Ante la sospecha de muerte del líder norcoreano, Kim Jong Un por una lesión en la pierna, fuentes oficiales aclararon que requiere tres meses para curarse por eso no se le ha visto en público pero sigue a cargo de Corea del Norte
Las especulaciones sobre la posibilidad de que tuviera problemas de salud ante su ausencia de la escena pública aumentaron después de que la televisión estatal dijera que tenía “malestar” a finales del mes pasado, según los informes sufre de gota y obesidad.
“Se lesionó su tobillo y rodilla hacia finales de agosto o principios de septiembre (…) por su sobrepeso. Cojeó al principio pero la lesión empeoró”.
Algunos analistas creían que Kim podía haber sido relegado del poder, por la inesperada visita el sábado de tres altos funcionarios a la ceremonia de clausura de los Juegos Asiáticos en la ciudad portuaria surcoreana de Incheon, en Corea del Sur en lugar del líder.
“Los rumores sobre un golpe y que Kim Jong Un está muerto son falsos”, ha refutado.
El problema con esta especulación, es que nadie fuera de la élite de Pyongyang sabe la historia completa. Todo lo que el gobierno ha dicho sobre el estado de Kim es que él está sufriendo un”malestar”. Kim no ha hecho ninguna aparición pública desde el 03 de septiembre, y sobre todo, no pudo asistir a la última Asamblea Popular Suprema.
Sin embargo, incluso con la ausencia del líder, su responsabilidad es compartida entre el premier del Consejo de Ministros, el presidente del Presidium de la Asamblea Popular Suprema y el presidente de la Comisión de Defensa Nacional y de manera no oficial entre los numerosos individuos y grupos de interés que lo rodean.
Informes recientes sugieren que con Kim temporalmente indispuesto, las responsabilidades de liderazgo han caído sobre su media hermana menor, Kim Jong Yo, lo cual no resulta descabellado por la tradición de Corea del Norte de trabajar a través de un familiar de confianza.
Hasta ahora, pocos han observado anomalías que sugieren el equilibrio interno ha sido perturbado. En todo caso, el negocio continúa como de costumbre, aunque sin las visitas públicas diarias de Kim Jong Un.
