Todos hemos pasado por la horrible situación de tener hambre, que esta crezca y que te conviertas en un gruñón marca diablo porque no puedes con el hambre y esto te provoca un enojo incontrolable; o como se conoce en los bajos mundos HANGRY (hunger+ angrey; hambre + enojo).
Esto no es un mito, estar de malas por que la tripa ya te ruge, es algo que acontece todos los días en diferentes lugares y situaciones del mundo. Hay veces que estamos tan enojados, que ya ni siquiera sabemos qué queremos de comer.
Pero aquí les traemos la solución a sus problemas, la guía necesaria para saber qué comer cuando el hangry ataca, dependiendo de la situación en la que te encuentres.
Paladar exigente
Sabemos que no todos tienen los mismos gustos y unos son más refinados que otros (pff nada como una buena garnacha escurriendo en manteca), para ustedes las reomendaciones son: humms, papas fritas de parasen y carne seca artesanal.
En el trabajo
Todos en nuestro trabajo hemos sufrido de este ataque de enojo y hambre, entonces para que no sufran y todavía no saquen su tupper de atún, pueden probar con una mezcla de nueces, pasas, almendras, nueces de la india y m&m’s.
Cuando salen de antro
Si son de esa chaviza reventada, sabrán que los antros de moda lo único que venden es alcohol y cigarros. Pero para que el hambre no los ataque, no está de más llevarse unas almendras.
Escuela
Estar en clase y que la tripa resuene por todo el salón no es lo mejor que te puede pasar, mejor prepárate un smoothie de fruta, hielo y proteína (no le vayan a echar carne, algo así como crema de maní).
En un avión
Maldita sea la hora de volar en un avión y que no te den ni un triste vaso de agua. Por suerte pueden comprar algo antes de abordar y para que el hangry no se apodere de ustedes, compren una bolsa de papas.
Road Trip
Esto aplica a los viajes en carretera o a las horas interminables de tráfico del D.F. Con un sandwich bien armado con lo que más te gusta, seguro el hambre no llegará a ti.
Visitando a la familia
Esas comidas familiares espantosas o visitar a la tía Matilde en su casa llena de gatos, se pueden volver peor si el deseo por comer ataca, así que mejor llévate unos chicles o hasta unos chícharos de wasabi.
Bendita sea la hora de la comida.
