Mientras unos sufren su viaje en el metro, otros lo disfrutan al máximo… claro, en ambos casos hay que revisar bien las pertenencias.
Emocionado de más al ver tanta carne junta, este joven no pudo ocultar la excitante experiencia que para él es treparse al metro, sin embargo al momento del cierre de puertas se le olvidó que estaba un poco narizón… y bueno, ahí están los resultados.
Aunque todo indica que es fake esta circuncisión exprés, es una buena forma de demostrar que no hay que meterse donde no se cabe, además que por seguridad no hay que sacar “cabeza” ni manos del transporte.