Ahora que está en el centro del debate el tema educacional, aquí un dato que nos puede dar una idea de por qué es importante que todos podamos recibir una educación escolar.
De acuerdo a las más recientes estadísticas divulgadas por la Unesco, si todos los niños de nuestro país tuvieran acceso a la enseñanza, el ingreso per capita tendría un aumento del 23%, el cual sería reflejado gradualmente en los próximos 40%. El PIB per cápita en México se ubicó en 10,689 dólares por habitante al cierre del segundo trimestre de 2013, según datos del INEGI y Banxico.
Además de lo anterior, otro beneficio sería la disminución de los matrimonios precoces y la mortalidad infantil y si todas las mujeres tuvieran acceso de menos a la educación primaria, la mortalidad materna tendría una disminución de dos tercios.
Estos datos simplemente corroboran lo que varias estadísticas y el simple sentido común señala: la inversión en educación garantiza beneficios en materia de salud y productividad.
Esta información consta en el informe preliminar de “Seguimiento de la Educación para Todos en el Mundo (EPT)”, en el cual se confirma que “la educación posee la incomparable capacidad de reducir la pobreza extrema”.
Y si a la gente no le basta con el bienestar evidente que se tendría con la educación, también se añade que ésta es fundamental para el fomento de la tolerancia y mejorar la situación del medio ambiente.
Pese a las grandes mejoras que con ella vienen, la educación a menudo “relegada en los programas internacionales de desarrollo”, lamentó Pauline Rose, directora del Informe EPT en el Mundo, cuyos resultados forman parte de una campaña en la que se le solicita a los dirigentes del mundo “den prioridad a la educación equitativa y de calidad” en los programas de desarrollo para periodos posteriores a 2015.
Entonces si vale la pena luchar por una educación de calidad ¿no?
