía de masas de los participantes”, señala la mística publicación de la página denominada “Un hechizo para amarrar a Donald Trump ya todos aquellos que lo apoyan (versión 2.0)”
Con lo anterior, se abre la posibilidad para que le entren desde maestros santeros y videntes televisivos, hasta clientes del Mercado Sonora y seguidores de Harry Potter. Nomás es cuestión de que consigan los elementos del hechizo. Ahí les van: Un calzón ya usado por el mandatario o, en su defecto, un mechón de sus sedosos cabellos y sangre de un bebé republicano nacido el día en que Trump ganó la elección. Fácil, ¿no?
Bueno aquí están los verdaderos ingredientes: una foto de Trump, una carta de Tarot de ‘La Torre’, una vela anaranjada y otra blanca, un clavo, un balde lleno de agua y otro lleno de sal, una pluma de ave, cerillos (o un encendedor) y un cenicero.
Los detalles del ritual, entre los cuales adelantamos la quema de la imagen del mandatario y su colocación en el cenicero, pueden encontrarse en la página de internet del grupo, donde también se hallan los versos que deben recitarse a modo de conjuro. Para que después, si vemos a Trump todo entoloachado, no le echen la culpa a Melania.