En uno de los actos más parecidos a la equidad económica, Obama ha apostado por dejar de cargarle la mano la clase media y ha decidido aumentar los impuestos a los que más dinero tienen (no como aquí que se los condonan como hizo el SAT con Televisa).

Claro que la decisión de Obama le echará al cuello a los empresarios (poderosos hombres de negocios que patrocinan campañas políticas) y a los republicanos (quienes ahora son mayoría en las dos cámaras legislativas y le han estropeado muchísimos movimientos en su gobierno).

El impuesto excepcional podría ser de 14 % y es una medida enmarcada en el presupuesto del 2016 presentado el lunes (en México las medidas que se tomaron para cubrir los huecos presupuestales fueron reducir el gasto público, cancelar algunos proyectos y otras que podrán leer aquí en nuestra entrada sobre el tema).

La medida de Obama atacará una peculiaridad que tienen las empresas estadounidenses: sus ganancias en el extranjero quedan intocadas por el fisco. Así que ya pueden ir temiendo Google, Microsoft, General Electric, Pfizer y Apple (bueno y ni temer tanto, tampoco es un impuesto muy grande).

Pero si se acuerdan, hace algún tiempo les explicamos cómo empresas como Apple eluden impuestos, una práctica legal que, a pesar que es constitucional, es moralmente (sobre todo para quien vela por los intereses de sus conciudadanos) muy cuestionable. Para recordar de qué trataba la elusión fiscal lean nuestra entrada “Apple: hablemos de impuestos a la mexicana”.

Pero bueno, estos grandes grupos empresariales han acumulado en el exterior tanto dinero como casi el PIB de toda Francia, según estimaciones de la auditoría Audit Analytics.

Con el impuesto del 14 % ese dinero podría comenzar a llegar a Estados Unidos (serían 238 mil millones de dólares más en las arcas estadounidenses y que servirán para crear carreteras, puentes y demás infraestructura que el viejo Tío Sam quiere sustituir).

Después el impuesto será del 19 % y ya no podrán diferir el pago de sus impuestos como hasta ahora (según el proyecto de presupuesto).

Según La Jornada, el gobierno estadounidense busca, de esta manera, acabar con un debate en el que algunas empresas han sido acusadas de utilizar estos fondos “offshore” para recomprar a sus rivales y arraigarse artificialmente en el exterior y así evadir al fisco.

Para Obama esto hacía que los ricos no pagaran los impuestos que debían y dejaban la carga más pesada en la clase media (quien no puede acceder a estas estrategias fiscales para evitar pagar impuestos).

Algunas empresas ya han dicho que esto reduciría la competitividad fiscal de Estado Unidos, pero ese no es un gran argumento, es el mismo que se utiliza aquí en México para no subirle los impuestos a los empresarios, pero está demostrado que esto no mejora en nada la situación económica de los ciudadanos, sería mejor que, más que fijarse en la competitividad fiscal, se atendieran cosas como la infraestructura disponible para las empresas, la seguridad, y otros elementos que podrían hacer atractivo invertir.

Recordemos que Estados Unidos es un país muy desigual y que la brecha entre los ricos y los pobres es abismal. Los estadounidenses podrían dejar atrás las vetustas estrategias de recortar el gasto público y apostar por comenzar a hacer algo que no se hacía hace mucho tiempo, cobrarle más impuestos a los que más tienen (sirve que se evita que se alienen cada vez más de las condiciones en las que vive el grueso de la población y se preocupan más por su situación).

¿O cómo ven ustedes?

@plumasatomicas

Todo lo que no sabías que necesitas saber lo encuentras en Sopitas.com

Fundé Sopitas como hobby y terminó siendo el trabajo de mis sueños. Emprendedor, amante de la música, los deportes, la comida y tecnología. También comparto rolas, noticias y chisma en programas...

Comentarios

Comenta con tu cuenta de Facebook